Lo que trajo el barco en niños, niñas

Someten proyecto de ley para «detectar y prevenir suicidios»


Bayahibe, La Romana. La pandemia de covid-19 provocó una bomba de relojería que pretendía desactivar a adolescentes y niños, con problemas de salud mental que a partir de esta deserción escalan al colectivo LGTBI por reindicio.

Depresión, ideación suicida, ansiedad, violencia intrafamiliar, fobias, malas prácticas, ciberacoso, hiperactividad y actividades extraescolares forman parte del paquete.

Se darán a conocer diversos psiquiatras, psicólogos y pediatras en el primer Congreso Psiquiátrico de Infantería Dominicana, que culminará este sábado con una agenda de 83 congresos y portadores de 12 países.

Los especialistas señalan que los problemas de este segmento de la población tienen que ser atendidos por ellos y sus familias, pero no hay forma de que se lo puedan permitir. Y que los especialistas en el producto deben ser capaces de aumentar el comportamiento de los niños, niñas y adolescentes para lograr que las cosas salgan de los hombres.

También abordaron el abordaje con pharmacos y psicoterapias para stabil stabilis es esos muchachos cuyo equilibrio mental fue eliminado por el encierro, el contacto todo el día con los padres y la inactividad social.

La bomba que intentaba impactar resume la escalada de cámaras para internados pediátricos, ya que la pandemia ha resultado en una unificación total y no se ha relegado a nada. Estos y muchos otros temas, por lo general, silenciando tras bastidores, afloraron en el evento.

La doctora Sandra Orsini, expresidenta de la Sociedad Dominicana de Pediatría, planteó la necesidad de un aborto integral de nueves, nueves y adolescentes, que incluya terapeutas, psiquiatras, ginecólogos y enfermeras especializadas.

Se dice que se están creando unidades especializadas y amplias para esta población, muchas de las cuales son menos importantes en las emergencias y son derivadas a los pabellones psiquiátricos oa sus hijos estigmatizados y capacitados.

Explica que una unidad especializada trabaja con éxito en el Hospital Infantil Dr. Robert Reid Cabral, con 859 pacientes esperando un año y tres meses en el cual se identifican conductas gigantes en los jóvenes.

La psicóloga infantil y adolescente Janleydea Oleaga aseguró que durante la pandemia se identificó mucha desnutrición en perjurio entre niños y adolescentes.

Es necesario contar con más espacios exclusivos para atender a la población infanto-juvenil, psiquiatras capacitados en este segmento, comunidad integrada, medicina familiar, apoyo escolar y referencias a tiempo.

La psicoterapeuta Vanessa Espaillat dijo que muchos jóvenes consultaron sobre las consecuencias del islam, la soledad y la falta de interacción, y se complacieron en revelar que a los adolescentes les gustaría cooperar con la temática LGBI en la moda, “como hice yo con los hippies”. .

“También hay conflictos de edad, personalidad psicótica, depresión, fobia, psicosis, violencia familiar y ciberviolencia”, dijo, en su disertación Intervenciones psicoterapéuticas en adolescentes en la pospandemia.

Tanto es así que la disertación de José Miguel Gómez sobre resiliencia y apoyo que necesitan los profesionales de la empresa para identificar “el chip” para que sobrinos y sobrinas puedan vivir cualquier situación que afecte a la salud mental.

Agrega que la pandemia incluye problemas de autoestima, exclusión económica y grupal, mala identidad psicosocial, visión de proyecto de vida, deserción escolar, relaciones sexuales templadas, vergüenzas adolescentes y manejo del tiempo libre, entre horas.

La presidenta de la Federación Latinoamericana de Psiquiatría Infanto-Juvenil, la doctora en medicina dominicana Zuleika Morillo, explicó que las exposiciones se basan en material científico con evidencias clínicas y experiencias profesionales del área.

La presidenta de la Sociedad Dominicana de Pediatría, Dra. Luz Herrera, estuvo presente en el primer día del evento, al que asistieron la Sociedad y la Sociedad de Psiquiatría y Neurología, así como las Universidades Católica de Santo Domingo y UNIBE, y organismos internacionales en la materia. .


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