En marzo y abril baja el costo de la canasta familiar, pero más para los ricos



Los precios al consumidor vienen cayendo de forma consecutiva desde los meses de febrero a abril, lo que ha llevado a que durante esos meses las tasas mensuales de inflación sean negativas.

Con relación a enero, único mes del presente año en que la inflación fue positiva (un 0.33%), la caída acumulada del índice de precio al consumidor (IPC) es de -1.46%, de acuerdo con las estadísticas sobre los precios que divulga el Banco Central.

Esto sucede en un contexto económico y sanitario inusual. La presencia en el país de la pandemia del COVID-19, que ha llevado al cierre gran parte del sector externo de la economía, como el turismo y las zonas francas, y a la parálisis de la actividad económica durante meses. Esto requirió que el Congreso declarara el estado de emergencia en el país, condición que aún permanece tras ser prorrogado por 12 días más.

Pero como consecuencia del choque provocado por la pandemia en las fuentes principales de divisas del país, como son el turismo, las zonas francas, las exportaciones nacionales y las remesas, la caída de los precios en el mercado interno coincide con una significativa reducción en los ingresos de divisas, lo que ha provocado alzas en la tasa del dólar, y por lo tanto, la depreciación del peso dominicano.

Un acontecimiento poco común en la economía dominicana: devaluación monetaria acompañada de la caída de los precios internos.

Las estadísticas del Banco Central revelan que con relación a febrero del presente año, el mes antes de la llegada de la pandemia al país, el costo de las canastas básicas familiar ha registrado reducciones.

Para el primer quintil, equivalente al 20% de la población en el que se incluye el segmento de más bajos ingresos, la caída es de 0.92%, seguido del quintil dos, cuya caída fue un poco mayor, 0.94%.

Mientras que en los quintiles de mayores ingresos, el 4 y 5, las reducciones de precios fueron más altas: -1.36% y -1.67%, respectivamente.

El quintil central (el 3) que viene siendo la representación más aproximada de la clase media, registro una caída en los precios de 1.12%.

La canasta familiar está compuesta por el conjunto de los bienes y servicios esenciales que consume un grupo familiar, y de lo que esté compuesta depende su costo. De acuerdo con las estadísticas del Banco Central, esta se ha abaratado más para los segmentos de más altos ingresos, que para los de más bajos ingresos.

Es posible explicarlo por casos como la significativa caída en los precios de los combustibles durante marzo y abril, que, de acuerdo con los datos del Banco Central, para la gasolina regular llegó a ser de hasta 33.48%, y para la premium un 32.41%

En su informe sobre la inflación correspondiente al mes de abril, la entidad monetaria explica que el comportamiento del IPC refleja “la abrupta caída de los precios del petróleo West Texas Intermed (WTI) en los mercados internacionales”.

Esto favorece a los sectores de mayor ingreso, por el ahorro derivado de los precios de los combustibles, a lo que se le suma una ciudad no congestionada por causa de la reducción del tránsito.

También se registró una caída significativa en las tarifas de todos los tipos de enseñanzas. Es el tiempo del “Gran Confinamiento”, cuando en muchas familias se trabaja desde la casa, y que sobre todo en la madre, cae la responsabilidad de cuidar a los niños en los hogares y vigilar que estudien.

Además, también explica que la contracción de los precios de algunos rubros agropecuarios de gran consumo en la canasta familiar, lo que incluye al pollo, plátanos y guineos verdes, sumados a las disminuciones de precios fuera de temporada en los servicios educativos, “presionaron a la baja el resultado de la inflación”.

Con el cierre del turismo en República Dominicana, como forma de prevenir el contagio, desapareció un importante mercado para los bienes agropecuarios, dejando a los productores frente a una gran contracción de la demanda para mercancías perecederas.

La economista Agnes Mirquella Mateo, exdirectora de la Escuela de Economía de la UASD, describe esa sobre esa realidad: “Sobre lo que está pasando en la producción campesina, en estos días se le devolvían los camiones enteritos desde la capital hacia el campo”.



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