Venecia levanta por primera vez su sistema de diques para proteger la ciudad

El faraónico sistema de diques, cuya construcción ha durado más de 15 años y que tiene como objetivo proteger Venecia de las cada vez más frecuentes inundaciones, conocidas como «aguas altas», se ha levantado este domingo por primera vez y ha detenido el crecimiento de la marea.

«Un día que hace historia, que marca el hito entre el antes y el después en Venecia», escribe el diario local Il Gazzetino sobre el procedimiento de levantamiento de los diques del Módulo Experimental Electromecánico (MOSE) en las tres ensenadas de la laguna que ha comenzado a las 8.54 de esta mañana.

Venecia preveía para este domingo su primer fenómeno de agua alta de la temporada con un fuerte viento siroco de 30-40 km/h y un pico de pleamar al mediodía de 125 centímetros, lo que habría provocado la inundación de algunos centímetros de varias áreas de la ciudad incluida la Plaza de San Marcos.

Desde esta mañana sonaban las sirenas en el ciudad de los canales, que en noviembre del año pasado sufrió una de sus peores aguas altas, con unos niveles «excepcionales» solo superados por la catástrofe de 1966.

La orden de levantar el MOSE, un acrónimo que juega con el nombre en Italiano de Moisés, el profeta que separó las aguas del mar Rojo, la dio este domingo la comisaria extraordinaria de la obra, Elisabetta Spitz, junto con la concejala de Obras Públicas, Cinzia Zincone.

«La prueba salió bien. Apreciamos una diferencia consistente entre la altura del agua de la parte defendida por el MOSE y la que no lo está», ha concluido Zincone. «Dentro de la Laguna de Venecia la marea no sube«, ha anunciado por su parte el Centro de Mareas de Venecia.

«Hoy es un día histórico, ahora estamos esperando pero estamos contentos. Ahora hay solo 70 centímetros de desnivel, con un siroco fuerte. Estamos satisfechos», ha explicado el alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, durante una inspección.

Las 58 puertas móviles del MOSE se levantaron en una hora y 17 minutos y está previsto que se pongan en marcha siempre que se esperen más de 110 centímetros de agua alta.

La obra, que ha tardado más de 15 años en finalizar, consiste en tres barreras submarinas que se elevan para cerrar las tres salidas de la laguna veneciana a mar abierto: Malamocco, Lido y Chioggia.

La obra ha costado 5.500 millones de euros, muchos más de los que se habían previsto y ha sufrido cuantiosos retrasos, además de escándalos de corrupción.



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