«Una violación ya es suficiente para actuar»

El Parlamento Europeo sigue trabajando para marcar en cierta medida los pasos hacia el acceso al Fondo de Recuperación de la UE ante la crisis del coronavirus. Una parte fundamental en esto es el reglamento para el cumplimiento del Estado de Derecho, condición indispensable para que los Estados miembros tengan a su disposición el dinero de las ayudas. En la negociación entre la Eurocámara y el Consejo (que no Consejo Europeo) ha tenido un papel fundamental la eurodiputada socialista Eider Gardiazábal. «Es ley sin fecha de caducidad», es decir, no se limita solo a este Presupuesto ni a los fondos de recuperación, avisa en rueda de prensa, antes de reconocer que si bien «no es un acuerdo perfecto», sí es un pacto «muy bueno y muy importante para el futuro de la UE». Y lanza una advertencia que forma parte precisamente de lo acordado: «Una sola violación ya es suficiente para que se empiece a actuar».

«Hemos conseguido definir el ámbito de aplicación y hemos ampliado ese concepto a todos los valores que vienen recogidos en el Tratado. Los valores fundadores de la UE«, comenta Gardiazábal, quien explica que «otro tema que negociamos era el carácter preventivo, algo que no incluía la propuesta del Consejo». Finalmente en eso también se avanzó. «Hemos incluido también la evasión y el fraude fiscal», sostiene. Asimismo, se ha conseguido en el acuerdo «proteger a los beneficiarios finales para que los Estados que puedan ser sancionados no usen esa sanción como arma política contra la UE». 

Para ello, la Comisión Europea pondrá en marcha un sistema para tener un contacto con esos beneficiarios finales sin que haya intermediarios, es decir, sin la intervención del Gobierno nacional. Esto, sobre todo, se enfoca hacia Hungría y Polonia. Coincide en el tiempo además con las palabras del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, en las que expresa que su país «tiene suficientes recursos propios» y que «no necesita» de las ayudas anticrisis de la UE.

El proceso, eso sí, es largo. «A los tres años la Comisión tiene que hacer una evaluación y aquello que no funcione será reformado por una modificación del reglamento», añade Gardiazábal, que además desvela otros detalles, sobre todo cómo el Consejo va a votar la toma de decisiones: «Nosotros y la Comisión proponíamos una mayoría cualificada a la inversa (para rechazar) y el Consejo quería una mayoría cualificada (para aprobar). Aceptamos, pero hemos negociado un calendario mucho más reducido»

Además, se ha de tener en cuenta la llamada cláusula de inactividad: el Consejo tiene que tomar una posición en el tiempo establecido y si viéramos algún riesgo de que no se fuera a tomar esa decisión la Comisión se compromete a meter la votación sobre la sanción en el orden del día del Consejo. Ese también es considerado un punto fundamental por parte de la eurodiputada.

Mucho que pulir todavía sobre el Marco Financiero Plurianual

Para el Marco Financiero Plurianual 2021-2027 todavía falta tela que cortar. El objetivo principal del Parlamento Europeo en este sentido es «aumentar la financiación de los programas» porque «la propuesta del Consejo se queda corta». Eider Gardiazábal en este sentido deja claro que «los 750.000 millones del fondo no pueden ser excusa para reducir el MFP» y además «no podemos hacer que tanto el pago de los intereses como el pago del capital principal pongan en riesgo el programa».

Para Gardiazábal es importante también la flexibilidad. «Esto es algo que el Parlamento siempre ha defendido porque trabajamos con un marco de 7 años. No sabemos lo que va a ocurrir y necesitamos flexibilidad«, comenta, al tiempo que expone una de las novedades que plantean desde la Eurocámara. «Queremos que el dinero de las multas pueda añadirse como ingreso, pero destinado a aumentar la financiación a los diferentes programas (no a reducir las contribuciones de los Estados como hasta ahora)».

Por otra parte, los recursos propios son el punto principal. Aquí entran en juego los nuevos impuestos europeos: «Esto es una victoria de los que creemos en la UE como un proyecto federal». La eurodiputada va más allá. «Estamos negociando la entrada en vigor el 1 de enero de 2021 del impuesto al plástico» y se habla ya también de una «tasa de transacciones financieras, pero no acabamos de cerrar el acuerdo».

«Trabajamos en un marco de siete años, por lo que necesitamos flexibilidad»

En ese punto hay propuesta de la Comisión desde 2011 y el Parlamento tiene clara la hoja de ruta. «Queremos que entre en vigor en 2024. El Consejo aquí es bastante más reticente» y la Comisión «actúa bastante como intermediaria». Otros elementos importantes desde el punto de vista de la Eurocámara son «aumentar el gasto en clima y que haya una evaluación impacto de género del Presupuesto».

«Queremos aumentar la prefinanciación de los fondos al 20%»

¿Y qué pasa con los fondos de recuperación? «Nuestra propuesta difiere de la propuesta del Consejo en que es más detallada, porque el Consejo se centra mucho en la transición verde y digital pero el resto lo limita a las recomendaciones del semestre europeo de la Comisión», expresa Eider Gardiazábal. La propuesta del Parlamento se vota la semana que viene en el pleno y en comisión. «Creemos que no se puede dejar en manos de la Comisión y de los países».

Precisamente por eso, la Eurocámara plantea seis prioridades: digital, verde, social, política industrial y ayuda a pymes, modernización de las administraciones y juventud. «Queremos que se destine el 40% a cambio climático y el 20% a la parte digital«, esgrime la eurodiputada, que retoma otro de los puntos relevantes: la macrocondicionalidad. «El Consejo y la Comisión permitían congelar fondos si se incumplía el pacto de estabilidad y crecimiento». El acuerdo que busca el Parlamento, en cambio, «pasa por decirle a la Comisión que el pacto de estabilidad está suspendido». 

El día que se vuelva a poner en marcha el mecanismo, «la Comisión nos deberá hacer una propuesta para ver cómo ese pacto de estabilidad se relacionaría con el plan de recuperación. Ahora no es el debate«, sentencia Gardiazábal. Asimismo, añade que la idea del Parlamento Europeo sobre la prefinanciación -la primera parte de los fondos que se reciba- es que pase «del 10% al 20% para que los Estados miembros puedan tener liquidez» y por tanto «tranquilidad presupuestaria».



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