Una vacunación masiva y las secuelas de las elecciones marcan el año en Perú | Internacional

Perú eligió en 2021 a un maestro rural y sindicalista de izquierda como presidente, Pedro Castillo, después de una elección con escrutinio artificialmente prolongado por el sector que no reconoció su derrota. Las elecciones fueron reconocidas como limpias por todas las misiones electorales, pero la tensión entre quienes compitieron en las urnas no ha cesado desde entonces y se extenderá hasta 2022, coinciden los especialistas consultados. Una socióloga, una abogada feminista y una politóloga destacan también la vacunación masiva contra el covid-19 -que llega al 80% de los mayores de 12 años- como otro hecho que marcó al país andino este año.

En junio, el Gobierno honesta las cifras de muertes por covid-19 —A más de 180.000— y Perú se convirtió en el país con mayor letalidad del mundo por esta enfermedad y también tuvo la mayor tasa de niños huérfanos por causas vinculadas al nuevo coronavirus: uno de cada 100 niños perdió a sus padres o cuidadores durante la pandemia . “La crisis de salud se sintió con mucha fuerza al menos hasta mayo de 2021 y la honestidad de la cantidad de muertes desde que comenzó la pandemia fue una terrible noticia que marcó el año”, dijo el economista Edmundo Beteta, exdirector del Seguro Integral de Salud.

Las ollas comunes que surgieron especialmente en Lima en el primer año de la pandemia de este año formaron una red metropolitana conformada por 2.000 grupos que gestionan cada día para paliar el hambre de las personas en situación de pobreza, que llega al 30% de la población desde 2020 ”. Hemos retrocedido 30 años ”, comenta la socióloga Narda Henríquez, quien destaca el liderazgo y la autonomía de las mujeres“ en la lucha por la subsistencia y el cuidado ”, pero reconoce los logros del Ejecutivo en inmunización. “Ha sido una prioridad para el Gobierno: en vacunación hemos avanzado mucho”, dice la catedrática universitaria de estudios de género.

La directora de inmunizaciones, Gabriela Jiménez, informó que hasta el viernes 31 el Ministerio de Salud había vacunado al 80% de la población mayor de 12 años con dos dosis. Para la secretaria ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, Jennie Dador, la respuesta equitativa del Estado en vacunación fue uno de los dos destaques del 2021. “Somos totalmente discriminatorios y desiguales, pero hemos sido más iguales en vacunación y eso. Ha sido admirable. Nos enteramos del número real de muertes que tuvimos, pero la capacidad de responder con un proceso de vacunación masivo y generalizado nos ha dado tranquilidad ”, comenta la abogada feminista.

Según la politóloga Paula Távara, el proceso de vacunación ha sido “sumamente importante para demostrar que el servicio público tiene sentido, que se puede esperar una buena atención del Estado, ya que no es un denominador común de muchos otros servicios en el Perú. Pero también, porque permite cuestionar la desinformación antivacunas que está apareciendo ”, dijo.

Dador también destaca el inicio de la investigación judicial del expresidente Alberto Fujimori y sus exministros por muertes y heridas graves causadas por las miles de esterilizaciones forzadas durante su segundo gobierno en la década de los noventa. “Por primera vez hay avances luego de 20 años de averiguaciones fiscales preliminares, en las que quienes denuncian son en su mayoría mujeres campesinas analfabetas contra quienes tienen todo el poder”, dice.

La cuenca política

Según Távara, el segundo factor que marcó el año fue el proceso electoral «que termina con la elección del presidente Castillo y que sigue generando cola». El ascenso al poder de un maestro rural de izquierda “Impide quedar ciego ante un conjunto de fracturas que existen en el país: había una Lima privilegiada y regiones que reclamaban representación”, explica el profesor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

«Ahora es necesario que este logro electoral se materialice en políticas de redistribución, de equidad, de mejoramiento de la vida de esa ciudadanía que lo demandó y que probablemente esté en una espera menos paciente. Lo malo es que este momento polarizado en La política se ha mantenido, ha estado presente en la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo ”, agrega Távara.“ Aquella elección ha sido un recambio que ha marcado la agenda nacional porque ha sido un giro con respecto a la clase política que estaba en cargo del país ”, describe el politólogo.

Para el investigador del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) Jorge Aragón, se destacó en el año «el proceso electoral interminable» y la llegada de la izquierda al gobierno. Ambos hechos tienen desenlaces abiertos y cuestionables. La reacción de una parte de las fuerzas políticas y de la sociedad peruana al triunfo del presidente Castillo ha puesto en entredicho principios básicos de la democracia como la alternancia en el gobierno de propuestas de derecha y de izquierda, la aceptación de los resultados electorales aunque el ganador no sea el preferido, la legitimidad de cualquier gobierno elegido por mayoría, y la lucha política dentro de los cauces institucionales existentes ”, sostiene Aragón.

Pese a ello, Dador destacó la capacidad de respuesta de las instituciones democráticas peruanas cuando Fujimori intentó anular los votos de Castillo en la segunda vuelta, sin evidencia de irregularidades. «Por increíble que parezca, un sistema tan precario como el nuestro fue capaz de responder y respaldar este fraude en nombre del fraude», dijo.

Tras cinco meses de izquierdista en el gobierno, el balance del politólogo Aragón es negativo. “Detrás de este gobierno no hay organización, ni liderazgo, ni un plan políticamente viable para el país. Varias de sus acciones repiten prácticas corruptas y el predominio de los intereses privados sobre los públicos. El panorama para el Perú en 2022 no es bueno: la irresponsabilidad de una parte de la oposición, como el presidente y su entorno, profundizará la inestabilidad política, la parálisis del Estado y la frustración ciudadana ”, postula Aragón.

Para el economista Beteta, desde la perspectiva de la democratización de la política, “es valioso y remarcable que el país haya elegido a un maestro campesino como presidente, pero estos beneficios lamentablemente se están diluyendo debido a la incapacidad del Ejecutivo para formar gabinetes adecuados y dar señales de un rumbo definido ”.

La perspectiva en 2022

Según Beteta, el aumento de la inflación -por causas externas- y la devaluación, se suma a la incertidumbre política “tanto por los errores del Ejecutivo como por los perdedores en un proceso electoral limpio y legítimo. Desde el Congreso, los perdedores hacen arduos intentos de destituir al presidente ”, cuestiona. En su análisis, llas proyecciones oficiales de crecimiento apuntan a un aumento del PIB del 3,4% al 2022 pero «eso es modesto para las necesidades y expectativas del país en cuanto a políticas públicas para reducir las desigualdades», dice el economista.

Beteta refiere que si se suma la caída en la aprobación del presidente el deseo desestabilizador del Congreso, puede ser un “cóctel explosivo”. “El presidente tiene la tarea de recuperar la imagen de su gobierno, mostrando políticas públicas que redunden en el bienestar de los ciudadanos, los más pobres, y preocupándose de que haya confianza en la población e inversión privada”, recomienda.

El ministro de Economía, Pedro Francke, propuso una reforma tributaria en 2021 y solicitó al Congreso poderes legislativos, pero fueron denegados en los aspectos más importantes, como los impuestos a la minería. El sociólogo Henríquez estima que los obstáculos del Congreso al Ejecutivo continuarán en el nuevo año. “Habrá algo de recuperación económica, pero me pregunto sobre la viabilidad del gobierno porque la oposición de derecha está logrando pequeños privilegios, pequeños obsequios y entorpece lo verdaderamente importante”, concluye.

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