Una trapeuta escolar renuncia a su trabajo tras saberse que participo en la toma del Capitolio

Una terapeuta escolar de Ohio, fotografiada en el escritorio del vicepresidente Mike Pence durante el ataque asalto al Capitolio de Estados Unidos, fue acusada de múltiples cargos criminales, informa la NBC.

Christine Marie Priola, de 49 años, renunció a su puesto como terapeuta ocupacional en el Distrito Escolar Metropolitano de Cleveland el día después de que su imagen fue capturada en los disturbios que dejaron al menos cinco personas muertas.

«Cambiaré mi camino para exponer el mal global de la trata de personas y la pedofilia, incluso en nuestro gobierno y agencias de niños», escribió Priola en una carta de renuncia el 7 de enero publicada por el distrito.

Ha sido acusada de tres delitos federales: entrada violenta y conducta desordenada, entrar a sabiendas en un edificio restringido y actividades ilegales en los terrenos del Capitolio, según una denuncia penal escrita por el alguacil adjunto de los Estados Unidos, David Kasulones.

Priola hizo una comparecencia inicial ante un juez federal el jueves y fue liberada con una fianza de 20.000 dólares, según la Oficina del Fiscal de Estados Unidos en Cleveland.

Una pista proporcionada a los agentes del FBI en Cleveland aparentemente llevó a los investigadores hasta Priola.

Priola se encontraba dentro de las cámaras del Senado «con un cartel en el que se leía, en parte, ‘Los niños claman justicia’» mientras «ocupaba el asiento del vicepresidente de Estados Unidos», según la denuncia penal.

Los alborotadores, incitados por la afirmación de Donald Trump de que él ganó las elecciones generales de noviembre, irrumpieron en el Capitolio el pasado 6 de enero con el objetivo de evitar por métodos violentos que el Congreso formalizara la victoria del presidente electo Joe Biden.

«La mujer vestía un abrigo rojo de invierno y pantalones distintivos que parecían tener el nombre ‘Trump’ y otras palabras escritas en la pierna», agregó Kasulones.

Conspiraciones

En la carta de renuncia de Priola, citó tres razones para dejar su trabajo, que consistía en diseñar planes de educación especial para estudiantes con discapacidades.

Priola dijo que se opone a la vacuna contra el coronavirus, se opone a las cuotas sindicales «que apoyan la matanza de niños no nacidos» y afirma que se embarca en una nueva carrera para luchar contra el tráfico patrocinado por el gobierno.

Uno de los dogmas conspirativos de la extrema derecha en Estados Unidos es que hay funcionarios del gobierno que forman parte de un grupo secreto de traficantes sexuales de niños.



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