Una nueva jornada de protestas en Colombia desata disturbios en Bogotá



Miles de personas volvieron este lunes a las calles de las principales ciudades de Colombia para protestar contra las políticas del Gobierno, la brutalidad policial y la violencia en una jornada mayoritariamente pacífica que fue empañada por enfrentamientos entre encapuchados y policías en Bogotá.

La jornada fue convocada por el Comité Nacional de Paro para rechazar la política social y económica del Gobierno del presidente colombiano, Iván Duque, y la violencia policial encarnada en la muerte de Javier Ordóñez, un hombre de 46 años que falleció en una clínica de Bogotá tras ser sometido brutalmente por dos agentes durante su arresto la madrugada del 9 de septiembre.

Igualmente, los manifestantes mostraron su rechazo a la violencia que afecta al país, en especial a las masacres que este año se han cobrado la vida de decenas de personas en las regiones y a los asesinatos de líderes sociales.

Durante la jornada, manifestantes hicieron sentadas y movilizaciones en al menos ocho puntos de Bogotá, así como una caravana liderada por sindicalistas que adornaron sus vehículos con globos y banderas de Colombia.

Estas manifestaciones tenían como objetivo retomar las multitudinarias protestas de noviembre del año pasado, pero a diferencia de lo ocurrido en 2019 este lunes no se vieron grandes movilizaciones.

El punto de encuentro fue la Plaza de Bolívar de Bogotá, centro del poder de Colombia, a donde comenzaron a llegar centenares de personas desde temprano.

Con batucadas y pancartas con mensajes como «¿Dónde están nuestros derechos?» o «Por la vida y la paz nunca más guerra para la juventud», los manifestantes se acercaron hasta allí con consignas en rechazó a la brutalidad policial y al Gobierno.

«Hay que estudiar, hay que estudiar, el que no estudie es Policía Nacional», cantó uno de los grupos que llegó hasta allí.

Sin embargo, la situación se complicó cuando vándalos encapuchados comenzaron a lanzar piedras a los miembros de la Policía ubicados en la parte exterior del Palacio de Justicia.

A pesar de que algunos manifestantes se interpusieron entre los uniformados y los vándalos, a quienes les pidieron que dejaran de atacar a los policías, la tensión fue creciendo y el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) intervino cuando a pocos metros de allí otro grupo destruyó una agencia del Banco Caja Social.

En ese momento, el escuadrón policial arrojó gases lacrimógenos y la multitudinaria protesta se dispersó entre las calles del centro histórico de Bogotá.

«Hubo una actuación criminal contra la Caja Social (…) la cual vandalizaron, destruyeron y la penetraron con la intención de hurtar algunos elementos», dijo el director de la Policía, general Óscar Atehortúa, al hacer un balance de la jornada.

Por su parte, la alcaldesa Claudia López manifestó que tras la intervención del Esmad los ciudadanos iban a poder manifestarse sin dificultades en la Plaza de Bolívar, cosa que no ocurrió porque los enfrentamientos continuaron en zonas aledañas.

La alcaldesa, que es contraria al uso de la fuerza policial en las manifestaciones, agregó que su administración había advertido que garantizaba las protestas pacíficas pero «ante cualquier acto vandálico o violento el Esmad tiene autorización de intervenir con gases, sin armas letales».

Mientras, la representante a la Cámara Katherine Miranda, del partido Alianza Verde, denunció que un Policía la golpeó en varias ocasiones con su motocicleta.

«Soy absolutamente pacífica, con profundo respeto pedí que me explicaran por qué agredían y se querían llevar a un joven para el CAI (Comando de Acción Inmediata). Allí un policía me golpeó con su moto en varias ocasiones. No podemos seguir siendo víctimas de los abusos de fuerza», expresó la congresista en Twitter.

«Vándalos destruyen e ingresan violentamente a una entidad financiera en el centro de Bogotá, lo cual obliga la intervención del Esmad de la Policía para restablecer el orden», dijo por su parte, también en Twitter, el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo. «El Gobierno Nacional respeta la manifestación pacífica pero no puede permitir la violencia y el vandalismo», añadió.

Por la Avenida El Dorado, una de las principales de la ciudad, salieron estudiantes y miembros de la Guardia Indígena en medio de la algarabía y acompañados por una banda musical que le dio ritmo a la caminata.

En un viaducto de la avenida los manifestantes colgaron una pancarta que decía «¿Quién dio la orden de masacrar jóvenes en Bogotá?» junto con retratos de Duque, del expresidente Álvaro Uribe y del general Atehortúa, así como del ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, y del embajador de Colombia en EE.UU., Francisco Santos.

El hecho al que hicieron referencia es la muerte de 13 personas en las violentas manifestaciones contra la brutalidad policial de los pasados 9 y 10 de septiembre que fueron desatadas por el fallecimiento de Órdoñez.

En la misma avenida fue dibujado el rostro de Ordóñez cerca de otra pintada que decía: «Despierta país indolente».





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