Una mujer encuentra muerto en el coche a su hijo, enfermero en Florida



William Coddington, un enfermero de 32 años de Florida (EE UU) fue hallado muerto en su coche en el aparcamiento de un hotel el pasado 25 de abril. Su madre, que no había recibido noticias suyas, localizó la ubicación de su móvil y fue hasta el lugar en el que se encontraba su hijo, según informa The New York Post.

Su familia cree que su muerte se debió a una sobredosis, ya que el sanitario, que trabajaba en el Centro Médico JFK de West Palm Beach, llevaba 10 años luchando contra su adicción a los opiáceos y otras sustancias. A pesar de estar muy comprometido con su desintoxicación, Coddington volvió a recaer cuando en marzo los casos de Covid-19 se dispararon en Estados Unidos y la UCI de su hospital se llenó de pacientes con coronavirus.

Su madre, Carolyn, ha asegurado que le afectó mucho ver morir a personas de su edad y la crudeza de la pandemia, lo que le llevó a dejar de asistir a las reuniones para recuperarse. La mujer también ha contado que su hijo tenía miedo porque había pocos equipos de protección individual y que tenía pesadillas con los pitidos de los respiradores de la UCI.

Semanas antes de su muerte, el enfermero había denunciado a través de su perfil de Facebook de la falta de material de protección para el personal sanitario. «En mi hospital estamos racionando una mascarilla N95 para todo mi turno«, escribió Coddington. «Nos estamos quedando sin batas. Estamos haciendo que la gente haga protectores faciales improvisados que terminan rompiéndose», publicó también.

Coddington habló con su amigo Robert Marks la noche de su muerte y muy entristecido le describió la situación por la que estaba pasando. «No corras riesgos innecesarios, pero espera», le dijo Marks, que no recibió nunca respuesta de su amigo. «Lo que para ti o para mí puede resultar perturbador o molesto, para él era devastador«, aseguró el joven a NBC Miami sobre la vida del enfermero.

Además del duro escenario al que se enfrentaba cada día en el trabajo, su madre explica que William «no podía reunirse con su tutor [en la desintoxicación]» ni con «sus amigos» porque «nadie quería verlo porque trabajaba en un hospital, ni siquiera para sentarse a 6 pies de distancia». Esto le llevó a encerrarse en sí mismo y a apenas hablar con su madre, con la que vivía.

Sobre las causas de su muerte, su familia sospecha que se debió a una sobredosis, aunque el portavoz de la oficina del forense del condado de Broward informó de que el caso aún está pendiente, aunque las cámaras de seguridad del aparcamiento en el que Coddington fue hallado muestran como un coche se sitúa en el paralelo a él y se produce «algún tipo de intercambio». Sin embargo, la Policía no maneja la hipótesis de que se haya tratado de un ajuste de cuentas.

El centro hospitalario para el que trabajaba no se ha pronunciado sobre la muerte de William, aunque a través de su portavoz, Kathryn Walton, señalaron que el objetivo del hospital es proteger a los empleados y que había «suministros adecuados de EPI». Además, también ha comunicado que se están «tomando medidas para conservar los EPI porque no sabemos cuáles serán nuestras necesidades futuras».



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