Una epidemióloga pierde a su padre porque «él prefería creer en los mensajes de Whatsapp»

La epidemióloga brasileña Maria Cristina Willemann sufrió en su propia familia las consecuencias de los bulos sobre el coronavirus a través de las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea. Su padre, César Willemann, murió de Covid con 65 años después de haber ignorado las recomendaciones sanitarias que su propia hija le indicaba.

En febrero de 2020 Willemann ya avisaba en entrevistas a medios brasileños de los peligros de la propagación del virus y de la importancia de tomar medidas para protegerse. Sin embargo, la experta vio cómo su propio padre fue hospitalizado grave con Covid-19 y, días después, falleció.

«Es muy frustrante saber que estuve trabajando desde el inicio de la pandemia para evitar que la gente se enfermara, pero no pude convencer a mi propio padre. Es una mezcla de frustración y rabia», se ha sincerado en una entrevista en BBC Brasil.

Según ha contado, en el mes de marzo su padre cumplía con las medidas y permanecía en casa junto a su esposa. Sin embargo, en los meses siguientes fue regresando a su rutina normal, anterior a la pandemia. «Como salió de la casa varias veces y no contrajo coronavirus, pudo haber pensado que no se contagiaría en ningún momento», indicó su hija.

Esta experta apunta a que la propagación de noticias y bulos de forma masiva a través de Whatsapp pudo influir en su padre, que comenzó a dudar de los riesgos reales que el virus entraña. 

«Creo que muchas personas mueren porque piensan, como mi papá, que no les va a pasar. Estas personas pueden pensar que están protegidas de alguna manera, creen que algún tratamiento ha de funcionar o piensan que existe una inmunidad colectiva que los protegerá», ha asegurado Willemann.

En este sentido, su padre César creía que la cloroquina, un fármaco a menudo defendido por el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, podría curarlo de la Covid-19.

«Por mucho que dije todo, según criterios científicos, él prefirió creer en las conversaciones de amigos, en los mensajes de Whatsapp«, ha lamentado la epidemióloga. 

«Recibió información falsa, incluso sobre la cloroquina, a través de WhatsApp, que era el medio de comunicación que más usaba. Por mucho que le dijeran en televisión que no había evidencia científica sobre la cloroquina, prefirió creer en Whatsapp«, ha añadido Willemann.



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