«Trump querrá destruir la transición»


«Los mandatos del presidente y del vicepresidente finalizarán al mediodía del día 20 de enero». Así lo establece la 20ª Enmienda de la Constitución estadounidense, determinando que, a partir de entonces, se inicia el mandato del sucesor y nuevo presidente de Estados Unidos.

De perder las elecciones presidenciales, Donald Trump debería abandonar la Casa Blanca antes de esa fecha, como lo han hecho anteriormente todos sus predecesores. No obstante, sus continuas declaraciones calificando de “fraude” los resultados de las elecciones y tratando de deslegitimar el voto por correo –que ha dotado a su opositor demócrata, Joe Biden, de un buen grueso de votos– , hacen tambalear la posibilidad de que el traspaso de poder se efectúe de forma pacífica o, por lo menos, libre de polémica.

En la madrugada electoral, cuando todavía quedaban millones de votos por contar, el magnate estadounidense se autoproclamó ganador de los comicios y anunció su intención de llevar a los Tribunales cualquier resultado electoral que no le posicionara a él en el podio ganador. Todavía no hay un resultado oficial, pero todo apunta a que Joe Biden será el 46º presidente de Estados Unidos; predicciones que han suscitado la desesperación de Trump, claramente reflejada en los mensajes que ha ido publicando, casi sin descanso, en su perfil de Twitter.

En el caso de que el candidato Biden saliera ganador de unos escrutinios que mantienen en vilo a toda la comunidad internacional, Donald Trump deberá permanecer en la Casa Blanca durante dos meses en los que su influencia y poder político se verán considerablemente disminuidos (sobre todo, teniendo en cuenta la pérdida de apoyos de los últimos días). O lo que la tradición norteamericana califica como proceso de lame duck (pato cojo). 

Entrevista a Francis Ghilès, experto en geopolítica global

Francis Ghilès, experto en geopolítica global y analista en CIDOB.
F. C.

Francis Ghilès se graduó en Ciencias Políticas en Grenoble (Francia) y ha realizado posgrados en St Antony’s College, Oxford y la University of Keele. Asimismo, ha sido comentarista habitual en canales de televisión como la BBC, y ha trabajado como asesor para gobiernos occidentales, entre ellos Estados Unidos. Es también investigador asociado de Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB). 

– ¿Qué pasará en los próximos días?

De momento es difícil de decir, porque es evidente que Donald Trump quiere hacer de todo por destruir la transición. Pero lo que se nota desde los últimos tres días, y hoy particularmente, es que hay senadores republicanos muy influyentes que están contradiciéndole sobre la cuestión del supuesto fraude electoral, porque saben que no pueden apoyar la actitud destructiva de Trump y su familia. Hay mucha incertidumbre sobre lo que pasará, pero la actitud del partido republicano es muy importante en este caso.

La otra cosa que se puede observar de las últimas 48 horas, es que la cadena de televisión ‘Fox News’, que pertenece a Rupert Murdoch, ha cambiado y no está apoyando del todo a Trump, quien ha dependido de ese apoyo durante los últimos cinco años. Pero Murdoch es, al fin y al cabo, un hombre de negocios al que no le gusta un político que pierde. 

«Hay personas del círculo de Trump que buscan a una persona que pueda ir a verle y hacerle entrar en razón»

Además, en la derecha americana, entre los conservadores y aliados de Trump, hay gente que se está dando cuenta de la actitud destructiva de Trump a la hora de hablar de votos «legales» e «ilegales». Por eso vamos a ver en los siguientes días qué pasa exactamente. Es muy difícil saber exactamente cuál es el siguiente paso de una persona como Trump, pero cabe la posibilidad de que no se cumplan los peores augurios que vaticinan los analistas. 

En este momento, según informaciones que llegan de Washington, hay personas del círculo de Trump en la Casa Blanca que, en este momento, están buscando a una persona pueda ir a verle y hacer entrar en razón a un hombre con un nivel de narcisismo absolutamente exagerado. 

– ¿Hasta qué punto ha perdido apoyos?

Fox News es muy importante a la hora de influir en gran parte de la opinión norteamericana. Pero también lo son los aliados más cercanos del presidente en particular, como Mitchell McConnell, el senador que dirige la mayoría en el Senado. En estos últimos días, él ha aseverado que no hay pruebas todavía para hacer unas acusaciones tan graves como las de fraude electoral. McConnell, además, ha sido reelegido senador en estas elecciones, y sabe que esta manera de ser puede ser perjudicial para su carrera. Luego, está la gente que es cercana a Trump, pero que mantiene un mínimo de respeto hacia la democracia.  

– ¿Por qué se aferra tan firmemente a la presidencia?

Trump seguirá pidiendo que se hagan recuento de votos y presentando recursos a los tribunales, pero incluso los abogados republicanos dicen que esos recursos no tienen mucha validez ni consistencia; no son muy fuertes. 

El hecho de perder la presidencia tiene también un punto personal, porque para él, perder, es una hecatombe. Pero, la segunda razón que la gente no ve, es que él ha recibido mucho dinero de los bancos y, si pierde la presidencia, va a ser una catástrofe, pues gran parte de su fortuna son deudas enormes.

– En el caso de perder las elecciones, ¿cree que llegara a asumirlo?

Lo que pasa en Estados Unidos es como un thriller, como una novela policíaca. Cuando estás leyendo una página, no puedes saber qué va a pasar en dos o tres páginas más adelante. 

Es posible que si Trump admite que no ha ganado las elecciones, sea un choque para la mayoría. Yo no puedo hacer psicología de un hombre que no conozco, pero cuando estamos frente a un hombre tan particular y tan narcisista, es muy difícil saber lo que puede pasar. Por eso, ahora lo que importa es la solidez de las instituciones americanas, de la justicia, de los jefes de la policía, del ejército… y la actitud de la cumbre del partido republicano y de los demócratas. 

-En este período de noviembre a enero ¿qué poderes albergaría?

En esos meses, el presidente tiene mucho poder. Puede, por ejemplo, perdonar delitos, despedir a funcionarios (ya advirtió que despediría al responsable de la pandemia), etc. Tiene mucho poder, pero el problema va a estar en la atmósfera política, y en la calle. 

En caso de guerra, por ejemplo, o de acción internacional, es otro asunto. Por ejemplo, cuando Nixon se marchó de la presidencia después del escándalo del Watergate, los jefes militares tuvieron mucho cuidado en no hacer cosas que les pedía el presidente durante este momento de incertidumbre. Por eso, si Biden gana la presidencia, los militares probablemente van a tener mucho cuidado en no hacer cosas que puedan perjudicarles después. Todos van a ser muy prudentes. 

Pero estamos hablando de un presidente que es capaz de hacer cosas que ningún otro ha hecho. Y, por eso, estamos viviendo un momento absolutamente extraordinario y sin precedentes.

– ¿Albergará Biden el mismo poder que ha acumulado Trump estos años?

Joe Biden es un hombre que conoce muy bien la ‘máquina americana’, y eso es muy útil en este momento. Es un hombre al que mucha gente con posiciones importantes conoce personalmente.

Es importante destacar también que Biden ha sido senador durante décadas. Es hombre del centro político norteamericano y siempre ha mantenido buenas relaciones con los senadores del partido republicano. Por ello, vamos a ver un mínimo de acuerdo entre estos senadores republicanos (que han obtenido la mayoría en las elecciones), y la gente de Biden. 

Independientemente de que estemos de acuerdo, o no, con sus inclinaciones ideológicas, es un hombre que sabe muy bien lo que es el mundo. Conoce el funcionamiento de Europa, Rusia, China, Israel, etc. 

Y, de todas maneras, es evidente que durante dos o tres meses, Estados Unidos no va a poder hacer mucho internacionalmente, va a estar muy complicado. Es posible que Biden pueda hacer algunas declaraciones con la Otan, con Europa, o China… pero hasta enero no tiene el poder. Es muy difícil. Hay mucha incertidumbre.

– ¿Cómo va a ser la transición de poder?

En general, el traspaso de poder de un mandatario a otro suele producirse de una manera favorable. Por ejemplo, el caso de Bush y Obama. Estaban muy alejados políticamente, pero la administración de Bush hizo las cosas muy bien y facilitó el cambio de Gobierno. 

La última vez, hace cuatro años, fue un desastre. La gente de Trump no estaba preparada, y Obama intentó explicar a su equipo pero no consiguieron conciliar del todo. Podemos esperar que las cosas pasen bien, pero como he dicho, estamos hablando de una persona con un populismo, narcisismo e ignorancia del mundo tan grande, que no sabemos cómo va a reaccionar. 

Además, hay otras cuestiones, como el hecho de que durante estos años muchos funcionarios se han marchado del servicio público. ¿Qué va a pasar entonces con la burocracia? Es complicado, pero vamos a ver si la democracia americana es lo suficientemente fuerte para resolver estos problemas.



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