Tokio 2020: La medalla de bronce premia a un México atrevido en los Juegos Olímpicos | Juegos Olímpicos 2021
México Necesitaba un premio a uno de los mejores equipos olímpicos de su historia. Lo mejor, por el oro obtenido, seguirá siendo el de Londres 2012. El Tri de Tokio duró para quedarse con la medalla de bronce ante los anfitriones que hicieron Takefusa kubo su pastor. La ofensiva y la creatividad mexicana podrían hacer más para ganarlo 3-1. La selección de fútbol suma su segunda medalla en la historia de los Juegos Olímpicos y la cuarta de México en Tokio 2020. Todas han sido de bronce.
El Tri, herido de orgullo por perder ante Brasil en los penales en semifinales, salió con una navaja entre los dientes. Contra Japón quiso quedarse con la medalla de bronce. Los extremos, dos futbolistas rápidos e intrépidos empezaron a provocar ardor de estómago a los japoneses. Alexis Vega, a la izquierda, y Diego Lainez, a la derecha, abrieron grietas en la defensa asiática. Vega entró al área para intentar disparar y Wataru Endo lo derribó. Penalti para los mexicanos. Sebastián Córdova, con espíritu de Cuauhtémoc Blanco por la frialdad, cargó 1-0. Minuto 12 y el triunfo fue tricolor.
Endo, para compensar su error, se lanzó al ataque para intentar batir al portero Guillermo Ochoa. Lo que sí consiguió fue patear el brazo del portero y una tarjeta amarilla. Fue otro revés para el equipo anfitrión en Saitama. Les esperaba otro golpe letal. Diez minutos después del primer gol, Córdova cruzó el área y Johan Vásquez, uno de los centrales más destacados de México, se levantó para poner el 2-0.
México tuvo que respetar su estilo y no perderse en la nebulosa de la comodidad. Con el balón, los mexicanos disfrutaron paseándolo de costa a costa. El centro del campo fue una armonía de pases entre Carlos Rodríguez y Luis Romo. En los primeros 10 minutos del segundo tiempo, Diego Lainez tuvo que salir llorando por una mala patada al balón. Su lugar lo ocupó otro jugador atrevido, Uriel Antuna. La siguiente jugada terminó en otro efectivo centro de Córdoba que terminó en la frente de Vega para poner el 3-0. Antuna, en medio del desconcierto japonés, falló una opción clara de gol.
Ochoa, presionado por Japón, sacó un gol de Mitoma y bloqueó un disparo de Ueda en los minutos finales. Mitoma, sin embargo, cerró la brecha con un gol en solitario en el que noqueó a tres defensas en el área (3-1). México se dedicó a defender y a sufrir los últimos minutos. El borde era lo suficientemente ancho como para encontrar algo de tranquilidad. Con el pitido final, México celebró el bronce como el torneo que corona a toda una generación brillante. El técnico, Jaime Lozano, dimitió de su cargo horas antes de enfrentarse a Japón, el ciclo había terminado.
Más información
En Tokio 2020, los mexicanos habían salido con una máquina goleadora que abrumaba Francia (4-1). Las dudas llegaron cuando se enfrentaron a Japón por primera vez en la fase de grupos. En menos de 12 minutos ya estaban perdiendo el partido 2-0. Ese doble golpe bajó la moral de un equipo que lo había hecho bien con una gran ofensiva. (2-1). En contra Sudáfrica se recuperó (3-0) y en cuartos de final, contra Corea del Sur, la ofensiva se reactivó (6-3). Contra Brasil, El Tri se mostró muy incómodo en el campo sin control del balón. Logró llevar el partido a los penaltis (1) 0-0 (4).
Una de las historias oscuras de los Juegos Olímpicos de México se remonta a 1968. En ese año, El Tri compitió con Japón por el bronce. Los anfitriones de ese año perdieron el 2-0 y dejaron abucheados el estadio Azteca. Esa derrota levantó sospechas. La revancha mexicana tardó 53 años en llegar.
Suscríbete aquí para Boletin informativo de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la situación actual de este país