Todo lo que se sabe de la explosión en Beirut: ¿qué había en la nave? ¿por qué se especula con un ataque intencionado?



Son muchas las incógnitas de la terrible explosión ocurrida este pasado martes en Beirut en la cual murieron al menos 100 personas y más de 4.000 resultaron heridas. Al parecer, la causa de la deflagración fue un cargamento de nitrato de amonio de 2.750 toneladas sin custodiar, aunque todavía se desconoce el origen y si fue intencionado.

El incidente se produjo en el puerto de Beirut, uno de los lugares clave para la economía del Líbano, que actualmente está sumida en una de sus peores crisis económicas desde el final de su guerra civil en 1990. Que los daños se hayan producido en esa zona es una de las razones por la que se sospecha una intencionalidad en el ataque ligada al boicot.

En el marco de esta fuerte tensión política, las calles de Beirut han sido protagonistas recientemente de manifestaciones ciudadanas pidiendo responsabilidad al Gobierno por la fuerte crisis que viven. La explosión ocurrida el martes sucedió días antes de que un tribunal de Naciones Unidas revele el polémico veredicto sobre el asesinado del ex primer ministro Rafik Hariri en 2005, atribuido al movimiento islámico armado Hezbollah.

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha aseverado que tras una reunión con altos cargos militares habían llegado a la conclusión de que la explosión en Beirut fue en realidad un «ataque» con «algún tipo de bomba». Para el líder americano, «esto no fue un suceso tipo una explosión industrial», dijo sugiriendo que había sido un atentado.

Por su parte, el primer ministro libanés, Hasan Diab, prometió este miércoles que los responsables de la gran explosión que sacudió Beirut van a «pagar el precio». En un breve discurso televisado, Diab afirmó que «esta catástrofe no pasará sin responsabilidades» y que hacer justicia es la labor del Gobierno. Esta es una promesa a los mártires y a los heridos», remarcó sin precisar si se sospecha que los responsables atacaron o fue un accidente.

Según han informado las autoridades, el almacén que explotó contenía 2.750 toneladas de nitrato de amonio, que se encontraban en el lugar sin control ni vigilancia desde hacía seis años. Esta sustancia química está presente en muchos fertilizantes agrícolas y no detona a no ser que se le acerque una fuente de calor o producto combustible cuando hay una gran cantidad de sustancia. También se usa como explosivo combinándolo con otros tipos de productos.

Las tensiones con Israel, país limítrofe por el sur del Líbano, han puesto al país hebreo en el punto de mira. La semana pasada, las autoridades israelíes acusaron un supuesto intento de infiltración en su territorio por parte de Hezbollah. Sin embargo, un oficial israelí aseguró a la BBC que su país no tiene «ninguna conexión» con la explosión. El director de Seguridad General, Abbas Ibrahim, también negó la implicación.

La Organización del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares (CTBTO, por sus siglas en inglés) está analizando los datos de la gran explosión. Si bien su fin es detectar posibles explosiones nucleares y obtener pruebas de que se han producido, la red detecta y localiza también la energía liberada por una explosión, ya sea nuclear o no, o por un fenómeno natural producido en el subsuelo, bajo el agua o en la atmósfera.

Hasta ahora, no hay indicios de eventuales materiales nucleares en la explosión, ni parece probable, confirmó la portavoz. No obstante, admitió que la organización no está aún en condiciones de descartar al cien por cien tal eventualidad, dado que verificar la presencia de radionúclidos requeriría más tiempo, mientras que la detección de la explosión en sí misma por la red se produce de forma inmediata.



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