Texas frena su reapertura tras el récord en contagios de Covid mientras Nueva York se prepara para pasar de fase



El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, ordenó este jueves frenar el proceso de reapertura económica del estado debido al récord registrado en el número de hospitalizaciones y contagios confirmados de Covid-19. Por su parte, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, declaró que espera que la ciudad pueda entrar en la fase 3 de la desescalada el próximo 6 de julio, si los indicadores sobre la presencia de la Covid-19 continúan estables, en un momento en el que las cifras globales de contagio en el país están en aumento.

«Lo último que quiero hacer como estado es dar marcha atrás y cerrar los negocios. Esta pausa temporal ayudará a nuestro estado a controlar la expansión hasta que seamos capaces de entrar en la siguiente fase de la apertura económica de nuestro estado», dijo el gobernador de Texas en un comunicado.

El repunte se concentra en las áreas metropolitanas de Houston y Dallas, y en ciudades como Austin, San Antonio y El Paso. «A la vez que experimentamos este auge tanto en hospitalizaciones como en contagios, estamos concentrados en estrategias que frenen la expansión del virus, al mismo tiempo que permitimos que los texanos continúen ganando sus salarios para apoyar a sus familias», agregó Abbott.

Actualmente, Texas cuenta con 4.389 pacientes hospitalizados con Covid-19, frente a los 2.793 de hace una semana, según datos del Departamento de Salud estatal. Abbott reconoció este miércoles que el estado enfrenta «un brote masivo de coronavirus». Texas, uno de los estados más poblados de EE.UU. con 29 millones de habitantes, reportó este miércoles 5.500 contagios confirmados de Covid-19.

Es uno de los estados en el sur y oeste del país, junto con Florida, Arizona y California, que está experimentando un alza en medio del proceso de reapertura económica que está provocando preocupación entre las autoridades médicas. Estados Unidos sumó este miércoles unos 36.000 nuevos contagios de coronavirus, una cifra récord muy parecida a las registradas a finales de abril, durante el pico de la pandemia en la región de Nueva York.

Las muertes, sin embargo, no se han disparado en EE.UU. y promedian menos de 1.000 diarias, lejos de las 2.500 que se alcanzaron en abril. En total, Estados Unidos es el país del mundo más afectado por la pandemia con 2.388.865 casos confirmados y 122.071 muertes, más del doble del segundo, que es Brasil, según la Universidad Johns Hopkins.

El alcalde de Nueva York declaró este jueves que espera que la ciudad pueda entrar en la fase 3 de la desescalada el próximo 6 de julio si los indicadores continúan estables.

Esta tercera fase permitirá a los restaurantes, que con la entrada de la fase 2 el pasado lunes reabrieron las terrazas, ofrecer mesas a sus clientes en el interior y se autorizará también el regreso de negocios de cuidado personal como los salones de belleza, centros de manicura o lugares de masaje. Asimismo, se volverá a permitir el juego de deportes en equipo en exteriores.

Coincidiendo con este adelanto, el alcalde anunció que once hospitales y centros de salud en la ciudad ofrecerán análisis gratuitos para la detección del coronavirus e insistió en la importancia de continuar haciendo pruebas para hacer un seguimiento de la evolución de la pandemia.

Al igual que la ciudad, el estado de Nueva York se encuentra en plena reapertura y tiene una proporción de positivos sobre el total de testados del 1,1 %, mientras que el área de la Gran Manzana, que avanza más lentamente que el resto de áreas, tiene una proporción del 1,2 %, dijo este miércoles el gobernador, Andrew Cuomo.

De Blasio ya anunció el miércoles que el próximo 1 de julio las ocho playas locales reabrirán para los bañistas con horarios limitados, el último paso en una reapertura en la que los ciudadanos ya pueden disfrutar los restaurantes con terraza exterior, las tiendas minoristas o las peluquerías, entre otros negocios.



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