Suecia supera el medio millón de casos de coronavirus y entra en «fase crítica»


Suecia, que optó inicialmente por una estrategia más suave contra la pandemia de coronavirus, ha superado el medio millón de casos de coronavirus, tras registrar 17.395 nuevos desde el viernes, según comunicó este martes la Agencia de Salud Pública (FHM), que calificó la situación actual de «fase crítica».

La cifra de muertos asciende a 9.667, con los 234 notificados en los últimos cuatro días, aunque la FHM advirtió de que las cifras son inseguras por el menor número de test realizados durante las Navidades y los retrasos en el registro de muertes, que pueden haberse producido días o semanas antes.

Las estadísticas actualizadas hoy muestran que el pasado 17 de diciembre se registró un récord de muertes con 117, superando las 116 ocurridas durante dos días de abril.

«Ahora nos encontramos en una fase crítica en la que estamos cerca del límite de lo que puede soportar el sistema sanitario, una fase en la que puede aumentar el contagio, por eso es muy importante seguir las recomendaciones», señaló en una rueda de prensa el epidemiólogo jefe de la FHM, Anders Tegnell.

Tegnell explicó que es difícil comparar la segunda ola de coronavirus con la primera por el mayor número de test que se hacen ahora y porque, aunque hay más pacientes que reciben atención hospitalaria, el número de altas es mayor y el tiempo de ingreso es más reducido.

En ninguna de las 21 regiones suecas se ha declarado el nivel más alto de alerta sanitaria, aunque en 15 rige el segundo más grave, y las UCI de los hospitales mantienen una capacidad libre en torno al 20 %, según informó la Dirección de Asuntos Sociales.

Las autoridades sanitarias descartan nuevas restricciones

«Lo principal es quedarse en casa si estás enfermo, relacionarte con el menor número de personas posible y trabajar desde casa. No creo que introducir nuevas restricciones tenga un efecto importante, sino que debemos usar al máximo las que ya existen», afirmó el epidemiólogo jefe de Suecia.

Tegnell resaltó que los datos muestran que el nivel de cumplimiento de las recomendaciones en Suecia, como la de evitar el transporte colectivo o no realizar viajes innecesarios, es similar al de países donde se han implantado medidas de coerción legal, y destacó que estos son además los que tienen las cifras más altas de contagio y de muertes.

Tras apostar por muchas recomendaciones y alguna prohibición en la primera ola, el Gobierno sueco asumió un papel más activo desde noviembre, fijando la enseñanza a distancia en institutos y universidades, limitando a ocho el número de personas en reuniones públicas y restringiendo la actividad de bares y restaurantes.

El Parlamento sueco aprobó de urgencia hace una semana una ley epidémica temporal que permitirá establecer restricciones legales al aforo y el horario en tiendas, centros comerciales, cines, zoológicos, gimnasios, restaurantes e instalaciones deportivas, entre otros, además de otorgarle la potestad de cerrarlos en último término.

Suecia es el más castigado de los países nórdicos por el coronavirus, con una tasa de mortalidad de 92,63 por cada 100.000 habitantes, tres veces más que Dinamarca, nueve que Finlandia y diez que Noruega, aunque por debajo de los más afectados en Europa, como España, Italia, el Reino Unido y Francia.



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