Siete imputados por el asesinato yihadista del profesor en Francia


Siete personas fueron imputadas este miércoles por su implicación en el atentado yihadista en el que un profesor, Samuel Paty, fue decapitado el pasado viernes en la región de París tras haber mostrado caricaturas de Mahoma en una clase. Entre los imputados hay dos menores por haber identificado a la víctima ante el asesino a cambio de dinero.

La Fiscalía Nacional Antiterrorista de Francia indicó en un comunicado divulgado este miércoles por la noche que esos dos menores quedaron en libertad bajo control judicial, acusados de complicidad en un asesinato terrorista, mientras que los otros cinco ingresaron en prisión.

De estos cinco, cuatro fueron inculpados por ese mismo delito de complicidad en un asesinato terrorista, mientras al quinto, identificado como Yussuf C. por la Fiscalía Nacional Antiterrorista, se le reprocha el cargo de pertenencia a una organización terrorista criminal.

Brahim Chnina, padre de una alumna del colegio en el que trabajaba Samuel Paty, y que lanzó una campaña contra el profesor asesinado, y Abdelhakim Sefrioui, un conocido activista de tendencia integrista que le asistió en esa campaña en redes sociales, son dos de los procesados por complicidad.

Los otros dos son Naïm B. et Azim E., amigos del asesino, el joven checheno Abdoullakh Anzorov, que fue abatido por la policía poco después de haber matado a Paty en las proximidades del colegio en el que trabajaba en la localidad de Conflans Sainte Honorine, en el departamento de Yvelines.

También era un amigo de Anzorov, Yussuf C., el único de los siete acusados al que no se le reprocha simplemente haber sido cómplice, sino directamente de terrorismo.

Homenajeado como un héroe

Todas esas imputaciones se conocieron pocas horas después de un homenaje nacional a Paty en París, presidido por el jefe del Estado francés, Emmanuel Macron, que le impuso a título póstumo la Legión de Honor, la máxima distinción oficial del país, y aseguró que continuará el combate por la libertad que él encarnaba porque «es más necesario que nunca».

La Universidad de la Sorbona, «lugar del humanismo» y del «saber universal», fue el escenario de un acto breve y solemne, en el que el féretro de Samuel Paty (que tenía 47 años) entró a hombros de la Guardia Republicana y, a petición de la familia, al ritmo de la canción One, de U2.

«Fue asesinado porque los islamistas quieren nuestro futuro. Ellos separan a los fieles de los infieles. Paty solo veía a ciudadanos», declaró Macron, quien dejó claro que Francia «no renunciará a las caricaturas».

El jefe del Estado destacó que ese profesor de Historia y Geografía en un instituto de Conflans-Sainte-Honorine, a unos 30 kilómetros de París, fue asesinado precisamente porque representaba esos valores republicanos «que renacen cada día en las aulas».

«Proseguiremos ese combate por la libertad del que eres desde ahora el rostro, porque te lo debemos y nos lo debemos. Esa lucha es más esencial y actual que nunca», sostuvo ante unos 400 invitados, incluido el expresidente socialista François Hollande.



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