saturación de camas, 47% de positividad y escasez de vacunas


Los nepalíes viven su peor momento desde el inicio de la pandemia, donde su capacidad de respuesta médica, las decisiones del Gobierno y su relación con la India están jugando un papel fundamental en la crisis sanitaria que están viviendo.

En cuestión de meses los casos de coronavirus han aumentado en Nepal, de los 100 que se reportaban antes a los más de 8.000 en los que están ahora; 9.070 casos el pasado miércoles. Además, la tasa de positividad -porcentaje de pruebas que dan positivo- a nivel nacional es del 47%, es decir, que casi la mitad de las pruebas que se realizan acaban siendo positivas.

Ante esta situación el país ha reconocido estar a punto de perder el control del brote que están sufriendo, lo que ha llevado al primer ministro nepalí, Khadga Prasad Sharma Oli, ha solicitar ayuda al ejército para gestionar las instalaciones de emergencia y a la comunidad internacional.

Como recoge The Guardian, el presidente de la Cruz Roja de Nepal, Netra Prasad Timsina, dijo sobre esta situación que «lo que está ocurriendo en la India en estos momentos es un horripilante anticipo del futuro de Nepal si no somos capaces de contener esta última oleada de Covid que se está cobrando más vidas por momentos».

La situación en Nepal podría complicarse mucho más, ya que tiene menos médicos per cápita que la India, 0,7 médicos por cada 100.000 habitantes. Además, cuenta únicamente con 1.600 camas de cuidados intensivos y 480 ventiladores para una población de 30 millones de personas.

¿Cómo se ha llegado a esta situación?

El primer ministro nepalí ha hecho recomendaciones y comentario sobre el virus y como combatirlo que no han ayudado a que la población tomara grandes medidas de control. Como recoge CNN, hace escasas semanas dijo que la enfermedad se podía tratar haciendo gárgaras con hojas de guayaba y que el sistema inmunológico de los nepalíes era más fuerte debido a la ingesta diaria de especias.

La relación de Nepal con la india a nivel geográfico y humano ha jugado un papel fundamental. Una de las zonas más afectadas ha sido la ciudad de Nepalgunj, cerca de la frontera con el estado indio de Uttar Pradesh, que desde el pasado 27 de abril, cuando se anunció el cierre de fronteras con India y un nuevo confinamiento, comenzó a recibir una alta afluencia de trabajadores migrantes nepalíes que regresaban antes de que se produjera un cierre definitivo.

El fuerte brote que vive la India, las cepas que allí se están generando y las débiles políticas de contención dentro del Estado nepalí, así como los festivales religiosos del pasado mes de abril con escaso control, donde los ciudadanos se reunían en casas de familiares y amigos, han podido ayudar a su propagación.

Así mismo, las escasas vacunas que tienen se han administrado en una campaña de vacunación que ha recibido críticas por el desorden con el que se ha hecho, provocando grandes colas y aglomeraciones de gente.

Con un total de 3.529 muertes y más de 360.000 contagios desde el inicio de la pandemia, el avance del virus en Nepal seguirá aumentando los próximos días. Hasta donde llegará esta crisis y el número de afectados está todavía por ver, y las medidas que tome el Gobierno los próximos días y la asistencia internacional que reciba serán fundamentales.



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