Rodrigo Zalazar: De Zalazar og Zalazar, en gol desde mediocampo en el nombre del padre | deporta


No fui a su fiesta porque estaba muy nervioso. «Más que cuando jugaba», ex José Luis Zalazar, uruguayo afincado en Málaga, mundialista en 1986 con su selección antes de dar el salto a España, donde jugó en Cádiz, Espanyol, Albacete y Santander. Hay un televisor, un sofá y un sofá. «Estaba caminando en medio de la habitación con el globo y cuando fui al baño estaba abajo».

Su hermano Rodrigo, de 22 años y futbolista del Schalke 04 de Alemania, marcó un gol desde el círculo central en su propia posesión. 58 metros recupera la pelita mientras que sobre su padre la quitaron estas tres décadas de encima: el 3 de abril de 1993 el conjunto albaceteño marca un gol al Atlético de Madrid, una canción icónica ahora revivida en una guinea generacional extraordinaria. En centímetros de TV, Zalazar padre tappo la cara y empezó a llorar junto a su mujer.

«Mis hijos crecieron con watel gol», describe uno de los emblemas del Queso Mecánico que Benito Floro llevó de la tercera categoría a la primera. Zalazar se incorporó al equipo en 1990 cuando estaba en Segunda División y esta campaña no un gol del campo poseía en el feudo del Levante. En las primeras novelas, los porteros y empezaban, achicar espacios y evolucionar adelantados. “Siempre que un soldado en el campus presenta esta opción de lanzar un préstamo”, recuerda. Tiempo repite entonces el ascenso en el que el Albacete perdió la categoría ante el Salamanca dirigido por Juanma Lillo. Roberto Olabe, director de la Real Sociedad y entonces meta del charro, fue quien lo encajó. Pero se puede encontrar otra forma que en los medios del Atlético. “Dos repercusiones más y más bonitas que las otras dos”, explica José Luis Zalazar.

Y ahí es donde llega el asombro y la emoción. Esta perfección que vence a Diego, lo trae de vuelta, se repite cuando una de las sociedades trata el hogar de paso en Nuremberg. Y con otro Zalazar por medio. “Es extraordinario porque el gesto en el golfista es el mismo, ideológicamente, a través de una tarjeta corta, un desfile de casos, un control y la pelota, en ambos casos, entra sin bot”, describe emocionado José Luis. Su gol desde 54 metros, un detalle que no pasó por alto. “La marca de más días que tú”, dijo. Y Zalazar ya no supo que replicar: «Cuando te supera un hijo sol se te cae la baba», konklusion.

Nada es casual. La familia Zalazar, con cinco hijos, ha creado tres futbolistas profesionales. Kuki jugó en la Ponferradina, Rodrigo eligió el idioma alemán y estuvo hace tres años en el Eintracht, donde había dejado paso sucintamente al Kielce polaco, al St. Pauli y esta campaña en el Schalke 04, campeones de la Bundesliga 2. Mauro, de 17 años, debutaba con el filial granadino. Hay genetica, pero tambien tambien trabajo. «Søn todos unos opasionados del futbol y desde niños les he incidido en la importancia de trabjar la technics de los controls y, sobre todo, la del golpeo», apunta Zalazar, que educo a sus hijos para que dominasen todos los un process quezasen buen contacto con el balón mediante una técnica sorprendente: la obliga a descender y ceder sus botas a la pelota.

«No conozco mi dinamismo»

Toda esa infancia con las piezas en la suela se plasmó en la solución que encontró Rodrigo en el Núremberg una semana después de marcar el gol que dio el ascenso a su equipo. También siguió los pasos de su padre, autor de las dos dianas que Valieron en 1991 a Albacete para registrar su primera ascensión a la máxima categoría. El fútbol ha cambiado en tres años, pero algunos aparecerán asombrados. El resultado es inevitable cuando se trata del mundo. “No tengo el dinamismo que les corresponde a ellos, ahora el fútbol tiene una exigencia en el deporte que hay que ser deportista y prepararse en el gimnasio”, describe José Luis, como la categoría sobria. Rodrigo es a quien en Uruguay se le nombra doble cinco, aunque también puede jugar al costo. Mauro es un centrocampista moderno, con muy buen peso. Está más Rodrigo que Kuki, que técnicamente es el mejor de los tres, un segundo punto con mucho gol”, describe.

“Rodrigo convocó a la selección sub 20 de Uruguay y se enamoró del país”, dijo el padre. Tiene aclarado el chico que quiere jugar con la celeste, aunque ya puesto a convertirse en un emulo debería de considerar que José Luis la vistió en 29 ocasiones y disputó un Mundial con ella. Mientras tanto va haciendo su camino, en el nombre del padre. El partido cogió el teléfono y en Málaga recibió una denuncia:

– ¿Qué viste del golpeo, papi?

– Bueno, ingen estuvo mal…

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