Reino Unido suma ya tres vacunas contra la Covid mientras Londres declara que está en situación «grave»


El alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, ha declarado hoy a la capital británica en situación «grave» por la rápida propagación de la covid-19, que amenaza con situar a los hospitales al límite de su capacidad.

Los casos de covid-19 en Londres superan los mil por cada 100.000 habitantes, mientras que los hospitales tienen un 35 % más pacientes con la enfermedad que durante la primera ola el pasado abril, según indicaron fuentes de la Alcaldía de la ciudad.

El alcalde informó en una nota de que ha escrito al primer ministro británico, Boris Johnson, para pedirle que se obligue a la población a llevar mascarillas fuera de casa, incluso cuando se hace la cola para entrar en los supermercados.

«La situación ahora en Londres es crítica, con una propagación del virus que está fuera de control. El número de casos en Londres se ha incrementado rápidamente», señala el alcalde.

Con este aumento, «nuestros hospitales están en riesgo de quedar desbordados. La dura realidad es que nos quedaremos sin camas para los pacientes en las próximas semanas a menos que la propagación del virus se pueda ralentizar de forma drástica», añadió.

«Estamos declarando un incidente grave porque la amenaza que este virus supone para nuestra ciudad está en un punto de crisis. Si no tomamos medidas inmediatas ahora, nuestro NHS (Sanidad pública) quedará desbordado y más gente morirá», insiste.

Según Khan, el Servicio de ambulancias de Londres está recibiendo unas 8.000 llamadas de urgencias cada día, frente a los 5.500 en una jornada de gran actividad para la sanidad.

El alcalde pidió a los londinenses que se queden en casa y solo salgan a menos que sea absolutamente necesario. El Reino Unido mantiene un confinamiento, con el cierre de colegios, por la rápida propagación del virus, que las autoridades relacionan con la aparición de una nueva cepa.

Según las últimas cifras oficiales, el Reino Unido registró ayer 1.162 nuevos fallecimientos por covid-19, por lo que el total de fallecidos desde el comienzo de la pandemia asciende a 78.508.

Reino Unido autoriza la vacuna de Moderna

La agencia del medicamento de Reino Unido ha autorizado el uso de la vacuna contra la COVID-19 desarrollada por la firma estadounidense Moderna, con lo que ya son tres los tipos de fármacos a los que podrá recurrir los sanitarios británicos para inmunizar a la población, después de la de Pfizer y BioNTech y la de la Universidad de Oxford y Astrazaneca.

«Es otra gran noticia y otro arma en nuestro arsenal para acabar con esta horrible enfermedad», ha celebrado el ministro de Sanidad, Matt Hancock, tras el visto bueno a la vacuna de Moderna, de la que se han solicitado ya 17 millones de dosis que llegarán previsiblemente en primavera.

Reino Unido, que se adelantó a la Unión Europea al iniciar el proceso de inmunización, ha vacunado hasta la fecha a 1,5 millones de personas con al menos una dosis y tiene identificados a colectivos de riesgos que suman a un total de 30 millones de personas.

El Gobierno de Boris Johnson se ha visto forzado a aumentar las restricciones en los últimos días ante el aumento exponencial de los casos, con picos superiores a los 60.000 contagios diarios. El país acumula casi 2,9 millones de casos y más de 78.500 fallecidos por COVID-19.

Un informe sobre la pandemia en el que colaboran varias instituciones médicas y sanitarias, el Estudio de Síntomas COVID, estima que los contagios crecieron algo más del 30 por ciento entre el 26 de diciembre y el 3 de enero, lo que equivaldría a unos 70.000 al día, según la cadena BBC.

Pruebas a viajeros

En un intento por contener la entrada de personas contagiadas, las autoridades exigirán a partir de la próxima semana a todos los viajeros que presenten una prueba negativa de coronavirus realizada en las 72 horas previas, so pena de 500 libras (550 euros) de multa para quienes no cumplan.

Además, las personas procedentes de zonas con las que no existan corredores de viaje deberán guardar 10 días de aislamiento, independientemente del resultado de la prueba, mientras que se prohibirá la entrada en Inglaterra de todos aquellos que hayan viajado o hecho escala en países de sur de África por el temor a la variantes sudafricana.





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