¿Qué son los 'vuelos a ninguna parte'? ¿Qué sentido tienen?



La aerolína Qantas ha puesto a la venta billetes de avión para volar a ninguna parte, un vuelo que consiste en subir a los pasajeros, volar por diferentes destinos y, posteriormente, volver al aeropuerto de partida, es decir, volar por el simple hecho de subirse a un avión y no por la necesidad de viajar a ningún destino.

Los billetes de este vuelo, que despegará el próximo 10 de octubre y tendrá un trayecto de siete horas, se agotaron en 10 minutos. Así, aunque la propuesta de la compañía ha sido bien recibida por los viajeros, también ha levantado polémicas entre los ecologistas.

Para la compañía, estos vuelos suponen una forma de ganar dinero en una época marcada por las restricciones y las cancelaciones de viajes a ciertos países. Los billetes se vendieron entre 572 dólares (486 euros) y 2.754 dólares (2.341 euros).

Por su parte, los pasajeros que compraron estos billetes pueden degustar la comida del avión, observar las vistas desde la ventanilla y quitarse las ganas de viajar, aunque el destino de llegada sea el mismo que el de partida. De hecho, el avión recorrerá diferentes puntos turísticos de Australia.

Estos vuelos, que también han lanzado otras compañías y que incluyen comidas, regalos o incluso cócteles, tienen el principial objetivo de mantener el tráfico aéreo y generar ingresos para las compañías ante la situación actual.

Sin embargo, los ecologistas y asociaciones medioambientales denuncian la contaminación que produce un vuelo y, en estos casos, sin necesidad de que despegue, ya que no tienen ningún destino de llegada. Además, las aerolíneas se colocan como una de las principales emisoras de gases de efecto invernadero a la atmósfera.



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