¿Por qué y para qué declara Trump el estado de emergencia a ocho días de salir de La Casa Blanca?


Donald Trump apura sus últimos días como presidente de Estados Unidos sumido en uno de los episodios más polémicos de la historia del país. El asalto al Capitolio ha significado cruzar una línea roja que hasta ahora ningún presidente había cruzado, pero la situación puede ser aún peor, dependiendo de lo que suceda el 20 de enero en la toma de posesión de Biden en Washington. 

Sus mensajes alentadores en las horas previas al asalto le pueden acarrear penas judiciales importantes, y por eso parece que Trump ha decidido abandonar esa vía. Tras condenar el ataque y recibir un ‘impeachment’ por parte de los demócratas, ahora Trump intenta que no vuelva a suceder algo así y ha declarado el estado de emergencia en en el distrito de Columbia, cuya capital es Washington D.C.

Esta declaración atiende también a las demandas de la alcaldesa de la ciudad, Muriel Bowser, quien había pedido horas antes al Departamento de Seguridad Nacional reforzar la seguridad en torno al Capitolio. Así, con el estado de emergencia declarado, se permite al Departamento de Seguridad Nacional y a la Agencia Nacional para el Manejo de Emergencias intervenir y ayudar a las fuerzas de seguridad de la ciudad en caso de ser necesario.

El motivo por el cual Trump ha decidido realizar este movimiento son las «condiciones de emergencia» en las que se celebrará el inicio de una nueva legislatura. Según explica en un comunicado la Casa Blanca, la Agencia Federal tiene autorización para «identificar, movilizar y proporcionar, a su discreción, el equipo y los recursos necesarios para aliviar los impactos de la emergencia».

Estará vigente hasta el 24 de enero y se ha anunciado el mismo día que el FBI ha dado a conocer que los seguidores de Trump no se han rendido, ni mucho menos. Se han tomado muy en serio las proclamas “luchad como en el infierno”, y “tengamos un juicio por combate”, pronunciadas en el mitin previo al asalto. El servicio de inteligencia estadounidense ha comunicado en un escrito que «tiene información de un grupo armado identificado que tiene la intención de viajar a Washington el 16 de enero». 

«Este grupo identificado también planea ‘asaltar’ las oficinas gubernamentales, incluso en el Distrito de Columbia y en todos los estados, independientemente de si los estados certificaron los votos electorales para Biden o Trump, el 20 de enero», prosigue el comunicado del FBI.

Además, a través de redes sociales y foros radicales, los seguidores de Trump han convocado protestas en todas las capitales de los estados, el servicio de inteligencia ha revelado que dispone de información relacionada con «varias amenazas» no solo sobre Biden, sino también sobre su vicepresidenta Kamala Harris y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

Así, a falta de una semana para que se termine la legislatura de Trump, Biden afronta la toma de posesión «sin miedo», pero con un país divido por completo y con la amenaza de los seguidores de Trump, que ya han demostrado de lo que son capaces, armados con el discurso de fraude electoral, a pesar de que todos y cada de uno de los recursos interpuestos han señalado que no hay indicios de alteración de las urnas electorales. 



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