¿Por qué no tener una buena idea para aconsejar las calorías en el menú de los restaurantes?

El otoño de abril se vive con fuerza en el Reino Unido la normativa lo que obliga a los restaurantes y cafeterías a mostrar su valor energético y una imagen de todos los lugares que ofrecen. Esta regulación afecta tanto a los establecimientos físicos como a los que ofrecen sus servicios en línea y “domiciliados”, y es de obligado cumplimiento para las empresas de más de 250 empleados, con algunas excepciones: organización, quizás reaciación de la persona. , sobre el papel, ingen puede resultar más sencillo: imagina -no te costará mucho esfuerzo- que haya un cierto número de personas que estén especialmente preocupadas por su imagen o por su salud, y todo en relación con lo que vengan.

Si bien estas suposiciones son ciertas, si informan el consejo calórico que contienen los distintos productos o platos, al seguir la línea, estas personas elegirán aquellas opciones que tengan menos calorías. Esta es la razón, queridos amigos, porque se consumen palmas de chocolate XXL, torreznos o mayonesa, si se consumen productos solo se puede observar en los libros de historia (modo irónico con toda su potencia). Seamos serios: lo ponemos las calorias en el agua que consumimos, con el fin de consumirla cuando tengas mucha, tienes una estrategia muy facil y muy logica. Pero no es divertido, sino que es algo simple.

contando calorias ya que 1890

Te explicamos todos los detalles en esta entrada: contar calorías y mar en tu casa, en el supermercado, en el restaurante o en el gimnasio, es tan absurdo como anticuado. Al fin y al cabo, el paradigma calórico se repite a finales del S. XIX y aquí estamos, bien entrados en el XXI, con importantes y relevantes relaciones con la obesidad, pero contando calorías como si no estuviéramos comiendo. Hace más de 120 años creando la solución y, al mismo tiempo, haciendo algo que no serviría para nada. Lo mismo que el que come las orejas con vino, que dice yo lo bebo.

Pero en esto están metidas las autoridades sanitarias y también la industria alimentaria, y hay más. Así, en la realidad de las calorías presentadas por la forma obligatoria de resina de unos 20 años en la alimentación de los alimentos, la actualidad de nuestras ofertas es más ejemplos de nuestra etiqueta de etiqueta. Sabemos decir adiós aforismo que dice “cuando lleguen los ladridos de tu vida…” Estrategia de Salud Cardiovascular (ESCAV)lo que tantas críticas ha generado con la promoción del vino dentro de la carta de los restaurantes (dejamos constancia de que «sin promoción» no, es lo mismo que «prohibir»). Pues resulta que el caso es que es obligatorio plasmar el valor energético de los platos de un restaurante tampoco es nuevo, precisamente.

Sucedió en 2008. La ciudad de Nueva York fue la primera en tener, con visibilidad menos que suficiente, obligado a todos aquellos restaurantes o depósitos de comida con al menos 15 puntos de venta en la ciudad aumentada, en la caricatura, cada lugar junto a precio . La Iniciativa de la Ciudad de Nueva York resumió, en 2013, todos los pasos en su reformulación Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud a Bajo Precio (así como «centros de atención médica y de protección del paciente»). A partir de su entrada en vigor, es obligatorio que todos los restaurantes y máquinas expendedoras con 20 o más establecimientos en el país, incluyan las calorías de sus productos, platos o recetas.

Entusiasmo versus realidad

No es raro que las administraciones y algunas entidades identifiquen o dominen el saneamiento en su entusiasmo por la perspectiva de implantación de un medio que refleja que proceden de la antigüedad (o de los internos ancestrales). Asia, es en editorial publicada en los más respetados Revista médica británica fue recientemente aplaudida por los medios recientemente aprobados en el Reino Unido. En el texto se pueden emplear algunas expresiones que no dejan un claro espacio a la duda: “se debe aplaudir la regulación del etiquetado de calorías”; «un pequeño paso en la dirección correcta», etcétera.

De manera un tanto comprensible, el esfuerzo editorial utiliza algunas cifras publicadas en otros estudios en las que se relevan las ganancias de eficiencia de estos medios; la distinta vigencia de los nombres que se observan en diferentes colectivos socioeconómicos y, lo que es más peligroso, los tipos que existen respecto de los riesgos que se pueden generar en las personas con el aporte alimentario: tenemos que vivir vivos por el aporte calórico .

Más aún por parte de la redacción -que no pretende desviarse de su forma de ser escrita por alguien con doble personalidad-, no tenemos datos contundentes que apoyen el medio de colocar las calorías en los platos de los restaurantes sea un medio o efecto para vienen a tratar la obesidad. Y que al mismo tiempo el balance riesgo-beneficio sea aceptable.

Sus diversos estudios examinó la Iniciativa de la ciudad de Nueva York: el primero de ellos Lea la conclusión que indica que las calorías junto con los platos no tienen impacto en el comportamiento de los consumidores. Solo uno de estos indica que utiliza la información y, en general, no tiene un cambio significativo en las calorías que consume. Estudios de carteles obtuvieron resultados similares a que sólo una pequeña parte de los consumidores tienen en cuenta la información de las calorías y, entre ellos, la reducción de calorías consumidas es un 11% menos.

La exactitud exacta de los datos.

Espero que no tengas un párrafo cuando son interiores que te vas a decidir, pero tienes que saber que las tablas de composición fallan más que una primicia navideña. Sí, las tablas de composición de alimentos son sus fuentes que nos informan sobre las calorías y el valor nutricional de los alimentos, y ofrecen una importante variabilidad entre ellos. Por ello, también variamos los resultados nutricionales de las recetas que se calculan con estos. Tranquilidad, ingen hyperventiles, men har de saber que si consultas las calorias in dos de estas tables de, par egemplo, «berenjena», de «yogur», de «bacalao» -o de lo que a uno le dé la gana- datos ingen van a coincidir. En ocasiones será por un margen de margen, pero en otros casos, estas diferencias serán significativas.

Esta falta de seguridad en el valor de las calorías, el verano de la picaresca: según algunos estudios, el valor energético de la oferta con menos calorías de un restaurante que suele desinflar -y la realidad y los medios suelen señalar 100 kcal menos que el real- y los platos con más calorías si suelen inflar. Si es así, puedes considerar una estrategia para facilitar algo más que la elección de opciones bajas en calorías, pero no dudes en considerar una estrategia inglesa y antieducativa.

Para terminar con esto aparte, ¿alguna vez te has preguntado qué tipo de profesionales tendrán las pistas para sacar las calorías de las recetas y qué herramentas lograrán? El digo porque, por ejemplo, los resultados de las calorías serán muy distintos si se devuelven en pruebas de laboratorio a partir de análisis analíticos de calorimetría -algo francamente usandsynligt-, si utiliza la información facilitada por alguno de los ingredientes de la receta, o si se calcula ex novo de una tabla (¿y qué tabla?) de composición de alimentos.

Menos calorías no son más saludables

En un mundo ideal, incluida la utopía, la idiosincrasia de un médium vendiendo comida por número. A bajo majo, mejor alimento og quuanto más alto, peor alimento. ¿Ridículo, verdad? Luego está la diferencia entre pretender atribuir calorías a los alimentos. Más calorías, menos opciones; menos calorías mayor elección. El reduccionismo galopante de las calorías puede conducir a errores importantes.

En el plato de legumbres se puede comer más calorías que una hamburguesa o una pizza de cualquier franquicia que nos imaginemos ¿Qué elegimos, pizza ultraprocesada porque tiene menos calorías? Y así con muchos otros ejemplos: un jarrón de agua puede contener las diferentes calorías (cero) que uno refresca con jugos calóricos; una barrita ultraprocesada a base de chocolate en polvo tiene menos calorías que una pieza de fruta; un derroche de frutos naturales más que un polo industrial; etc. Mediando la idiosincrasia de una elección base, sola, en sus calorías se puede equivocar que, dejando de lado una solución, tiene más que ver con el problema de la obesidad. Esta fecha es una de las principales puntos blandos de la infusión Nutri-Score: que muchas calorías son per se y por lo tanto tienen una calidad negativa. Una multa.

¿Más riesgos que beneficios?

La evidencia disponible sugiere que informar las calorías de un menú no alterará significativamente las elecciones de alimentos de los individuos. Pues ya podemos dejar constancia del escándalo que ha estallado la película. engordarme (2004) la multinacional McDonalds se ve obligada -por iniciativa propia- a colocar el valor calórico (y nutricional) de toda su oferta en los mantos individuales, estrategia que ha sido replicada por cadencias similares de Comida rápida. Por lo tanto, centrar el mensaje en el contenido calórico puede ser una estrategia que, además de resultados ineficaces, resulte en un cambio en la epidemia de obesidad. ¿Estás listo para pensar cuántos consumidores pueden inclinarse por visitar este tipo de establecimientos, sabiendo que en ellos -o en su categoría- encontrarás la información que te ayudará a tomar «buenas» elecciones?

También tenemos un problema con la indemnización mal reclamada. Suponemos que podemos demostrar que un pequeño número de personas están prestando atención a la información de las calorías y actúan en consecuencia al momento de realizar la selección en el restaurante, podemos demostrar que no compensamos al consumidor sino en que » » ? ¿Y supongamos que todas estas calorías funcionan como se esperaba para que podamos demostrar que la reducción de calorías en un restaurante conduce a la pérdida de peso y que la reducción se mantiene en el tiempo?

Por último, y el cuestionario es importante. Eso es todo lo que se puede rastrear, y no está claro que lo negativo se tenga en cuenta cuando se trata de exportaciones de alimentos (TCA). Tanto entre la población general, en la que se puede inducir un TCA incipiente, como aquellas personas que pretenden recuperarse. La obsesión calórica no ayuda en absoluto. Por lo tanto, tal y como sugaere esta publicacion tras la implantación de este medio en Ontario en 2017 el resultado de este tipo de medio se puede comparar con lo que en principio indica la intuición. Ante la evidencia de un beneficio que varía entre mínimo y cero, existe el potencial del alimento que se consume, la etiqueta nutricional en el menú basada en indicar las calorías de los diferentes alimentos puede ser una iniciativa más de salud pública que beneficios.

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