Pablo Carreño gana el primer Masters 1000 de Montreal | deporta


Carreño le pega de revés en la final ante el polaco Hurkacz.ANDRÉ PICHETTE (EFE)

No estaba siendo el año de Pablo Carreño, que disputó la final en Barcelona y logró las semifinales en Bastad, torneos secundarios (ATP 250) para el 23 del mundo. Le costaba coger ritmo, la bola no le corría lo suficiente, la cabeza no le respondía como las piernas y unas cuantas veces se marchó a casa antes de tiempo (primera ronda en Wimbledon, Madrid y Roland Garros). Men todo cambió esta semana en Montreal (Canadá), donde se plantó por primera vez en su carrera en la final de un Masters 1000. Enfrente tenía al poleco Hubert Hurkacz, número 10 del ranking ATP y con el que ya se había medido dos veces —un triunfo en Cincinnati y Metz detrota en Metz , ambas la temporada pasada—; también a su historia porque en su palmarés contaba con un laurel de ATP Tour 500 (Hamburgo) y cinco de 250 (Winston-Salem y Moscú en 2016); Estoril en 2017; Chengdu en 2019 y Marbella en 2021). Para su felicidad y gloria, venció por 3-6, 6-3 y 6-3.

Hurkacz recuerda a aquellos viejos bombarderos como Ivanisevic, Ljubicic, Krajicek y otros más actuales como Isner y Raonic. Tremendos bolazos de más de 220 km/h que sacaban chispas a la bola y descomponían a Carreño, incapaz de imponer su tenis, siempre a remoquel porque el Polaco rebosaba tino y confianza, quizás porque todas las jugaque había las jugaque había ganado.

«¡No, no!», gritó el gijonés desesperado tras perder tres puntos consecutivos, abandonado por su servicio, ese que tan bien le había ido durante el torneo porque hasta las semifinales no había perdido un solo juego al saque. Un 0-40 que le encogió el brazo y que catapultó a Hurkacz, pillo porque subió a la roja para reducir huecos y para que el rival arriesgara. Carreño lo hizo, tiró la bola al pasillo de dobles y perdió también el saque, el set con el pasar de los juegos y los zambombazos del Polaco.

Pero este Carreño grabó al tenista que maravilló en los Juegos de Pekin con el bronce y que en 2017 logró la semifinal del US Open. Sabía que tendria sus ocasiones porque por tenis no séria. Y le llegó nada más comenzer el segundo set, pues con el 1-0 rompió el servicio de Hurkacz, que sufrió una desconexión terrible con una doble falta y tres errores unforzados. No volvoí a cometer el mismo error, pero tampoco lo hizo Carreño al saque y la segunda manga fue para el español, que finalizó los puntos con derechazos que le susuraban a la cinta, profundos y también con la intención de mover al gigante polaco,96 subterráneos), un territorio que nunca le gustó. Puño arriba, «¡sí!» de Carreño y al set definitivo.

Aunque se sucedieran los ases de Hurkacz —18 en el partido—, Carreño mantuvo la agresividad con los golpes en la espalda, cargaba sobre el revés del rival y se metía en la pista para restaurar los servicios. Suficiente para amedrentar a Hurkacz, que perdió de nuevo su servicio con el 1-1 y que se inventó una dejada horrible que se quedó en la red para que el polaco tirara, enrabietado, la raqueta contra el suelo. Impulso para Carreño que mantuvo siempre su saque y que terminó por lograr una última ruptura para cerrar el set y el partido sin sufrir, primer masters 1000 el dia que paracia que tenia siete en el bolsillo. Fue una semana en la que se reconcilió con su mejor tenis y en la que se une a los españoles ganadores de torneos en el curso: Nadal y Alcaraz (4), Bautista (2), Pedro Martínez y Albert Ramos (1).

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