Nueva Zelanda, de ejemplo contra el coronavirus a encender las alarmas en cuestión de días



El virus no entiende ni de fronteras ni de tiempos, e incluso Nueva Zelanda ha tenido que encender todas las alarmas. El país ha pasado de ejemplo en la lucha contra la covid a tomar medidas drásticas en cuestión de pocos días. Y es que el Gobierno confinó desde este miércoles y hasta el viernes a 1,7 millones de habitantes de la ciudad de Auckland, la más poblada del país, tras confirmarse la víspera cuatro casos de coronavirus tras 102 días sin detectar infectados por transmisión local.

«Estamos tomando una respuesta rápida para romper la cadena de transmisión», dijo la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, en una rueda de prensa en Wellington, cuya gestión fue aplaudida internacionalmente por su gestión frente a la pandemia. «Tenemos los sistemas para erradicar el virus y evitar que se extienda», agregó la mandataria laborista.

Las autoridades de Nueva Zelanda elevaron la alerta al nivel 3 (Restricción) en la ciudad de Auckland y al 2 (Reducción) en el resto del país, que estará vigente desde el miércoles al medio día hora local hasta la medianoche del viernes.

El nivel 3 supone que los habitantes de Auckland vuelvan a aplicar el distanciamiento social de dos metros, se confinen en sus casas, con salidas limitadas, y reduzcan sus contactos a sus círculos cercanos.

Asimismo se recomienda el uso de las mascarillas faciales, se limitan las reuniones a un máximo de diez personas y obliga a los restaurantes y bares a vender comida solo para llevar, mientras que los negocios podrán operar si no pueden hacerlo de forma remota, aunque sin clientes en sus instalaciones.

Por otro lado, Ardern anunció también el retraso en la disolución del Parlamento, paso necesario para la celebración de elecciones el 19 de septiembre. Aunque, por el momento, la fecha prevista para la celebración de los comicios, donde Ardern parte como favorita para la reelección, se mantiene.

«Es demasiado pronto para tomar una decisión, pero si fuera necesario tenemos un poco de flexibilidad para mover las elecciones«, apuntó la primera ministra, alabada por su gestión de la pandemia, al precisar que las elecciones tienen que celebrarse antes del 21 de noviembre.



Fuente