«Nos sentimos discriminados por nuestro propio país»


Cerca de 350.000 ciudadanos británicos residen en la actualidad en España. Este dato, que supone en torno a 100.000 más de los que figuran en el censo, lo corrobora la Asociación Brexpats in Spain, mientras denuncia que su situación tras la aprobación del ‘brexit’ ha empeorado notablemente. Escenas tan cotidianas como conducir o ir al médico ahora exigen unas trabas administrativas a las que no están acostumbrados. 

España, y en especial la costa mediterránea, se ido convirtiendo con el paso de los años en un destino muy solicitado por la población británica para vivir, especialmente para la población más mayor. El buen tiempo y la importante diferencia en el nivel de vida son los principales atractivos que les motivan a emigrar de su país. En este sentido, hasta la llegada del Brexit, los requisitos para residir en España eran menores y no había grandes dificultades para los que lo solicitaban, puesto que se trataba de dos países pertenecientes a la Unión Europea. 

Pero todo cambió el 31 de diciembre de 2020. Se hizo efectiva -tras un largo y costoso proceso de negociación- la salida de Reino Unido de la Unión Europea y con ello se modificaron las normas de entrada de los británicos a cualquier país de la UE, incluido España. «Antes, cuando éramos ciudadanos de la UE, teníamos que presentar un documento que acreditase que contábamos con cerca de 6.000 euros en el banco para poder residir. Ahora se nos pide 26.000 euros, se ha multiplicado por cuatro», declara Anne Hernández, presidenta de Brexpats in Spain a 20Minutos.  

Hernández relata que incluso hay casos en los que se pide «un suplemento de 5.000 euros» por cada hijo, ya que estos requisitos son variables en función de las características de cada núcleo familiar, donde se tiene en cuenta la edad, situación laboral, ingresos o número de miembros por familia. 

Principales trabas: acceso a sanidad, carnet de conducir o estancia máxima de 90 días

A pesar de que un alto porcentaje de los británicos que se trasladan a vivir a España son jubilados, otros muchos emigran más jóvenes y tratan de montar pequeños negocios a lo largo de la costa mediterránea, además de comprar una vivienda en la que residir. Sin embargo, tras el Brexit, Inglaterra no pertenece al espacio Schengen, con lo que la normativa actual es la misma que con cualquier otro país extracomunitario, la estancia máxima sin contrato de trabajo son 90 días.  

Campaña turística del Gobierno de Canarias para reforzar el posicionamiento de las islas como destino preferido de los británicos
Campaña turística del Gobierno de Canarias para reforzar el posicionamiento de las islas como destino preferido de los británicos.
GOBIERNO DE CANARIAS

Hay un tipo de viajero que es conocido como ‘Swallow’ (Golondrina en inglés), que es el que tiene una segunda residencia en España y acude a pasar los inviernos más cálidos. «Este grupo de gente es numeroso y solo va a poder estar 3 meses máximo en su casa de España, por lo que muchos de ellos se están planteando si vender la vivienda porque ni les sale rentable ni les compensa, y con esto pierde España importante inversiones», declara Hernández. 

Además, bajo el marco legal actual, los británicos que quieran residir en España tendrán que acreditar, entre otras cuestiones, que disponen de alojamiento donde quedarse, los recursos económicos anteriormente citados y un seguro médico que les brinde una cobertura sanitaria equivalente a la proporcionada por la propia Seguridad Social. 

Otro aspecto relevante es el del carnet de conducir. Debido a que no hay acuerdo de reconocimiento recíproco entre ambos países, el carnet obtenido en el país liderado por Boris Johnson no es válido para conducir en España, por lo que deberán presentarse al pertinente examen y aprobarlo. El colectivo de británicos se siente muy molesto con esta decisión, ya que antes del Brexit no era necesario ningún trámite y esta traba supone un proceso largo y costoso. 

Así, la tesorera de Brexpats in Spain, Sharon Hitchcock, señala que si no cambia la situación «se acabó venir a España a buscarse la vida como lo hice yo». Hitchcock piensa que la posición en la que los ha dejado el Brexit supone un cambio «a peor» y un retroceso a los años 80 que le resulta «muy triste». Cree que solo podrán venir los que cuenten con una importante cantidad de dinero.

Reclaman un acuerdo para la doble nacionalidad y representación política

Sobre si esta situación se está dando exclusivamente en España o es algo generalizado en el resto de países, Hernández señala: «Depende mucho del acuerdo que tenga cada país con Reino Unido. Países como Francia o Portugal han logrado acuerdos positivos para que a la población británica que tienen no le suceda lo que está pasando aquí en España».

Además, reclaman que los dirigentes de su país les escuchen y no les ignoren, porque en muchas ocasiones suceden problemas y los británicos no saben ni a quien acudir: «Nos sentimos discriminados por nuestro propio país. No tenemos identidad ninguna. No somos españoles, obviamente, a pesar de que vivimos aquí y pagamos los impuestos aquí. Somos británicos y no pertenecemos a la UE, pero sin embargo no existimos para el gobierno inglés. No tenemos representación política y nos sentimos desamparados»,  denuncia Hernandez. 

Por último, la directora de la Asociación aboga por un acuerdo entre ambos países para regularizar y establecer que se pueda tener las dos nacionalidades, sin tener que renunciar a una para obtener la otra: «No existe la doble nacionalidad entre España y el Reino Unido y creo que es un error, porque tendría importantes beneficios para España, ya que serían muchas personas las que la solicitarían», concluye. 



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