micrófonos apagados y objetivo de evitar el bochorno del primer ‘round’


El objetivo de los organizadores es evitar, en la medida de lo posible, que se repita el bochornoso espectáculo en que llegó a convertirse el primer debate entre los aspirantes a la Casa Blanca, un caótico cara a cara en el que el ex vicepresidente y candidato demócrata a la presidencia de EE UU, Joe Biden, llegó a espetarle a su rival, Donald Trump, un perfectamente audible «¿Por qué no te callas, hombre?», ante las constantes interrupciones del actual presidente y candidato republicano.

Para ello, la Comisión de Debates Presidenciales ha variado la normativa, y ha anunciado que, en el debate de este jueves (el último antes de las elecciones, ya que el segundo encuentro fue anulado después de que los organizadores planteasen sin éxito celebrarlo de forma telemática por el positivo en coronavirus de Trump), el micrófono del candidato que no esté en uso de la palabra quedará apagado durante dos minutos al inicio de cada tramo.

La decisión, como era de esperar, no ha sentado bien al presidente: «Es de locos», dijo este martes en una entrevista en Fox News, en la que añadió que los organizadores «no son buenas personas». Para el mandatario, que aprovechó para criticar también a la moderadora, la periodista Kristen Welker (de la cadena NBC), en el próximo debate no hay «nada justo». 

La imposibilidad de interrumpir a su rival, aunque sea solo en determinados momentos, no será, en cualquier caso, el único desafío para el republicano. El presidente llega al debate decisivo alejándose en las encuestas, pese al impulso que probablemente esperaba que le diese el haber sufrido la COVID-19, superarla en apenas cuatro días, regresar de forma épica a la Casa Blanca, y prometer que distribuirá gratis el tratamiento experimental al que se sometió.

El lastre de la pandemia

A tan solo dos semanas de las elecciones, los sondeos apuntan a un revés para el presidente y siguen ampliando la ventaja del candidato demócrata en varios estados. Aunque ambos están empatados en circunscripciones clave como Ohio o Carolina del Norte, Biden se mantiene unos 10 puntos por delante a nivel nacional.

El promedio de encuestas de la CNN, por ejemplo, referido a 10 estados cruciales, mostraba este martes una disputa muy reñida entre Biden y Trump en siete de ellos, en tanto que el demócrata figuraba al frente en los otros tres, que votaron por Trump en 2016.

Y una encuesta nacional realizada entre el 16 y el 18 de octubre por YouGov para Yahoo News indicaba que la ventaja de Biden sobre Trump se ha ampliado hasta 11 puntos porcentuales, con el 51% de los encuestados declarando que votarán por el ex vicepresidente.

«El presidente ha luchado por recuperar terreno en las últimas tres semanas después de un desempeño mal visto en el primer debate, y un rebrote de COVID-19 que lo envió a él al hospital y contagió a varias personas en la Casa Blanca», señala Yahoo News, citada por Efe. «La razón principal por la que Trump parece haber perdido más puntos es que los casos de coronavirus siguen subiendo al aproximarse el fin de la campaña», añade. EE UU ha superado ya los 8,2 millones de contagios confirmados, con más de 220.000 muertos.

Los temas del debate

El debate de este jueves, que se celebrará en la Universidad de Belmont, en Nashville (Tennessee), entre las 20.00 y las 21.30 hora local, durará 90 minutos y estará dividido en seis partes de 15 minutos cada una: lucha contra la COVID-19, la situación de las familias estadounidenses, los problemas raciales en el país, el cambio climático, la seguridad nacional y el liderazgo.

La elección de los temas tampoco ha gustado al equipo de Trump, que echa en falta un mayor foco en política exterior. El jefe de la campaña del candidato republicano, Bill Stepien, aseguró, en ese sentido, que el debate final «siempre» se planteó como un cara a cara centrado en política exterior, a pesar de que ni la Comisión ni la moderadora plantearon nunca nada parecido.

Stepien considera que los temas elegidos «aíslan a Biden de su propia historia», dejando claro el interés de Trump por sacar durante el encuentro los negocios en el extranjero del hijo del ex vicepresidente, Hunter Biden, según informa la agencia Bloomberg, citada por Europa Press.

El equipo de Joe Biden no tardó en responder a las criticas. El secretario de prensa nacional del candidato demócrata, T. J. Ducklo, acusó a la campaña republicana de mentir y afirmó que «las campañas y la Comisión acordaron hace meses que el moderador del debate elegiría los temas. Donald Trump tiene miedo de enfrentarse a más preguntas sobre su desastrosa respuesta a la COVID-19. Como de costumbre, el presidente está más preocupado por las reglas del debate que por conseguir que una nación en crisis reciba la ayuda que necesita».

Lo que parece claro es que el encuentro será un reto para la moderadora, Kristen Welker, después de las numerosas críticas recibidas por Chris Wallace, presentador de Fox News, acusado de permitir que se le fuese de las manos el primer debate en Cleveland.



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