«Mi hija es la primera de cuatro generaciones de prostitutas que llega a la universidad»

Su bisabuela fue prostituta, su abuela fue prostituta, su madre fue prostituta y ella también lo fue durante 22 años, hasta que decidió luchar contra la explotación sexual. Ahora, no le cabe el orgullo en el cuerpo al ver cómo su hija es la primera en cuatro generaciones en ir a la universidad.

«De niña siempre soñé con ser maestra, pero acabé de prostituta como mi mamá, mi abuela y mi bisabuela», afirmo la activista uruguaya durante una entrevista para la BBC Mundo.

Núñez es conocida en su país por su lucha contra la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes y por la intensa defensa que hace de los derechos de las mujeres y la diversidad sexual en Uruguay. Sus momentos de la infancia loss recuerda con «penuria», incertidumbre y mucha prostitución.

«Transcurrió durante la dictadura cívico-militar en Uruguay y el hombre que le arrebató mi madre a su proxeneta decidió criarme como su hija propia», cuenta al mismo, medio, añadiendo que luego se convirtió en preso político «y nuestra vida dio un cambio rotundo. Mi madre tuvo que volver al trabajo sexual».

Por esta razón, el hecho de que su hija haya logrado llegar a la universidad supone todo un logro y ejemplo de superación, aunque asegure que el camino no ha sido nada fácil. «Cuando naces en el entorno de la prostitución, salir de allí es muy difícil», confesó.

«Mi hija es la primera de cuatro generaciones de prostitutas que llega a la universidad y el orgullo no me cabe en el pecho», aseveró la activista durante la entrevista. 

El camino de Karina Núñez ha sido complicado y lleno de obstáculos, pero su fortaleza y afán por luchar contra las injusticias ha ayudado a muchas mujeres de su país y evitado que sus hijas sigan con la misma trayectoria que ella y sus antecesoras habían tomado. O, como ella dice, ha «roto cadenas». Pero asegura que todavía queda mucho por reivindicar para cambiar una cultura que permite la explotación sexual. 





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