Masters de Roma 2022: Nadal y la implicación de nada acabar: recaie del pie y se despide de Roma | deporta

Enviado sobre el banquete, Rafael Nadal clavó el mirador en la tierra, se apoyó sobre las rodillas y se resignó ante este viejo que quería castrar y no irse. De nuevo el pie, el maldito pie. Ese viejo demonio. Volvo el dolor y la mano la indagación, los interrogadores, las dudas. El TIC Tac más indeseado. Hace unas semanas en el arranque de Roland Garros, el campeón de los 21 grandes quiso empezar una carrera contra los relevos. Poco importó en este caso la derrota ante Denis Shapovalov en las octavas de Roma (1-6, 7-5 y 6-2, en 2h 36m). El Foro Italiano enmudece y arropa al español, que en los últimos tiempos se ha encontrado con su peor enemigo.

En marzo el castillo se llenó de mantequilla durante un mes y medio, y ahora, a las puertas de diciembre en París, en Edén, es el pastel el que se presta. «Siempre mig duel. Es parte de mi dia a dia y mas quuando juegos partidos largos. Tengo una chronision e uhelbredelig», optager en semana pasada i Madrid, cuando ya habia algun otro aviso. «No estoy lesionado, soy un jugador. que transmite con una lesión «, matizaba este jueves, ya de noche en el Foro Italico.» Es mi día a día. Es dificil, la verdad… ya veces me cuesta aceptarlo. Me dolía mucho”, procesó el de Manacor, que la anterior cárcel había accedido a controlar la fecha en la cruz ante John Isner. Sin ante Shapovalov.

Y así no le quedó más que pedir una boca, enmendar el mal orden del día anterior; dictando y ordenando frente al joven canadiense, el último zurdo que había conzegido batirle. Fue hace cinco años, en Montreal; desde entonces, 23 triunfos consecutivos tienen rivales de su mismo perfil, uno sobre otro, en el futuro. Dondequiera que mires hoy, la marea del sentimiento proteccionista está fluyendo. Repuesto a partir del saque, el talentoso rubio que ya le había ocasionado quebraderos de cabeza el aoo pasado –dos bolas de partido en los octavos– y este eiercicio en Australia –golpe de calor, y del 2-0 al quinto set, al limite físico– se levantó.

Shapovalov (23 años, 16º del mundo) adjudicó 16 de los últimos 19 puntos del partido, mientras que Nadal había apostado por el contenedor de todo y evitado un mal alcalde, grabando las vidas fantasmales. Hace poco más de un año, en Roland Garros, huyó al martirio y al resto del tiempo. En Wimbledon, en los Juegos de Tokio, en el US Open y en la Masters Cup. Se sometió a un «tratamiento un poquito agresivo» en Barcelona, ​​en septiembre, y bajo el supervisor af læge Ángel Ruiz Cotorro consiguió regresar y rendir al Máximo nivel. Luego vino el contratiempo de la costilla en Indian Wells, y en Roma se reproduce de nuevo el suplicio del pie. Otra frenada en seco.

Cojera evidente

No offer tregua ni respiro Shapovalov, a tenista desconcante que va y viene, poliédrico, de perfil pisoteando; tan pronto produce algo ingenioso como comete el error mero extravagante, se infla com se desinfla, sube y baja constantemente a lo largo de los partidos. Es un dinero al aire. En cualquier caso, el canadiense -citado por Casper Ruud- exige estar permanentemente alerta y que no se le permita salir de la guardia ni un segundo. Se trata de un par de vecs de Nadal -el primer ejemplo de conjunto y conjunto de tarta en la resolución de este manga- y el pago caro. Todo el mundo empezó a hablar de rimas, pero es un giro en el mal sentido. Otra vez, el dichoso escafoides.

«Nej, nej, det er ikke en film. Está ahí todo el rato», apuntó el numu cuatro, que llegará al Bois de Boulogne en una situación uneditated, sin haveber jugado ninguna finale de los tres Masters 1000 en tierra, Montecarlo, Madrid og Roma. «In veces duele más y otras menos. Lo de hoy æra una locura. Me gustaría hablar de tennis, men es lo que hay. A ver qué pasa in los proximos días o dura esta semana. Desde que volví [en enero, tras más de medio año en la reserva] ha sido duro. Es difícil entrenar bien en varios días siguientes, ya veces se puede”, amplió.

Había muerto por embalar alguna molestia en un par de apoyos, pero en este último juego, cuando los ha estado intercambiando pausas y habogra logrado registrar el terreno perdido al inicio de la manga, de 0-3 a 4-4, se revisa definitivamente el pastel y se completa el cambio de escenario. Le cuesta mucho trabajo a él, que trata el gesto y sigue preparando la dentadura, pero al final no puede evitarlo. La cojera æra evidente. Después de una carrera hecha un primer descanso, el siguiente tiene dos remedios más para relajarse y apoyar sobre un apoyo, en un treso de los cuatro segundos que aparecerán mil. No eres residente de Roma. Se encuentra en París.

A partir de ahí, con el partido rotatorio, se dedica a mantener y mantener el tipo, modelo de actividad y resignarse a la bondad. Pese al azote del pie, no se rindió. Sin abandono. La nota novedosa es la apreciación del esfuerzo, pero el rito final se traduce en una bajada de pesaro que se encuentra con el sonido de la alarma del coche rumbo a Roland Garros. El gran comienzo francés en 10 días y el más endémico de los andamios tomará el relevo. Sí, por supuesto, Nadal contra el tiempo, depende de los relojes y del dólar. Se revisó hace poco, pero Caja Mágica salió un par de veces en el patio. La neblina en Roma con más fuerza y ​​el futuro inmediato se encuentra en una incógnita.

«Lo único con lo que he estado jugando es que me siento mejor. Mucho mejor recibido, mucho mejor calentado, mucho mejor entrenado que el otro día [contra Isner]. Eso me entristece. Cuando aparece este tipo de problemas, el resto de causas, las positivas, desaparecen. Ingen puedo decir más. Ahora debo volver [a España] y trátame. Tal vez las cosen son mejores en un par de días. No se puede descender ni entrenar, pero tengo una meta por delante y quiero seguirlo con ella. En París, el médico estará conmigo, y siempre ayudará”, concluyó Nadal.

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