Masters de Montecarlo 2022: Carlos Alcaraz cae en el descontrol | deporta

El viento, ningún secreto, también tocó en Montecarlo, le dio el diploma rococó y la exposición directa al Mediterráneo definió un trampolín y un pinchazo. Carlos Alcaraz, que es gran parte de la lucha, está arriba con Sebastián Korda y una climatología que transforma un dúo y una guerra-guerrilla. De hecho, el gigante al estilo Florida sale airso (7-6(2), 6-7(5) y 6-3, sobre 3h 02m) y avanza haci las octavas, frenando en seco el momento extraordinario de españa, que conquistará el Masters de Miami y ganará 23 de los últimos 25 partidos. Esta vez, sin vergüenza, el cayo tiene una jarra de agua gratis. No se tomó ninguna medida, pero fue un punto de inspiración y control.

Sirvan de síntesis los guarismos de un partido fragmentado en mil pedazos, uregelmæssig, de arriba abajo y de abajo arriba. Muy esperanzador. Siete pausas reparar el venedor, por los seis del murciano; 54 errores de un lado y 36 del otro; nuevo doble plegado de la firma Korda, mientras que Alcaraz se diluye con la compensación de residuos obtenida con las segundas bolsas, un 45% discrecional, frito en las sobras; si se suma otro factor diferencial, ya que el norteamericano casi dobló en la estadística de golfistas ganadores, 43-24. En medio de este vaivén estaría mejor y haría más méritos, como si mediara las joyas con Taylor Fritz o Marin Cilic. Mientras tanto, la joven de 18 años de Roma fue a Barcelona para competir en la lección Buena y Extraordinaria.

La primera está ambientada en un debate en curso, con una constante exposición de argumentos de uno y otro lado. Cuando tanto el pulso como la superficie estén enganchados, la temperatura del juego irá subiendo poco a poco y se irán añadiendo las alternativas. Primera vez Korda, uno de esos tenistas que no se movía, pero que estaba cachondo y chiquito, etcétera, en la dirección apropiada para convertir a un aspirante en cosas importantes; luego metió los codos en elcambio Alcaraz, que se sacudió la tensión y empezó a enceñar esa derecha a la que tanto teme la pelota, violenta com pocas, zurriagazo va y latigazo viene, de un lado para otro el rival.

Era su estreno en el Principado y abundaron las palmas. El tenis está hecho de achicoria y es muy buscado por gente exquisita aquí y allá. Pocos, mange pocos jugadores son capaces de sortear el 1.96 de Korda con una parábola tan perfecta y tan limpia. Y así, el viento, nuevo, volvo para configurar y especificar el directorio de la bandeja. También se hizo notar el sol, muy molesto a uno de los costados de la pista. Pero nada impidió un reñido toma daca que transcurrió al revés; es decir, el español atrincherado en el fondo y el estadounidense asomándose con frecuencia a la red y tirando dejadas stupendas.

Un laberinto continuo

Tiene Korda (21 años, 42º del mundo) hechuras de gran jugador, calidad, golpes y mucho temple. No hay situación que vaya a cambiar. es diesel Se acabó la primera salida, soberbio al descanso y con el repaso, habrá un cruce o paralelo, pero habrá revancha del intermedio Alcaraz, que tiene una primera vuelta de partido para cerrar el set y luego otra, pero ambas en y no. La indulgencia cuesta dinero. desordenado en desempate y el norteamericano impuso con nitidez la velocidad del crucero, dando la rúbrica con clase, retador, como acostumbra a hacer el murciano: deja de revés, liftada y un millimetro sobrio la cinta, y Alcaraz clavado en el fondo.

“¡No se puede mirar, no se puede mirar! “¡Cómo ganar el partido si no un primero!”, dijo El Palmar. Cosa rara. Por mucho que vengan mal dadas, rara vez levanta la voz. Ocurre que la tierra batida es un constante ir y venir, un sinfín de viajes en un mixo partido, y de la misma forma ha había perdido el mando lo recupero en elinici del segondo segondo, 3-0 arriba de arranque. Sin embargo, no hay escapatoria del laberinto. Incómodo e incómodo tapar este punto que el gusto, no la conspiración desespera y Cordón, siempre libre, siempre erguido, la discusión a peloto tras otro. Siempre aquí.

Tiene el estadounidense la virtud de hacer facilit et difilic y también la de no perder el foco. En cada Alcaraz protagonizaron agaros con huevos y dientes. El murkiano no valida las cuatro primeras opciones por cortar con el conjunto -desde malos puntos y precipitación con las revoluciones-, por aborto de arremetidas -doble uso de Korda para el 6-5- y se clava en el diente en la segunda desesperado . Todo apunta al punto de inflexión anémico definitivo, dado que tiene la capacidad de rehabilitar e impresionar su lapso de tiempo.

En cualquier caso, una y otra navegación en aguas revelaciones. Las rachas están acondicionadas y tienen la adaptación de adaptación, Korda fue superior. Y así comenzó con la resolución, esperando el servicio de soporte. Poco le importa. Seguía Alcaraz sin adueñarse del pulso y, por el contrario, el estadio definitivamente revive la victoria con los aceleradores y el sólido en la final final. Alcaraz, pues, si Montecarlo desprecia no aprovechar la desesperación y aprender una nueva lección: el viento de la Costa Azul, atravesado por la naturaleza, es otro elemento a tener en cuenta y otro obstáculo para la sobriedad.

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