Los trabajadores del matadero alemán donde ha habido un brote comían en un espacio cerrado y sin mantener distancia



Sentados unos en frente de otros, sin mantener la distancia de seguridad y en una cantina abarrotada, así comían los trabajadores del matadero de Toennies en la localidad de Gütersloh, en el centro de Alemania, donde un millar de personas se han contagiado de coronavirus.

Mientras las autoridades sanitarias tratan de controlar el brote, este vídeo publicado en redes sociales pone en evidencia el cumplimiento de las medidas básicas de prevención en centros de trabajo de alto riesgo de contagio, como son los mataderos.

En estos espacios cerrados, en los que es difícil mantener una distancia de seguridad, y donde la temperatura se mantiene artificialmente baja, el virus tiene una capacidad de contagio especialmente elevada y han sido focos de contagio en varias ocasiones con anterioridad.

En Alemania, ya hubo un brote de contagio en un matadero en mayo, concretamente en la localidad de Coesfeld, donde se registraron algo más de un centenar de casos, una cifra mucho menor que el masivo contagio que ha tenido lugar en Gütersloh.

Las autoridades locales han pedido ayuda para realizar las pruebas a los más de 5.000 trabajadores y han solicitado el apoyo del Ejército, después de que las organizaciones no gubernamentales, incluida Cruz Roja, les negaran más ayuda.





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