Los mercados bursátiles mundiales colapsan por temor a la nueva variante del coronavirus detectada en Sudáfrica | Economía

los nueva variante de coronavirus detectada en Sudáfrica y la creciente tasa de contagio dispara las alarmas en los mercados. El Ibex 35 cayó un 4% a mitad de sesión de este viernes y se situó por debajo de los 8.500, el mayor desplome del índice español en casi año y medio, concretamente desde el 11 de junio de 2020, cuando más del 5%. El resto de parques europeos también presentan pérdidas considerables: Frankfurt, Londres, Milán, París y el Eurostoxx 50, que agrupa a las 50 empresas más importantes entre los países de la eurozona, se hunden un 3%, siguiendo la estela iniciada por los mercados asiáticos .

En la media sesión, casi todos los valores se tiñeron de rojo en el selectivo de Madrid. Los más penalizados son los relacionados con el turismo y los viajes. IAG se desploma más de un 13%, Amadeus un 8%, Meliá un 7% y Aena un 6%. Los bancos también registran fuertes caídas: BBVA, Santander y Sabadell pierden alrededor del 5%. Por su parte, Repsol sufre una caída similar por el golpe de más del 4% que afecta al precio del petróleo y el gas. Solo Cellnex, empresa de telecomunicaciones inalámbricas, se mantuvo en verde (0,58%).

El director de Inversiones Financieras de la Mutualidad de la Abogacía, Pedro del Pozo, destaca que el mercado está a merced de dos variables: la inflación y el coronavirus. “Una valoración de activos tan alta como las últimas semanas debe estar respaldada por beneficios comerciales a largo plazo. El coronavirus es un obstáculo en la línea de este pensamiento estratégico, porque incide en la posibilidad de que los emprendedores mejoren sus ganancias ”, comenta la analista por teléfono.

Sin embargo, es demasiado pronto para que Del Pozo saque conclusiones, ya que las primeras noticias sobre las nuevas variantes suelen ser decepcionantes con respecto a su resistencia a las vacunas. Justin Tang, director de Investigación Asiática de United First Partners, también frena el pesimismo alimentado por el aumento de las cifras de infecciones. «Dado que el mundo ha pasado por esto antes con la variante Delta, ya existe una hoja de ruta para estas situaciones, incluso si la nueva variante permanece más tiempo», dijo en declaraciones recopiladas por Bloomberg.

La sesión del jueves estuvo marcada por la reducción del volumen negociado debido al cierre de los mercados financieros en Estados Unidos por el feriado de Acción de Gracias, mientras que este viernes solo abrirán media sesión. Los futuros del S&P 500 y Nasdaq cayeron entre un 1% y un 2%. La sesión en Asia ha sido muy negativa este viernes, con el Nikkei cerrando con una caída del 2,53% por temor a que la nueva variante del coronavirus ralentice la recuperación económica mundial. Además, el yen se disparó un 1% frente al dólar, mientras que el rand sudafricano cayó a su nivel más bajo en un año.

La nueva mutación de covid-19, denominada B.1.1.529, además de deteriorar la confianza de los inversores, preocupa a los Organización Mundial de la Salud, que ha convocado una reunión de expertos en emergencias para este viernes para discutir si declarar la nueva cepa como una variante de preocupación. Los científicos aún no se han pronunciado sobre la variante y no saben si puede evadir las respuestas inmunes. Hasta ahora, se han detectado alrededor de 100 casos en Sudáfrica y otros dos en Hong Kong. Israel y Reino Unido han prohibido la entrada de viajeros de siete países del sur de África – Sudáfrica, Lesotho, Botswana, Zimbabwe, Mozambique, Namibia y Eswatini – y la UE ha advertido que tomará una decisión en las próximas horas. Este veredicto será crucial para el futuro de los mercados hipersensibles a cualquier nuevo riesgo para la salud.

Por otro lado, el precio del barril de aceite de calidad Brent, referencia para el Viejo Continente, se situó en 78 dólares, tras caer un 4,5%, mientras que Texas se situó en 74 dólares, tras caer un 5%. Los inversores tienen la mirada puesta en la reunión OPEP Plus programada para la próxima semana, donde los países exportadores de petróleo decidirán si mantienen su compromiso de aumentar la producción conjunta en 400.000 barriles por día por mes. La reunión tendrá lugar después de que Estados Unidos anunciara el martes que liberará 50 millones de barriles de petróleo con el objetivo de reducir los precios y abordar el desajuste entre la oferta y la demanda.