Los médicos advierten sobre el peligro de las mutaciones en la vacuna, aunque afirman que «no debería afectar en demasía»


El avance frenético en la lucha para derrotar al virus se ha encontrado con un obstáculo inesperado a finales de año: una nueva cepa del patógeno surgida tras una mutación y que, según los primeros análisis, tiene un mayor potencial infectivo que las anteriores conocidas. 

La velocidad a la que se suceden los acontecimientos no ha permitido aún conocer el alcance total que puede tener esta nueva variante, ya apodada como británica por su gran circulación en el Reino Unido, aunque se ha detectado también en otros países. Con los países más desarrollados volcados al máximo en inmunizar lo antes posible a toda su población, surgen dudas sobre cómo podría interferir esta nueva variante en el proceso de vacunación.

En este sentido, un informe del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem) publicado este lunes ha alertado sobre los peligros a los que se enfrenta la inmunización colectiva en España, un proceso que «pese a la alta efectividad esperada», «tardará mucho en conseguir la tasa estimada de población inmune para abatir la pandemia»

Entre los principales escollos para la celeridad del proceso -médicos, poblacionales, geográficos o sesgos de los ensayos clínicos- el Icomem cita la posibilidad de que mute el virus «hasta ahora estable» y que así se pierda la «eficacia de las vacunas conseguidas».

Sin embargo, aunque el riesgo es real, dos expertos consultados por esta publicación coinciden en que las últimas mutaciones registradas no deberían afectar demasiado, al menos a corto plazo, a las vacunas disponibles. 

«En principio, nosotros pensamos que no debería afectar en demasía», explica el doctor Marcos López, presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), en relación a la cepa británica. «Es una mutación en la zona de la proteína spike (o espícula), eso es cierto, y las vacunas van dirigidas a esa proteína, pero cuando vacunamos inducimos una respuesta policlonal en la que lo que vamos a generar son anticuerpos y células dirigidos siempre a distintas regiones de esa proteína», añade López. 

Además, el presidente de la SEI considera que «es poco probable y menos a corto plazo» que otras mutaciones puedan afectar sustancialmentea las vacunas ya disponibles. «Las vacunas de Pfizer y de Moderna cogen toda la longitud de la proteína. [El virus] tendría que mutar demasiadas veces y en demasiadas zonas del spike para poder hacerlas inefectivas», concluye López.

«La vacuna genera anticuerpos frente a otros muchos antígenos que probablemente no sean modificados por las mutaciones», sostiene, por su parte, Fernando Rodríguez Artalejo, catedrático y director del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad Autónoma de Madrid y miembro del Comité Científico sobre la covid-19 del Icomem. 

Las mutaciones no harán ineficaces las vacunas a corto plazo

«Es muy poco probable que se reduzca mucho la eficacia de la vacuna. Es posible que se reduzca algo, pero no se reducirá del todo. No se hará ineficaz«, añade Rodríguez Artalejo, que ha participado en la redacción del informe del Icomem. «Tenemos sistemas para monitorizar los cambios en el virus y si estos  son importantes se puede también reajustar la vacuna igual que se hace con la vacuna de la gripe todos los años, por tanto, no debería ser un problema importante» añade el catedrático.

«Otro problema sería que antes de alcanzar la inmunidad de rebaño las mutaciones aumentaran la gravedad del virus o que lo hicieran menos sensible a los pocos tratamientos disponibles. Pero esto es especular, vamos a ir monitorizando y lo que sabemos es que hasta ahora este virus ha mutado bastante poco», prosigue Rodríguez Artalejo. «Todo es posible, pero no parece muy probable y no hay nada que apunte a que estas mutaciones impidan el control de la epidemia a lo largo del año que viene«, añade.

Asimismo, señala el experto, aunque esta cepa «ha ido aumentando su proporción entre todos los contagiados», lo que es un indicador de que es más contagiosa que las variantes anteriores, «se sabe desde hace tiempo que está por varios sitios del mundo y tampoco parece que esto esté traduciéndose en un enorme aumento de los contagios». «Hay que reforzar las medidas de prevención no farmacológicas pero me da la impresión de que la situación no es tan grave», concluye.

La Aemps vigilará las reacciones adversas

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha diseñado un plan de vigilancia de la seguridad de las vacunas de la covid-19 para identificar nuevas reacciones adversas que no han podido reconocerse antes por su poca frecuencia o las que puedan aparecer excepcionalmente de forma tardía, según ha informado Efe.

Así, establece que el Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de uso Humano (SEFV-H) analizará permanentemente los acontecimientos adversos notificados en España. Se trata del procedimiento más ágil para identificar, a través del análisis de estos datos, potenciales nuevas reacciones adversas que, por su baja frecuencia, no han podido identificarse durante los amplios ensayos clínicos.

De ser necesario, la Aemps constituirá un comité de expertos de composición variable para valorar la caracterización clínica y el diagnóstico diferencial de casos complejos.



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