Ley del Derecho al Voto: El Supremo de EE UU legitima dos leyes de Arizona que restringen el voto de las minorías | Internacional


Recuento de votos en el condado de Maricopa, Phoenix, Arizona, tras las elecciones de noviembre de 2020.Matt York / AP

Con una decisión ideológica y partidista, el Tribunal Supremo de Estados Unidos ha validado este jueves dos normas electorales del Estado de Arizona, que dejan la Ley del Derecho al Voto de 1965 reducida a un efecto mínimo. La respuesta inmediata del presidente Joe Biden tras conocer el dictamen fue tajante al declarar que “la democracia está en juego”. Este fallo de 6-3, argumentado por el juez Samuel Alito, significa que a partir de ahora será más difícil disputar todas las nuevas leyes aprobadas por las legislaturas estatales tras las elecciones de 2020, tras la protesta de Donald Trump de que hubo fraude electoral.

Sobre lo que el Supremo decidía era sobre dos leyes de Arizona. La primera prohíbe la recopilación de votos por parte de un familiar de aquellas personas que no puedan acudir a votar. La segunda dictamina que todos los votos que se hayan depositado en un precinto diferente al que le corresponde al votante sean directamente tirados a la basura. Ambas normas habían sido anuladas por un tribunal federal de apelaciones que alegó que dejaban en un terreno de desigualdad a los votantes de ciertas minorías (ya sean negros, latinos…). Este jueves la máxima corte del país ha restablecido esas dos normativas, con la opinión del juez Alito votando a favor al considerar que porque el sistema de votación sea “inconveniente para algunos” no significa que el acceso a votar sea desigual.

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La réplica a Alito la ha dado uno de los tres jueces liberales que forman la Corte. Elena Kagan acusó a la nueva súper mayoría que representa el Supremo, tras el paso por el poder de Donald Trump (que logró nombrar a tres magistrados, en un cargo que es vitalicio), de reescribir “una vez más” la Ley del Derecho al Voto. “Nunca antes una normativa [en referencia a la ley de 1965] ha hecho tanto para avanzar y promover una de las ideas fundamentales de la nación”, argumenta Kagan. “Pocas leyes son tan vitales en el momento actual”, prosigue la juez. “Y sin embargo”, disiente desde el enfado la juez, “en la última década este tribunal ha tratado a esta legislación peor que ninguna otra”.

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