Latinoamérica supera ya a EE UU y Europa en contagios y se confirma como el epicentro mundial de la pandemia



Latinoamérica y el Caribe se confirmaron este martes como el epicentro global de la pandemia al alcanzar los 3 millones de contagios de coronavirus, y superar así a Estados Unidos y a Europa, lo que pone cada vez más contra las cuerdas a una región que tiene ya casi al tope la capacidad de sus sistemas de salud.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó este martes de que los casos de coronavirus sobrepasan los 11,5 millones en todo el planeta, mientras que la cifra de muertes asciende a unas 535.000.

De ese total, América registra unos 6 millones de contagios -más del 50% de ellos en Latinoamérica- y unas 266.000 muertes; le sigue Europa, con 2,8 millones de casos y que hoy superó la barrera de los 200.000 fallecidos.

América Latina, que ronda las 130.000 muertes por COVID-19, se convirtió así en la zona más afectada del mundo, un 26% del total global de casos.

«Hace dos meses, Estados Unidos representaba el 75% de los casos de COVID-19 en la región, pero la semana pasada América Latina y el Caribe registraron más del 50% de los contagios. Solo Brasil informó de alrededor de una cuarta parte de ellos», alertó este martes la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne.

Estados Unidos, sin embargo, sigue siendo el país más azotado por la pandemia, con 2,9 millones de infectados y 131.000 fallecidos; seguido de Brasil con 1,6 millones de contagiados, entre ellos el presidente, Jair Bolsonaro, quien este martes dio positivo por coronavirus, y 66.000 muertes.

Perú (unos 309.000 casos y más de 10.900 decesos), Chile (más de 300.000 contagiados y 6.400 muertos) y México (unos 261.000 infecciones y 31.000 fallecidos) también se encuentran entre los diez países más afectados del mundo.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, subrayó este martes que la pandemia se está acelerando, como muestra el creciente número de casos diarios, aunque se ha estabilizado su letalidad, ya que «muchos países han logrado reducir el número de muertes».

De hecho, datos de las redes sanitarias nacionales indican que la cifra global de pacientes recuperados se acerca a los 6,8 millones, mientras que entre los casos activos un 1% (menos de 58.000) se encuentran en estado grave o crítico.

En América, EE UU reporta más de 936.000 recuperados entre sus 2,9 millones de casos, un 31%; mientras que en Latinoamérica la cifra de personas que han superado la enfermedad es de 1,9 millones (alrededor del 60% del total de contagios).

La OPS recordó este martes que aún se sigue en la primera ola de la pandemia en el continente americano, pero con un fuerte repunte: solo la semana pasada hubo 735.000 casos nuevos, casi un 20% más que la semana anterior.

Al presentar estas cifras, el organismo expresó una «inmensa preocupación» debido a que la COVID-19 está desplazándose de grandes urbes con infraestructuras sanitarias fuertes a otras más pequeñas y con menos recursos para afrontar la pandemia, lo que puede aumentar la mortalidad.

A ello se suma que el personal sanitario continúa siendo muy vulnerable ante el virus debido a la falta de equipo de protección personal y las malas condiciones laborales en medio de una creciente saturación de la capacidad hospitalaria.

Una de esas situaciones se da en la República Dominicana, que reporta más de 38.000 casos y 821 muertes y donde el número de personas hospitalizadas por la COVID-19 se duplicó en el último mes.

Actualmente hay 1.047 pacientes de COVID-19 hospitalizados en el país, lo que ha elevado la tasa de la ocupación de camas para pacientes del coronavirus hasta el 71%. E incluso en zonas como Santiago de los Caballeros, la segunda mayor ciudad dominicana, ya están ocupadas el 91%.

Una alarma similar se encendió en Perú, donde, a pesar de los esfuerzos del Gobierno por equipar velozmente a los centros de salud para atender la pandemia, la Defensoría del Pueblo advirtió de que no hay camas disponibles en los hospitales de la región de Huánuco, en la selva central.

En el Hospital Integrado Santa María del Valle de esa región diez camas de UCI están ocupadas y la única restante no se usa porque carece de ventilador mecánico.

En tanto, en Costa Rica, que reporta más de 5.400 casos y 23 fallecidos, las autoridades anunciaron este martes que el hospital dedicado exclusivamente a pacientes con esta enfermedad está a punto de saturarse, por lo cual está en marcha una estrategia de expansión de la capacidad de atención.

Un caso extremo se vive en Bolivia, que atraviesa su peor momento en la crisis por la COVID-19, con escenas de muertos en la calle y enfermos rechazados en hospitales.

La situación es especialmente crítica en regiones como Santa Cruz, la más poblada del país y que concentra la mayoría de los casos, o Cochabamba, donde en los últimos días se han vuelto cotidianas las escenas de ataúdes en las calles.

Durante la jornada del martes Brasil se estremeció con la confirmación de que su presidente, Jair Bolsonaro, de 65 años y uno de los más escépticos del mundo sobre la gravedad del coronavirus, dio positivo por COVID-19.

Tras conocer el contagio del mandatario, el director de emergencias sanitarias de la OMS, Mike Ryan, subrayó que esto demuestra que «nadie es especial, todos estamos potencialmente expuestos y somos igualmente vulnerables».

La OMS aprovechó el caso, además, para recordar que la situación es preocupante no solo en Brasil, «sino en toda Latinoamérica, donde los casos y las muertes siguen en ascenso”.



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