Las frases más importantes del discurso de Joe Biden: análisis de lo que dijo…y lo que no contó

Joe Biden ha esbozado su primero discurso como presidente de EE UU en medio de una crisis sanitaria y económica heredada de Donald Trump y en un país polarizado después de cuatro años de populismo. El demócrata asciende a la Presidencia después de unos días históricos para Estados Unidos que ha llegado a vivir hasta un asalto al Capitolio para bloquear el cambio de poder, que dejó cinco víctimas mortales.

La investidura de Biden fue insólita e histórica por la pandemia, la ausencia del expresidente Trump y por el miedo tras el asalto al Capitolio. El acto se celebró con un público reducido para evitar los contagios por Covid-19 y un dispositivo de seguridad sin precedentes en la historia del país, con hasta 25.000 militares desplegados en Washington.

Un resumen del discurso del nuevo presidente es «unidad«, «democracia» y «desafío». En su discurso, Biden insistió en la palabra «unidad». A diferencia de los otros dos expresidentes -Barack Obama y Donald Trump-, que apenas hablaron de unidad, el nuevo presidente estadounidense repitió más de una decena de veces la palabra. El discurso ha sido breve, poco emotivo, gris y que ha dejado muchos temas fuera: cambio climático, medidas para afrontar la pandemia (sin mención a la mascarilla), y crisis económica. Aunque los desafíos que enfrenta el país son tantos que no le caben en el discurso a Biden y quiso que sea un discurso que mande un mensaje de «tranquilidad a los ciudadanos».

Pidió unidad, unidad y unidad. Y no es para menos. Biden toma posesión de la Presidencia de un país dividido y lo hace con un discurso que busca pasar página a la polarización y al odio de los últimos cuatros años. Lo hace con optimismo y vistas al futuro: «Juntos escribiremos una historia estadounidense de esperanza, no de miedo. De unidad no división, de luz no de oscuridad, y presentar una visión positiva y optimista del país; presentar un camino que realmente nos pida a todos trabajar juntos». El demócrata aseguró a los estadounidenses que él será el presidente de todos, tanto de los que no le apoyaron, como de aquellos que sí lo hicieron. «Seré presidente de todos los estadunidenses. ¡De todos los estadunidenses!».

El mandatario a diferencia de su antecesor en el gobierno -que no mencionó los términos en su discurso- habló de la paz y democracia. Dos factores que cree que son fundamentales para superar la crisis política y social y como vía para la reconciliación interna y externa. «Nos guiaremos no solo con el ejemplo de nuestro poder, sino con el poder de nuestro ejemplo. Seremos un socio fuerte y confiable para la paz, el progreso y la seguridad», destacó en un tono reconciliador.

Junto a la unidad, el concepto que más utilizó Biden es la democracia. Para él, Estados Unidos estaba en peligro, pero la democracia ha «prevalecido”. «Donde hace unos días la violencia quiso sacudir los cimientos de la democracia, nos unimos para la transferencia pacífica del poder», aseguró Biden.

Lo cierto es que la labor de Biden se complica por la pandemia del coronavirus. EE UU es el país más afectado por la Covid, con más de 400.000 muertos. El presidente tuvo que interrumpir su discurso para pedir «un minuto de silencio y oración por todas las personas que han perdido la vida durante esta pandemia». Sin embargo, dedicó más tiempo a hablar de la unidad del país que del virus, que lo engloba dentro de los «desafíos» tan difíciles a los que se enfrenta el país.

De hecho, no hace mención a su medida estrella: las mascarillas. Hace más de un mes, el presidente llegó a pedir a todos los estadounidenses que usarán la mascarilla en sus 100 primeros días de mandato, pero este miércoles no se ha referida a esta medida de protección.

«Pocos momentos han sido más desafiantes para nuestra nación. Y hablo del impacto de la pandemia del coronavirus, del grito de justicia racial… Tenemos que confrontar la supremacía blanca, el terrorismo interno. Para restaurar el alma de Estados Unidos se requiere más que palabras», se refirió así a esta crisis, después de asegurar que han muerto más estadounidenses por el coronavirus que en la Segunda Guerra Mundial.



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