La UE ya busca alternativas para deshacer el bloqueo de los fondos incluso dejando fuera a Hungría y Polonia

La UE no parece dispuesta a jugar el mismo juego que plantean Hungría y Polonia, con la compañía de Eslovenia, aunque en un segundo plano. El bloque al Presupuesto 2021-2027 se mantiene, y por lo tanto también están vetados los fondos de recuperación, de los cuales a España le corresponden 140.000 millones. Todo porque no quieren que se vincule al cumplimiento con el Estado de Derecho. Hay cierta urgencia, y por eso Bruselas ya está buscando alternativas y algunas de ellas pululan por los ambientes comunitarios. De momento, en la última cumbre del Consejo Europeo celebrada hace pocos días no se trató el tema en profundidad porque los líderes prefieren que se aborde en un encuentro presencial, a ser posible en diciembre.

Mientras, el reloj corre, y las salidas empiezan a presentarse. «Si el bloqueo continúa, el fondo de recuperación podría acordarse en el marco de un acuerdo intergubernamental o de una cooperación reforzada con arreglo a las normas de la UE», comentan fuentes consultadas por 20minutos. Esto se haría, eso sí, «dejando fuera a Hungría y Polonia». Hay que aclarar, eso sí, que el mecanismo del Estado de Derecho sí se seguiría aplicando a ambos, pues abarca otros elementos y no solo el fondo o el Marco Financiero Plurianual.

Esto sería un problema para ambos gobiernos, por el mero hecho de que Polonia recibiría 63.838 millones de euros, solo superado por Italia y por España. Hungría, en cambio, sobrepasa por poco los 6.000. Viktor Orbán ya ha dicho que no necesita ese dinero, pero lo hace con la boca pequeña. En tiempos de pandemia, toda ayuda es poca.

¿Cómo funcionan, en todo caso, ambas opciones? La primera idea sería incluir el Fondo de Recuperación y Resiliencia (672.500 millones), que es el principal programa del plan NexGenerationEU, en un acuerdo intergubernamental (como se hizo con el MEDE) ajeno al Presupuesto de la UE. Esto haría que Hungría y Polonia se quedaran fuera del reparto pero siguieran sujetas al mecanismo del Estado de derecho, pues este sí se contempla tanto en el MFP prorrogado como en el resto de elementos. El pacto intergubernamental, en cambio, tendría algunos riesgos. Entre ellos, que la deuda la tendrían que emitir los propios Estados miembros.

Por otro lado, la cooperación reforzada es un procedimiento algo menos asociado a cuestiones económicas. Permite que un mínimo de nueve países de la UE establezcan una integración o cooperación avanzada en un ámbito de las estructuras europeas sin la participación de los demás países de la Unión. «De este modo, pueden progresar según ritmos u objetivos diferentes a los establecidos para aquellos que no participan en la cooperación reforzada». 

Este proceso, de hecho, «está diseñado para superar la parálisis, cuando una propuesta es bloqueada por un único país o por un pequeño grupo de países que no desean participar en la iniciativa». Siempre está abierto a que otros Estados se unan. Sin embargo, no permite una ampliación de las competencias más allá de las recogidas en los tratados europeos. La autorización para proceder con la cooperación reforzada la concede el Consejo, a propuesta de la Comisión y después de obtener el consentimiento del Parlamento Europeo.

Sigue vigente también la -remota- posibilidad del artículo 7. Quimérica, en todo caso. No tiene más recorrido porque exige unanimidad (salvo el Estado propuesto para sanción) y «entre ellos se van a proteger siempre», según explican las fuentes.



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