La tormenta perfecta de la economía chilena | Internacional

La pandemia ya no es el mayor riesgo para la economía chilena, que en las últimas tres décadas ha sido uno de los más estables de la región. Economistas de distintos sectores políticos coinciden en que el problema radica en una salida desordenada de la crisis, debido al gran impacto de los retiros consecutivos de fondos de pensiones en el sistema financiero. En un año electoral donde el Congreso discute un cuarto retiro del 10% del ahorro previsional, con la oposición del Gobierno de Sebastián Piñera, el Banco Central (autonómico) ha tomado en las últimas semanas medidas inéditas para frenar la inflación, que ha alcanzado el 4,7% en los últimos 12 meses. El instituto emisor determinó una subida de tipos de 75 puntos básicos, la más alta en 23 años y la situó en 1,5%, con la proyección de que la inflación suba a 5,7% para fines de 2021, algo nunca visto por varias generaciones de chilenos.

“Lo más grave que está sucediendo es que una parte sustancial de nuestros problemas son autoinfligidos. Eso es alarmante ”, recordó el exministro de Hacienda del segundo Gobierno de Michelle Bachelet, el economista Rodrigo Valdés. La economía chilena, que en el pasado enfrentó crisis principalmente por choques externo, en esta ocasión está viviendo sus propios terremotos internos y «parece países emergentes con alta volatilidad», según Valdés. Cuando estalló la crisis del coronavirus en la región en marzo de 2020, Chile salía del malestar social de octubre de 2019. La crisis política y social resultó en un golpe a la economía, que luego tuvo que soportar una segunda sacudida debido a la pandemia. En estos casi dos años, el Ejecutivo no ha podido recuperar el control y el Congreso, donde los partidos ya no gobiernan, se ha embarcado en políticas públicas de calidad discutible.

En el marco de la crisis del covid-19, el Parlamento ha impulsado tres retiros de fondos de pensiones que han permitido a las personas retirar hasta el 10% de los ahorros para la vejez cada vez. Los parlamentarios tanto de la oposición como de la derecha buscaron darle un impulso a las familias en el contexto de la crisis de salud, aunque parte de los congresistas -sobre todo de la oposición- tienen en el horizonte la profundidad del sistema de Administradoras de Fondos de Seguridad Social (AFP). ), basado en la capitalización individual y pionero en el mundo, fuertemente deslegitimado ante la opinión pública por las bajas pensiones. Los retiros han elevado el consumo privado a niveles inauditos, que creció un 33% en el segundo trimestre y podría seguir creciendo, ya que todavía hay unos $ 23 mil millones de fondos excedentes disponibles y listos para gastar en cuentas corrientes, cuentas a la vista y efectivo. . Esto representa el 9% del PIB.

La enorme liquidez disponible para los hogares es evidente en las percepciones de la economía. Uno de los principales termómetros del país sudamericano, la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), muestra que el 31% de las personas considera que su situación económica personal es buena o muy buena, el índice más alto desde 2007. Este es no es el caso. Lo mismo, sin embargo, en la percepción que los ciudadanos tienen de la situación económica del país, donde solo el 18% piensa que es buena o muy buena, según la encuesta de opinión difundida el pasado miércoles.

Chile ha tenido la capacidad de superar la recesión que implicó la crisis del Covid-19, por lo que el crecimiento del PIB en 2021 alcanzaría el 11,5%, según las proyecciones del Banco Central. Sin embargo, el Gobierno tuvo que ceder a presiones de todo el espectro político y ampliar las ayudas estatales, como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE Universal) que se extendió hasta finales de 2021. La expansión del ya elevado impulso fiscal, las tendencias El repunte del consumo privado y la enorme liquidez de que disponen los hogares han sido signos inequívocos de una mayor presión sobre los precios para las autoridades.

«La economía llegó con todos sus motores al máximo y si la política fiscal va a seguir siendo expansiva hasta fin de año, al menos tenemos que reducir la intensidad de la aceleración que trajimos», explicó el presidente de la Banco Central, Mario Marcel, un economista de izquierda que ha sido atacado por su propio sector por las medidas. Desde el Partido Comunista, que aspira a llegar a La Moneda de la mano del diputado del Frente Amplio Gabriel Boric, acusaron al organismo autonómico de ser «un flagelo». Pero Marcel ha defendido sus políticas: «No hay nada más inhumano en economía que la inflación».

Gran parte de los economistas han coincidido en que el escenario económico se complicaría aún más para Chile si se produce el cuarto retiro del 10% de los fondos de pensiones. El economista Ricardo Ffrench-Davis, del ala progresista de la oposición, expresó en Twitter que «hoy la economía de Chile es radicalmente diferente a la de 2020». “Antes, había falta de poder adquisitivo. Ahora queda con el gran logro de la oposición de un IFE muy mejorado. Pero nos quedamos con una tremenda desigualdad. Otro retraimiento lo agrava ”, aseguró el académico de la Universidad de Chile. El Ministro de Hacienda del Gobierno de Piñera, Rodrigo Cerda, también ha alertado: «Podemos tener impactos muy relevantes, por eso hay que tener mucho cuidado».

La subida de precios se puede ver en varios elementos de la economía doméstica, como el valor de los autos usados, que aumentan con las horas. Hay escasez de algunos electrodomésticos. Lo mismo ocurre con las tasas de interés de los préstamos a largo plazo, como las hipotecas, que han subido dos puntos porcentuales este año, en gran parte debido a los retiros de los ahorros para pensiones. según explicó en televisión el expresidente del Banco Central, José de Gregorio.

Mientras tanto, Chile enfrenta cambios sustanciales, como la redacción de la nueva Constitución, que debería estar lista a más tardar en julio de 2022. Y un intenso tren electoral, que volverá a llevar a los chilenos a las urnas el 21 de noviembre, en las parlamentarias y presidenciales. Los dos principales candidatos, Boric y Sebastián Sichel, a la derecha, han tenido posiciones distintas respecto al nuevo retiro de fondos de pensiones. Si bien el candidato de la izquierda lo apoya, a pesar de su posición original, el partido gobernante está en contra. En cualquier caso, ninguno tiene un apoyo abrumador, según la reciente encuesta del CEP. Mientras Boric alcanza el 13% de apoyo y Sichel el 11%, el 65% de los chilenos no tiene candidato o su candidato no estará en las urnas. Y todo esto, apenas dos meses antes de las elecciones.

Siga toda la información internacional en Facebook y Gorjeo, o en nuestro boletín semanal.