La tensión entre Grecia y Turquía enciende las alarmas en la UE: el Mediterráneo oriental, ojo del huracán



Grecia y Turquía, de nuevo cara a cara, y en medio, la Unión Europea, que ha vuelto a encender las alarmas. La partida del buque sísmico Oruc Reis del puerto de Antalya y su llegada a una zona del Mediterráneo oriental que ambos países consideran parte de su plataforma continental han provocado un cruce de avisos a navegantes (Navtex) que han puesto en alerta máxima a sus Fuerzas Armadas. Y no es la primera vez que ocurre. Ya en julio, Angela Merkel tuvo que intervenir para aplacar las tensiones.

«Es un asunto latente, que a veces se muestra más y a veces menos, pero siempre está«, comentan los expertos consultados por 20minutos. Eso sí, se trata de un conflicto, por así decir, frío. «Nuestra presencia militar en la región no tiene como objetivo aumentar las tensiones», comentó el Gobierno turco sobre el asunto. Su camino es otro: «Se trata de recurrir a la legítima defensa en caso de ser necesario. No permitiremos de ninguna forma una intervención militar contra nuestro buque civil».

Por su parte, el Ministerio de Exteriores griego instó a Turquía en un comunicado a «cesar inmediatamente las acciones ilegales que socavan la paz y la seguridad en la región» y aseguró que «Grecia no aceptará ningún chantaje. Defenderá su soberanía y sus derechos soberanos».

Afirmó que, mientras Grecia ha alcanzado acuerdos con otros países vecinos para delimitar sus zonas económicas exclusivas (ZEE) basándose «únicamente» en la legislación internacional y el Derecho del Mar, las acciones turcas demuestran que «las declaraciones de disposición al diálogo son una farsa».

Sin embargo, Ankara sostiene que es Atenas la que dificulta las conversaciones, ya que anunció el acuerdo que establece las ZEE con El Cairo cuando delegados turcos y griegos discutían en Berlín bajo la mediación de Alemania para tratar de buscar un arreglo a sus diferencias.

«Mantuvimos conversaciones con Grecia durante los dos últimos meses en Berlín e incluso habíamos acordado una declaración conjunta, pero Grecia anunció su acuerdo con Egipto un día antes», dijo anoche en una entrevista televisada Ibrahim Kalin, portavoz de la presidencia turca.

El ministro turco de Exteriores, Mevlüut Cavusoglu, consideró que el acuerdo entre Grecia y Egipto favorece a Turquía porque ahora «nadie puede decirnos que estamos provocando tensión» y «nadie puede decir nada sobre las investigaciones y exploraciones que Turquía hará en el Mediterráneo oriental», mientras que, aseguró, «todo el mundo ve que Grecia no quiere dialogar».



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