La sombra de Fidel sigue alargándose en Cuba a 5 años de su muerte

La sombra de Fidel sigue siendo alargada en Cuba a 5 años de su muerte

La Habana (EFE) .- Cinco años después de su muerte, la sombra de Fidel sigue alargándose en Cuba, donde el legado de su máximo líder durante medio siglo sigue guiando al gobierno, pero también influye en los opositores, según los expertos.

«El legado de un político tan pragmático que permaneció en el poder durante cinco décadas tiene que ver, fundamentalmente, con su carisma, su capacidad para conservar el mando y su astucia para manejar el conflicto con Estados Unidos», explicó a Efe el cubano Rafael. Rojas, profesor del Centro de Estudios Históricos del Colegio de México y autor de “El árbol de las revoluciones. Ideas y poder en América Latina ».

En opinión de Rojas, su influencia es doble. “Personifica la enorme capacidad de concentrar el poder y sostenerlo durante medio siglo”, así como la “habilidad para utilizar el conflicto con Estados Unidos con fines de legitimación interna y externa”.

“Por el ángulo del carisma, su influencia es cada vez menor, porque los líderes que lo suceden, comenzando por el propio Raúl (Castro) y continuando con (Miguel) Díaz-Canel, no son carismáticos. Por otro lado, en el segundo aspecto, el de la administración de la disputa con Washington, creo que sigue siendo el referente clave para la nueva élite gobernante ”, considera.

El cubano Arturo López-Levy, profesor asistente de Relaciones Internacionales y Política de la Universidad Californiana de los Santos Nombres, suma otros elementos de la herencia de Fidel en una entrevista con Efe.

Entre ellos, la falta de instituciones consolidadas, la necesidad social y política de hiper-liderazgo y la aversión a los mecanismos de mercado -incluso después de la caída del bloque soviético- que ha retrasado las reformas económicas de los últimos años.

CAMBIOS EN LOS ÚLTIMOS CINCO AÑOS

Sin embargo, López-Levy percibe cambios “para mejor” en los últimos cinco años – un “cierto abandono” del “voluntarismo” en favor de una creciente institucionalización y la aceleración de la transición hacia una economía social de mercado, una tendencia que “ha ganó mucho impulso ”ante los fracasos del sistema dirigista y el descontento social.

Cuba se encuentra actualmente sumergida en una gran crisis económica donde los efectos adversos del bloqueo se han superpuesto a los de la pandemia y la mala gestión interna, provocando desabastecimientos y desatado inflación.

Rojas señala en este sentido que “en los últimos años se ha acelerado el cambio social y cultural, como lo demuestran diversos intentos de disputa de poder, minoritarios como los del 27 de noviembre de 2020 o masivos como los del 11 y 12 de julio de 2021 ″. Sin embargo, considera que «el cambio económico y político ha sido boicoteado desde el poder» y concluye que «la contrarreforma impulsada por Fidel en 2016 sigue vigente».

En su opinión, «institucionalmente queda mucho» por hacer. Desde el Partido Comunista de Cuba (PCC) como partido único hasta la elección indirecta de la dirección nacional, pasando por la definición constitucional de la ideología del Estado «como marxista-leninista y marciana y fidelista».

También “la criminalización de la oposición y, eventualmente, de la crítica”, así como “la limitación de los derechos de asociación y expresión”. López-Levy percibe en este sentido que desde el retiro de Fidel de la política activa “la discusión cubana se ha vuelto más realista”, enfocándose más en “estructuras e instituciones”, en “soluciones institucionales y burocráticas”. Antes todo dependía exclusivamente de Castro: «Era la mínima coalición ganadora».

“Por un lado, se ha abandonado el voluntarismo de Fidel y su hostilidad al mercado. Por otro lado, en el intento de construir una economía mixta se percibe esa mano visible controladora y activa del gobierno, al estilo de Fidel ”, explica López-Levy, quien cree que las principales reformas siempre han quedado a medias.

La nueva generación de líderes tiene un “grave problema”, a juicio de López-Levy, porque mantiene una “retórica de continuidad” mientras se encuentra inmersa en un “cambio muy importante” y su “tarea principal” es “hacer que el cubano economía viable ».

USA SIEMPRE EL GRAN ANTAGONISTA

Un elemento aparentemente inamovible es la relación con Washington. «Mientras persista el conflicto con Estados Unidos, Fidel será simbólicamente clave para quienes gobiernan Cuba», enfatiza Rojas.

Esto, expone, tiene importantes consecuencias para la política exterior cubana. Este modelo está «completamente desactualizado en América Latina y el Caribe», lo que ha aislado regionalmente a La Habana.

Su aislamiento, continúa, se debe fundamentalmente a la «represión interna» y al «alineamiento ideológico con los regímenes más autoritarios de la región, que son el venezolano y el nicaragüense».

La decisión de Estados Unidos del presidente Donald Trump de incrementar las sanciones no contribuye a la distensión, algo que no ha sido revertido por su sucesor, Joe Biden, coinciden Rojas y López-Levy.

FIDEL, PARA LA JUVENTUD, LA IZQUIERDA Y LA OPOSICIÓN

Sin embargo, la figura de Castro se percibe como remota entre la juventud cubana, señala López-Levy. Ya en sus últimos años activos se percibía una gran brecha de edad: Fidel tenía 80 años cuando la edad promedio de la población rondaba los 35. Es en estos grupos de edad donde el descontento y el disenso político son más abundantes.

Parte de la actual izquierda cubana también lo percibe con ambivalencia, según Rojas. «El joven Fidel» puede «ser una inspiración», pero el que gobernó durante 50 años «es, más bien, una carga, un símbolo de inmovilidad», considera.

Según López-Levy, la figura de Fidel incluso marca -aunque quizás inconscientemente- a la oposición actual, que siempre busca golpes al estilo revolucionario, cambios radicales -en lugar de reformas progresistas- y catapultar a una persona a la posición de líder carismático del movimiento. .

NOTA DE EFE PARA SUSCRIPTORES-

Las decisiones de las autoridades cubanas en los últimos meses han diezmado al equipo de la delegación de Efe en La Habana, donde actualmente solo dos periodistas pueden seguir desempeñando su labor. Efe espera poder recuperar su capacidad de información en la isla en los próximos días.

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