La segunda ola se dispara en Europa mientras el ritmo de los contagios se frena en España

Desde que los contagios de coronavirus comenzaron a crecer con fuerza en España a finales de julio, la curva nacional se ha ido alejando cada día un poco más de la de sus vecinos europeos en una huida en solitario hacia la cima que parecía no tener fin. Pero tras los recientes avances en la situación de la epidemia más allá de los Pirineos, las cosas parecen estar cambiando.

Cuando empezó septiembre, la incidencia española (227,49) duplicaba con creces la de Francia (92,51), cuadriplicaba la de Bélgica (57,4), multiplicaba por nueve las de Italia (24,82) y Reino Unido (25,02) e incluso superaba diez veces la de Alemania (21,02), según puede constatarse a través de datos del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC por sus siglas en inglés).

Poco más de un mes después, las curvas de Países Bajos, Francia, Bélgica y Reino Unido están disparadas, hasta el punto de que, en lo que llevamos de octubre, Países Bajos, Francia y Reino Unido han llegado a superar a España en número de casos en relación a su población.

La primera vez fue Italia. La segunda, España

El coronavirus entró en Europa desde Italia a finales de febrero y mientras los países más pujantes del Viejo Continente todavía se frotaban los ojos sin dar crédito a lo que ocurría en la nación transalpina le fue estallando en las manos a cada una de ellas. El protagonismo de Italia pronto pasó a España y de ella a Francia, Reino Unido, Países Bajos, Bélgica…

Esta vez, la segunda ola, más leve que la vivida en marzo por el momento (al menos a juzgar por las hospitalizaciones y muertes que ha dejado a su paso) ha entrado por España. Los datos son esclarecedores: 576.139 positivos y 4.207 muertes entre el 1 de julio y el 6 de octubre, más que en ningún otro país de su entorno en términos absolutos y relativos.

Sin embargo, el avance sostenido de los casos también está empezando a hacer mella en las curvas de fallecidos de Francia y Reino Unido, donde, con sus oscilaciones diarias habituales, los muertos han iniciado una senda claramente ascendente. Así, en lo que llevamos de octubre han fallecido por coronavirus 472 personas en Francia y 373 en Reino Unido, por las 771 de España, siempre según datos del ECDC. 

Gran esfuerzo de detección

Aunque España encabeza los primeros puestos en lo que a circulación del virus y fallecidos se refiere, también es uno de los países europeos que más pruebas realiza. Entre una selección de otros nueve Estados de los más poblados de Europa, España es el segundo que más test realiza por habitante. En concreto, su ratio se sitúa en torno a 2,38 pruebas por cada 1.000 habitantes al día según un cálculo realizado por la plataforma Our World in Data, un portal especializado en datos editado por investigadores de la Universidad de Oxford. De esta forma, España queda por encima de países como Francia, Alemania, Italia o Países Bajos en cuanto a esfuerzo diagnóstico.

Sin embargo, la tasa de positividad de España -la tasa de positividad es un buen indicador para medir la expansión del virus y si la cantidad de pruebas realizadas es la adecuada para el tamaño de la epidemia- también se mantiene entre las más altas, aunque en este sentido la diferencia cada vez es menor respecto a otros países.



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