La primera enfermera vacunada en Italia contra el coronavirus, amenazada en redes sociales

Claudia Alivernini es una enfermera italiana de 29 años que se convirtió en la primera en su país en recibir la vacuna contra el coronavirus. Pero está sufriendo unos efectos secundarios y no precisamente a causa del pinchazo: la joven ha recibido amenazas e insultos en redes sociales.

Tal y como publica el diario romano Il Messaggero, la joven ha tenido que soportar todo tipo de comentarios procedentes de antivacunas, hasta el punto que se ha visto obligada a cerrar su página en Facebook.

«No esperaba tanto mal, tanto odio, tanto veneno y rabia, pero lo volvería a hacer de inmediato, lo haría mil veces más, por todos mis compañeros que han muerto por ayudar a los demás, por todos los que han perdido su vida truncada por la Covid y he visto a muchos, demasiados pacientes desaparecer…», dijo Alivernini al rotativo italiano.

Alivernini, que ha visto incluso cómo se ha suplantado su identidad en Internet, ya ha puesto en manos de la policía los hechos. No es la primera vez que los antivacunas arremeten en Italia. En la primera ola de la pandemia, en abril, el Instituto Spallanzani, donde trabaja la enfermera, sufrió un ciberataque.

«Ahora veamos cuándo mueres», decía alguno de los comentarios de odio que recibió la joven, que por otro lado ha conocido el apoyo de sus compañeros de profesión y del sector sanitario en general.

«He visto a Claudia esta mañana para animarla después de las diversas noticias falsas y ataques. Claudia está bien, como todos los vacunados, está de excelente humor y cada vez más convencida de su elección: un acto de amor por ella misma, por sus seres queridos, por los pacientes, por el país», dijo su director médico, el doctor Francesco Vaia.

«Como trabajadora de la salud (vacunarse) es lo correcto. Los insultos no me han hecho cambiar de opinión», dijo Alivernini, que explicó que además de las amenazas y los improperios, ha visto cómo incluso se llegó a poner en duda la veracidad de las vacunaciones.

«Llegaron a cuestionar si las fotos de las vacunas eran verdaderas, alguien dijo que la aguja no estaba ahí, otros especulaban con que esas imágenes no se habían tomado en ese momento… la feria del absurdo», concluye la joven.



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