la mina de oro del contrabando y el origen del crimen organizado

Los pescadores de Sri Lanka, cuya economía local se nutre de la comercialización del pepino de mar, se han convertido en las principales víctimas de organizaciones criminales que sobreexplotan la pesca de los pepinos, aquella especie de equinodermo con cuerpos tubulares blandos muy parecidos a la verdura del cual adquieren su nombre, informa The Guardian.

Este animal tan inusual juega un papel vital en los ecosistemas oceánicos. Tanto es así que el contrabando de los mismos no solo afecta a la economía de muchos isleños, sino que también destroza el hábitat de los mismos. 

La variedad de especies que contemplan estos seres, unas 1.250 especies, 70 de ellas protegidas y siete en peligro de extinción, enriquecen su valor. Y es que en el mercado asiático los más preciados, considerados un manjar culinario y utilizados en la medicina tradicional, pueden llegar a alcanzar los 3.600 dólares el kilo. Incluso el Golden Sandfish, que se caracteriza por tener un color dorado, puede valer hasta 850 dólares la unidad.

Esto ha provocado que en Estados Unidos el contrabando de los pepinos de mar haya crecido tanto que convirtió a tales animales en uno de los más deseados, multiplicándose por 36 su volumen de importación en los últimos diez años.

“No es ético y estamos estancados, porque están recolectando todo antes que nosotros”, protestan los pescadores de la zona.

La mayoría de las actividades delictivas denunciadas se benefician de las diferentes regulaciones entre los países vecinos. Sri Lanka emite licencias de pesca y permite la exportación de pepinos de mar, pero la India ha tenido prohíbe totalmente el comercio de animales desde 2001. Por lo tanto, los pepinos de mar ilícitos se capturan en la India y se introducen de contrabando en Sri Lanka, donde se exportan legalmente al sudeste asiático, o directamente se exportan desde la India con un etiquetado falso.

Crece la pesca ilegal

Cada vez son más los casos de contrabando con este animal. Un ejemplo de ello sucedió en agosto de 2020, cuando tres hombres fueron capturados pescando ilegalmente casi 1.000 kg de pepino de mar, valorado por la Guardia Costera de la India en 686.800 dólares en el mercado internacional, desde Tamil Nadu, en India, a Sri Lanka a través del Golfo de Mannar. 

Aunque la incautación más grande de este tipo fue el pasado febrero y llegó a reunir 1.716 pepinos de mar por valor de casi 576.912 dólares, escondidos en los arrecifes de coral cerca de Suheli, una isla deshabitada.

Crimen organizado

La demanda de pepinos de mar ha provocado una violencia mortal en México, la participación con las organizaciones criminales yakuza en Japón y el contrabando entre la parte continental de Tanzania y Zanzíbar.

Del mismo modo, este problema se está extendiendo hacia las áreas subexplotadas del territorio de la unión de Lakshadweep, un archipiélago frente a la costa suroeste de la India.



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