La mesa de diálogo destaca a ERC y Junts ante la Diada | Cataluña
Los miembros del Gobierno, Esquerra y Junts, manifestaron ayer sus diferencias en cuanto a la lectura que se debe hacer de la participación en la manifestación con motivo de el día de cataluña y de la mesa de diálogo con el gobierno centrall. La proximidad de las dos citas en el calendario se presta a muchas interpretaciones y los dos partidos luchan para que una incierta movilización ciudadana acabe apoyando sus tesis y debilitando al otro partido.
Todos los preparativos apuntan este año a una Onze de Setembre menos masivo que los anteriores, descontando el de 2020, marcado por la pandemia. La manifestación organizada por la Assemblea Nacional Catalana, Òmnium Cultural y la Associació de Municipis per la Independència está lejos de los multitudinarios formatos de otros años, con tramos, preinscripciones de cientos de miles de personas y aseos masivos en apoyo de la senda independentista coincidiendo con el aniversario de la caída de Barcelona en la Guerra de Sucesión, en 1714.
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Bajo el lema Lucharemos y conquistaremos la independencia, las entidades proponen marchar desde la Plaza de Urquinaona (escenario del enfrentamiento entre la policía y algunos manifestantes en las protestas tras la sentencia del juicio a tu procesas) hasta la puerta del Parc de la Ciutadella. Los organizadores también proponen una doble cita: el 11 de septiembre y el 1 de octubre, aniversario del referéndum declarado ilegal por el Tribunal Constitucional.
Pese a este marcado acento en la demanda del 1-O, la portavoz de Esquerra, Marta Vilalta, pidió ayer «canalizar» la fuerza de la manifestación del próximo sábado hacia la mesa de diálogo con el Gobierno. «Tenemos la oportunidad de volver a las calles, las instituciones del país de la mano de la ciudadanía», dijo.
La lectura en Junts es diferente. Su portavoz, Elsa Artadi, cree que el mensaje de reivindicación del «mandato del 1-O» es claro. Relacionándolo con la proximidad a la jornada nacional de Cataluña, el también vicepresidente de la formación aprovechó para calificar de «imprescindible» la presencia de Pedro Sánchez en el encuentro de la mesa de diálogo. «Si no es [Sánchez], además de menospreciar a la Generalitat ya la propia mesa, muestra el poco interés que tiene por estar ahí, las pocas ganas de abordar seriamente el problema ”, ha dicho en su rueda de prensa semanal.
La republicana Vilalta, por su parte, emitió una advertencia sobre lo que supondría la falta del Primer Ministro en la mesa, aunque sin ponerlo en condiciones. Para Esquerra, si bien la negociación del conflicto político y la gobernanza en España son pistas distintas, la ausencia de Sánchez hace que sea “mucho más difícil” poder trabajar para encontrar posibles acuerdos, por ejemplo, en los Presupuestos Generales del Estado, donde la los votos de ERC son clave.
ERC y Junts también revelaron ayer su desconfianza mutua, tras un fin de semana de convivencia de los miembros del Gobierno para «suavizar las cosas». Por ejemplo, sobre quiénes deberían ser los miembros de la delegación catalana (aún no cerrada) o la falta de una agenda clara. los ex presidente Carles Puigdemont, presidente de Junts y líder del llamado Consell de la República, continuó ayer con sus ataques directos al diálogo. En una carta a los miembros de esa entidad que aspira a coordinar la hoja de ruta independentista desde el exterior, el eurodiputado pidió no rehuir el enfrentamiento con el Estado: “Es una realidad ineludible que tenemos que atravesar si queremos que Cataluña Ser reconocidos como una nación soberana e independiente ”, dijo.