La mayor parte de Europa endurece las medidas ante la tercera ola mientras España renuncia al confinamiento


La Covid-19 tuvo una primera ola que pilló a todos sin preparar, una segunda tras el verano y ahora afronta una tercera muy dura, en pleno invierno, justo después de las navidades. Las cifras están disparadas en toda Europa (también en España) y los distintos gobiernos ya están tomando medidas. Alemania, Italia, Portugal o el Reino Unido son algunos de los países que han decidido endurecer las restricciones para contener, de nuevo, al virus. Frente a eso, España mantiene la tesis de que no recurrirá a un confinamiento duro como el del pasado mes de marzo.

Alemania: el país que peor está atravesando la tercera ola

«Si no conseguimos parar la variante británica del virus, entonces multiplicaremos por 10 el número de casos para Semana Santa. Necesitamos aún entre ocho o diez semanas más de medidas estrictas«. Esas palabras de Angela Merkel dan buena cuenta de la situación que vive Alemania ante la tercer ola del virus. Fue el país que mejor gestionó, según los datos, la primera ola. Pero ahora lo está pasando mucho peor. Está marcando cifras récord de casos y fallecidos, y el Gobierno ya apunta a que el confinamiento estricto se prolongará hasta primeros de abril.

Según el diario Bild, esas son las previsiones de Merkel. Alemania fue también el estado que aplicó medidas más duras ante la Navidad, pero eso no ha servido para controlar la ola. Las cifras de vacunación también podrían ser mejores: de un total de 83 millones de habitantes han sido vacunadas 688.782 personas. Al menos hasta final de mes los colegios permanecerán cerrados, y también los establecimientos de ocio, los bares y los restaurantes.

Italia: estado de emergencia, al menos, hasta abril

Italia también trata de capear el temporal. En Navidad dieron los primeros pasos para unas restricciones duras. Cerraron todos los establecimientos comerciales, excepto farmacias y supermercados, pero los datos siguen siendo malos. La deriva del virus ha hecho que el Gobierno de Conte haya decidido ampliar el estado de emergencia al menos hasta el 30 de abril.

El ministro de Sanidad italiano, Roberto Speranza, explicó que «el virus ha vuelto a circular peligrosamente», también en la llamada zona amarilla que hasta ahora tenía limitaciones menores. Speranza compareció ante el Parlamento para anunciar las nuevas medidas que entrarán en vigor a partir del 16 de enero y habló de una situación grave con un país donde el índice de contagio está al 1,03 y la incidencia es de más de 313 casos por cada 100.000 habitantes. 

«Estamos en el último kilómetro de esta batalla, necesitamos una colaboración leal, un esfuerzo unido para combatir el virus: los próximos meses serán difíciles», agregó y aseguró que «no hay otro camino que la unidad para enfrentar la mayor emergencia sanitaria, económica y civil desde la guerra».

Portugal: un mes de confinamiento

El Gobierno portugués también ha encendido todas las alarmas, y mantendrá el confinamiento al menos durante un mes más (y no quince días, como estaba establecido en el plan inicial). Las medidas implicarán el cierre de gran parte del comercio y los servicios y de la restauración, que solamente podrá operar para llevar o en servicio a domicilio.

El Gobierno portugués había asegurado además que, a diferencia de la primera ola, esta vez las escuelas se mantendrían abiertas. Costa matizó hoy martes que los expertos coinciden en que las clases para los menores de 12 años deben ser presenciales, pero hay argumentos diversos sobre cuál es el mejor escenario para los alumnos más mayores, por lo que están estudiando qué hacer con los cursos más altos.

Reino Unido: reabre hospitales de emergencia

El Reino Unido sigue en cuarentena, y ni por esas frena la tercera ola del coronavirus. Este martes confirmaron el fallecimiento de 1.243 personas a causa de la Covid-19 en las últimas 24 horas, cifra que constituye el segundo pico más alto de toda la pandemia en el país. El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, amenazó el lunes con «reforzar» la cuarentena impuesta en el país a causa del fuerte incremento de los casos de coronavirus si la población no cumple con las medidas sanitarias. De momento, las autoridades han tenido que reabrir hospitales de emergencia que se construyeron en la primera ola.

El confinamiento, por ahora, se alargará hasta el 31 de marzo, pero ya se estudia la posibilidad de ampliarlo al menos hasta finales de abril. No hay ninguna decisión tomada al respecto. El ritmo de vacunación es la única luz que está viendo el país para contener al virus. Es el primer país de Europa en este sentido (empezó a vacunar dos semanas antes que la UE). A eso se agarra Johnson para paliar los efectos de la Covid-19 este invierno.

Países Bajos: otro país que echa el cierre

El Gobierno de Rutte también ha tomado medidas drásticas. Países Bajos deberá confinarse tres semanas más de lo previsto, hasta el 9 de febrero, y mantiene cerrada toda la actividad no esencial y los colegios por miedo a la cepa británica, mientras promete nuevas ayudas financieras a los sectores más afectados. El objetivo, como en todos los países, es contener la tercer ola del coronavirus.

Juega con un elemento en contra, pues fue el último país en empezar las campañas de vacunación, el 6 de enero, y de los pocos en el mundo que no confinaron a sus ciudadanos en la primera ola, pero La Haya es consciente de la necesidad de mantener la distancia social para evitar la expansión de la cepa británica del virus, más contagiosa que las mutaciones anteriores, y para poner fin a la segunda ola, descontrolada desde finales de verano en Países Bajos.

«No nos queda más remedio que extender el confinamiento otras tres semanas más, hasta el martes 9 de febrero«, anunció el propio Rutte, quien habló de «impotencia y frustración» por tener que ampliar el tiempo en el que se aplicarán las restricciones actuales, y no relajarlas el 19 de enero, como preveía.

Y mientras, España espera acontecimientos

En España, calma tensa. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, sostuvo este martes que enero está siendo, y será, un «mes complicado» por los contagios de coronavirus entre la población española, si bien ha vuelto a descartar la necesidad de que se establezca un confinamiento domiciliario como el decretado en marzo. No entra en los planes del Ejecutivo, que se apoya  solo en las medidas tomadas por las comunidades autónomas. Cabe recordar que España se encuentra en estado de alarma hasta el 9 de mayo.

«Ya sabemos lo que hay que hacer para volver a controlar el incremento de casos, que es lo que ya hicimos en la segunda ola. El conjunto de medidas que están recogidas en la estrategia que acordamos con las comunidades autónomas son las que hay que aplicar y por eso, de momento, pensamos que no hay que dar ningún paso más y descartamos un confinamiento domiciliario», comentó el ministro. 

No obstante, Illa ha subrayado la importancia de que las medidas se apliquen lo «más quirúrgicamente posible» y con la «contundencia y agilidad» que se necesita, y ha asegurado que son «muy similares» a las que se están adoptando en otros países europeos.



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