La manifestación del 1 de mayo en Berlín deja más de 50 policías heridos

La manifestación del 1 de mayo celebrada este sábado en Berlín dejó durante la noche a más de 50 policías heridos, al menos tres de ellos con importantes fracturas, y 250 participantes detenidos. La Policía ha calificado este domingo de «violencia inaceptable» los disturbios.

Tras una jornada con una veintena de manifestaciones y apenas incidentes, pequeños grupos de violentos reventaron la tradicional marcha revolucionaria, que arrancó el barrio berlinés de Neukölln a media tarde con unos 10.000 participantes, y quemaron contenedores, lanzaron botellas y piedras a los agentes, provocando que éstos respondieran con gas lacrimógeno. 

La manifestación se dio por terminada antes de tiempo, después de que el propio convocante fuese agredido por unos desconocidos. La Policía de Berlín se había desplegado por las calles de la capital, con unos 5.600 agentes para la jornada del primero de mayo.

El vicepresidente del sindicato policial GdP, Stephan Kelm, ha denunciado los disturbios,  lamentando que la ciudad «se haya vuelto a alejar de un primero de mayo pacífico». «Hay señales claras de que esto no está relacionado con la expresión política, pero el derecho básico a la libertad de reunión se ha usado para legitimar crímenes graves«, ha denunciado Kelm.

El responsable de Interior de la ciudad-estado de Berlín, Andreas Geisel, ha condenado los disturbios y el abuso del derecho de reunión, incluso en tiempos de pandemia, para la violencia. «No consentiremos que algunos autónomos violentos nos quieran quitar el primero de mayo como día para manifestarse pacíficamente», ha señalado el socialdemócrata.

No obstante, ha recalcado que las «horribles imágenes» de la noche no deben ocultar que la gran mayoría se manifestó en la capital alemana de forma «responsable».

También se registraron violentos enfrentamientos entre la Policía y los participantes en las movilizaciones en distintos puntos de Alemania, en un día en el que miembros de la izquierda y la derecha habían reunido a multitudes para protestar por diversos asuntos.

En este sentido, el cuerpo decidió también suspender -sin mayores consecuencias- la principal protesta de la jornada contra las restricciones por la pandemia de coronavirus, con unas 250 personas, ya que la mayoría no cumplía con las medidas de distanciamiento y no llevaba mascarillas.

Los tradicionales festivales en calles y parques, con casetas, comida y actuaciones musicales, no tuvieron lugar, por segundo año consecutivo. La pandemia obligó a tirar de imaginación a los convocantes para poder sacar a la calle sus reivindicaciones cumpliendo con las restricciones.

En Berlín unas 10.000 personas participaron en marchas ciclistas y en algunas ciudades se organizaron autocines para asistir a mítines virtuales.

Los sindicatos, en una versión reducida de sus tradicionales concentraciones y una serie de actuaciones retransmitidas en directo por internet, centraron este año su mensaje en la «solidaridad» entre trabajadores durante la pandemia y después.



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