La apuesta de Pedro Sánchez implica que se apague la luz en la recta final del año | Economía


Un consumidor consulta la factura de la luz en su casa de Madrid.Víctor Sainz

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha prometido en entrevista con EL PAÍS que el las familias terminan pagando en todo 2021 aproximadamente lo mismo que en 2018, ajustando el precio por el índice de precios al consumidor (IPC). En comparación con las previsiones que se manejaban hasta ahora, esto significa que en el tramo final del año la factura de la luz aflojará la presión tras los máximos que está marcando este verano, según cálculos realizados a partir de datos del propio Gobierno y del Instituto Nacional. Estadísticas.

La factura de la luz es compleja y las comparaciones no son lineales. Para empezar, porque existe una diferencia entre los consumidores del mercado libre y los cubiertos por la tarifa regulada (PVPC, precio voluntario para pequeños consumidores). Además, debido a que la tarifa regulada ha sufrido importantes modificaciones, el más reciente de ellos el cambio a la tarifa por hora. La forma en que los precios récord del mercado mayorista se traspasan al consumidor difiere según la tarifa utilizada. Además, cada consumidor es diferente y su uso de la electricidad es diferente.

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Hablando en promedio, desde el punto de vista de la tarifa regulada, la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, señaló en el Congreso el 30 de agosto lo siguiente: “Si hacemos un análisis de lo que han pagado en promedio Consumidores que tienen tarifa PVPC en los últimos años, vemos que un consumidor en 2018 pagó un total de 598 euros a lo largo del año, es decir, algo menos de 50 euros al mes; en el año 2019, 562 euros, cayó; En 2020 tuvimos un récord de precios bajos, ya lo hemos comentado, 512 euros, y en 2021, proyectando los altos precios que estamos viviendo, insisto, conscientes de que estamos en el mes récord de agosto de nuestra historia, pagaríamos alrededor de 644 euros en total en el año, es decir, un poco menos de 55 euros de media mensual ”.

En términos nominales, 2018 ha sido hasta ahora el año con la electricidad más cara para los consumidores, lo que generó cierta alarma social que llevó a aprobación del bono social térmico y la suspensión del impuesto a la generación, pero sin que el precio de la electricidad alcance un protagonismo como ahora. La proyección de Ribera, sin embargo, era una factura anual de 644 euros para este año frente a los 598 euros de 2018. Una diferencia de 46 euros (unos 4 euros al mes). Incluso si se ajustara por inflación, todavía sería alrededor de 20 o 22 euros más caro, por lo que para alcanzar precios como los de 2018 sería necesario que la tasa cayera en total en los meses que van de ahora a fin de año antes del fin de año. equivalente a unos 20 o 25 euros, aproximadamente, con respecto a la proyección de Ribera.

Para ello, la principal medida que ha implementado el Gobierno es gravar los supuestos beneficios de la nada (la sobreremuneración que logran las centrales hidráulicas y nucleares, que no emiten CO₂, gracias precisamente a que los altos precios del CO₂ hacen subir el precio mayorista) y trasladan esa cantidad a los consumidores, pero es una medida que está en proceso y no se sabe durante cuántos meses desplegará sus efectos. También puede estar seguro de que los precios del mercado mayorista bajarán, pero no hay muchas señales que apunten en esa dirección. Después de la subasta del domingo, Hoy es lunes de nuevo con el precio mayorista más caro de la historia y cuarto en términos absolutos, solo por detrás del jueves, viernes y sábado de la semana pasada. Por el momento, por lo tanto, septiembre ha comenzado con un nivel de precios en el mercado mayorista incluso superior al promedio de agosto, que fue un récord absoluto. El plan del Gobierno a medio plazo es que la tasa de consumo no esté tan ligada a los vaivenes del mercado mayorista, pero eso requeriría una reforma que aún no se ha diseñado y que no se espera que dé frutos este año.

El Gobierno todavía tendría un as bajo la manga, que sería bajar el IVA a la electricidad, que ya ha bajado del 21% al 10%, y pasarlo al 4%. Eso permitiría que el compromiso se cumpliera de un plumazo, pero por ahora el Ejecutivo ha negado que esté considerando hacerlo.

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Si la comparación se hace con el mercado en su conjunto y no solo con el PVPC, se vuelve aún más complicado. Las diferentes ofertas y tarifas de las que disponen las empresas (que suelen ser más caras que el PVPC) dificultan la extracción de conclusiones. Una forma de aproximarlo es tomar el índice de electricidad dentro de la canasta del índice de precios al consumidor calculado por el INE con una metodología compleja. Este índice, que mide los precios nominales, había alcanzado hasta ahora sus niveles más altos en 2018, con una media aritmética de 12 meses de 112,38 puntos. En 2019 la media cayó a 104,85 y en 2020 bajó a 95,41. En lo que va de año, con el dato de siete meses disponible, la media es de 113,97, pero llegó a 126,291 en junio y, tras la rebaja del IVA, a 120,03 en julio. Sabiendo que agosto ha sido un mes de precios récord, la conclusión es similar a la alcanzada con el PVPC: solo una reducción de precios de aquí a fin de año, ya sea por los canales de mercado, regulatorios o tributarios, permitirá cumplir con el compromiso planteado por Sánchez.



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