La apertura del juicio por la muerte de George Floyd revive entre protestas las imágenes que sacudieron EE UU


Cerca de 200 personas se manifestaron este lunes en Mineápolis (Minnesota, EE UU) tras la primera jornada del juicio contra el expolicia Derek Chauvin, acusado de asesinar por asfixia al afroamericano George Floyd hace un año, para pedir que la justicia le castigue.

«Tenemos que acabar con la supremacía blanca en Estados Unidos. El mundo entero y el resto del país están mirando», exclamó uno de los organizadores de la manifestación liderada por el movimiento social Black Lives Matter (Las vidas negras importan).

La protesta, que duró una hora, recorrió las calles colindantes al Centro Gubernamental del condado de Hennepin, epicentro hace un año de las mayores protestas raciales en décadas en EE UU y donde este lunes han empezado las deliberaciones iniciales del juicio contra Chavuin.

Los manifestantes cantaron consignas contra la violencia policial y el sistema judicial en Estados Unidos como «No Justice No Peace, Prosecute de Police» (Sin justicia no hay paz, procesad a la Policía) o «Chauvin Guilty» (Chauvin culpable).

«De todo menos inocente»

La reacción en las calles de Mineápolis llegó después de que en la primera jornada del proceso se revivieran las imágenes que hace un año conmovieron al país del presunto asesinato de Floyd a manos de Chauvin al retransmitir el vídeo completo de su muerte que dura más de 9 minutos.

Nada más empezar el juicio, uno de los fiscales, Jerry W. Blackwell, se dirigió a los 12 miembros del jurado y anunció que su objetivo es demostrar que Chauvin es «de todo menos inocente» y que debe ser condenado por el presunto asesinato el 25 de mayo de 2020 de Floyd, cuya muerte provocó protestas en todo el país.

Con ese fin, mostró uno de los vídeos del fallecimiento de Floyd, grabado por un transeúnte. En las imágenes se veía a Floyd tendido en el suelo y esposado, mientras se quejaba de dolor, llamaba a su madre y repetía una y otra vez: «¡No puedo respirar!» y «no puedo más».

También se apreciaba cómo Chauvin apretaba su rodilla contra el cuello de Floyd y permanecía impasible a los gritos de los viandantes, que le increpaban, le pedían que soltara a la víctima y que comprobara que seguía teniendo pulso.

Los cargos

Chauvin, sentado junto a su abogado en la sala, alzó su cabeza en varias ocasiones para mirar la grabación y volvió a bajarla para mantener la vista fija en un cuaderno amarillo en el que fue tomando notas.

El ahora expolicía está acusado de los cargos de asesinato en segundo grado, penado con hasta 40 años de cárcel; asesinato en tercer grado, con una condena máxima de 25 años; y homicidio en segundo grado, que acarrea hasta 10 años de privación de libertad.

Para uno de los abogados de la familia Floyd, Ben Crump, este juicio es un «referéndum sobre cómo de lejos se ha llegado en este país por la libertad y justicia para todos», según sus declaraciones en una rueda de prensa a las puertas del Centro Gubernamental del condado de Hennepin, en Mineápolis.

La causa de la muerte

A pesar de que el momento exacto en el que falleció Floyd, con Chauvin presionando su cuello con la rodilla, fue grabado, la defensa del exagente puso sobre la mesa otras posibles causas de la muerte del afroamericano durante la apertura de los argumentos orales.

El abogado de la defensa, Eric Nelson, aseguró que el fallecimiento de Floyd fue ocasionada por la combinación de una enfermedad cardíaca subyacente, el uso de fentanilo y «la adrenalina que fluía por su cuerpo» en el momento de su deceso.

En su intervención, Nelson trató de desviar la atención del jurado del vídeo y profundizó en ciertos detalles del caso, como que Floyd -dijo- estaba ebrio y actuó con hostilidad hacia la policía y que Chauvin siguió los protocolos establecidos por el Departamento de Policía de Mineápolis.

Los primeros testigos

Después de los argumentos iniciales de la defensa y la acusación, que estuvieron dominados por la pasión y el drama, el juicio comenzó a moverse más despacio con el testimonio de la primera testigo: Jena Scurry, que trabaja en el centro emergencias 911 de Mineápolis y que vio en directo el arresto de Floyd a través de una de las cámaras de seguridad.

En ese momento, mientras observaba las imágenes, Scurry se dio cuenta de que «algo estaba mal» y llegó a pensar que el vídeo se había congelado, porque Chauvin no retiraba la rodilla del cuello de Floyd, por lo que finalmente «por instinto» decidió acudir al sargento a cargo de los agentes para alertarle de la situación.



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