Juan Manuel Moreno: Los presupuestos y el final de la legislatura condicionan el debate sobre el estado de Andalucía | España

El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, afronta este miércoles su segundo debate sobre el estado de Andalucía, con la negociación de los presupuestos y la fecha del fin de la legislatura en el aire. El líder del PP andaluz llega al Parlamento decidido a repasar sus más de 1.000 días al frente del primer Gobierno no socialista de la Junta y a proponer propuestas que arrojen luz sobre sus futuras políticas de recuperación económica. La aprobación de las cuentas autonómicas, que se presentarán la semana que viene y que el propio Moreno definió el domingo como «la culminación de su labor reformista», condicionará su discurso y las respuestas de la oposición, especialmente la respuesta del PSOE andaluz. El secretario general socialista, Juan Espadas, emitió un ultimátum este martes, condicionado a su apoyo o abstención a la respuesta a sus propuestas antes de la intervención del presidente. Una orden que el Ejecutivo, integrado por PP y Ciudadanos, rechazó de inmediato.

En su discurso, sin límite de tiempo, Moreno prevé pasar por alto los hitos de este último año en el cargo, marcado por el fin de la pandemia, como adelantó este martes el vicepresidente de la Junta y líder de Cs, Juan Marín, y el portavoz de la Presidencia, Elías Bendodo. El presidente de la Junta ya reflexionó sobre su gestión este domingo durante la celebración del congreso del PP en Marbella en presencia de su homólogo gallego, Alberto Núñez Feijóo. “Hace poco celebramos los 1.000 días al frente del primer gobierno no socialista de Andalucía y uno piensa lo que ha hecho bien y mal”, reconoció Moreno.

Al repasar las cosas bien hechas, destacó las buenas perspectivas económicas: crecimiento del PIB en el primer semestre del 6,1%, – «por encima de la media de España y la Unión Europea», subrayó Moreno -; liderazgo en confianza empresarial, creación de impuestos e inversión extranjera; una inversión sin precedentes en salud y educación, determinada por la pandemia; y también a otros dos de los mantras de su legislatura como una rebaja fiscal que insistió que benefició a las clases medias y que tendrá un coste fiscal de 329 millones de euros, y simplificación administrativa.

Marín y Bendodo también pusieron el acento este martes en esos mismos temas, aunque confirmaron que la intervención de Moreno sería proactiva y llamaron al resto de grupos a hacer lo mismo. La vicepresidenta anunció que el Gobierno propondrá una votación final sobre el aumento de la participación de los municipios en los impuestos comunitarios y sobre la solicitud al Ejecutivo central de un fondo de compensación temporal con el que contrarrestar la histórica subfinanciación andaluza, mientras que un nuevo modelo de financiación esta aprobado.

Se trata de dos medidas con las que el bipartidista busca presionar al PSOE a la hora de definir su posición, ya que los socialistas andaluces vienen defendiendo más dinero incondicional para los municipios (exigen 90 millones más para 2022) y en el caso del fondo de compensación están es un requisito acordado entre los presidentes de Andalucía; Murcia, presidida por Fernando López Miras (PP); y Comunidad Valenciana, a cargo del socialista Ximo Puig. «¿Qué va a votar el PSOE? El jueves es cuando todos se harán una foto», advirtió Marín.

Mismo entusiasmo, experiencia y equipo

Es muy probable que Moreno aproveche el más que probable último debate comunitario para lanzar ofertas que nutrirán su próximo programa electoral. De hecho, en su discurso en Marbella ya lució la chaqueta de candidato a la reelección. “Tengo la ilusión y las ganas y algo que antes no tenía, la experiencia y el equipo de estar otros 1.000 o 2.000 días más. Les pido que me ayuden a no volver al cuadro de salida ”, enfatizó Moreno.

Moreno presumirá de estabilidad y defenderá que esa estabilidad pasa por aprobar los cuartos presupuestos «en tiempo y forma». «Estos presupuestos son la culminación de la labor reformista», subrayó este domingo. El presidente llega al debate cuando las expectativas de sacarlos con el mayor consenso posible, como él mismo afirmó el domingo, son menores. Si el PSOE cumple con la palabra dada por Espadas el martes y la Junta con la respuesta de la vicepresidenta, Moreno subirá al estrado con las negociaciones sobre las cuentas completamente rotas, a menos que él mismo intente recomponer las piezas.

El presidente andaluz Quería hacer coincidir el debate con la presentación de las cuentas regionales., que se dará a conocer el miércoles de la semana que viene, decisión que le ha reprochado el PSOE y que Marín intentó desvincular el martes. «El debate sobre Andalucía no se trata de presupuestos». Sin embargo, su futuro también determinará la legislatura y su duración. Aunque la Junta insiste en que una cosa no condiciona la otra, el Gobierno regional es consciente de que afrontar el fin de la pandemia y la recuperación con presupuestos ampliados reduce la confianza y las posibilidades de reactivación económica fundamental, sobre todo cuando se espera una buena inyección europea. fondos. Agotar la legislatura supondría ampliar los presupuestos de 2021, una opción que desaconseja el PP andaluz.

El turno de respuesta comenzará por la tarde. Los presupuestos, la no renovación del 40% de los contratos sanitarios realizados durante la pandemia y la realización de los planes de fondos europeos serán los argumentos sobre los que los principales partidos de oposición centrarán sus críticas. Los socialistas incluirán en sus propuestas de acuerdos las mismas medidas que han defendido para aprobar los Presupuestos de Andalucía.

Moreno se enfrentará a portavoces menos expertos que él en este tipo de debates. En todos los grupos, excepto en el PP, ha habido cambios en la cabeza de los portavoces. En el PSOE, la marcha de Susana Díaz tras perder las primarias, abrió el camino para un cambio de dirección. Será Ángeles Férriz quien posicionará al PSOE, en un debate que Espadas seguirá desde la tribuna del Parlamento, porque no tiene asiento. También ha habido cambios en Vox, Ciudadanos y Adelante Andalucía. Este último grupo ya no se llama así, sino Unidos Podemos, tras la expulsión por desertores de diputados afines a Teresa Rodríguez.



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