Juan Manuel Moreno: El presidente andaluz lanza promesas electorales a los jóvenes con ayudas para la contratación y descuentos en el transporte | España


El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, antes de su intervención en el debate sobre el estado de la Comunidad Autónoma.PACO PUENTES (EL PAÍS)

En Andalucía no hay elecciones, pero no lo parece. El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, aprovechó el debate sobre el estado de la comunidad este miércoles para lanzar sus primeras promesas electorales dirigidas a un sector de la población muy descontento con la política: los jóvenes. El primer presidente no socialista de Andalucía ha hecho una revisión exhaustiva de sus 1.000 días como jefe del gobierno de coalición con Ciudadanos, pero con la visión ya puesta en renovar un nuevo mandato. Moreno se ha comprometido a destinar 100 millones de euros a la contratación permanente de menores de 30 años y otros 120 millones más para «promover oportunidades laborales» para los jóvenes.

La iniciativa de Moreno tiene la misma música que la planteada días atrás por el secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas. El discurso marco de los socialistas incluye una medida para “convertir la primera oportunidad laboral para los jóvenes en un derecho «, a través de una alianza y una estrategia conjunta con las empresas. El 47% de los andaluces menores de 25 años están en paro, lo que supone 8,6 puntos más que la media española y 30 puntos más que la media europea.

Y a ese sector de la población ha dirigido otra de sus promesas: implementar en 2022 un carnet joven con descuentos del 50% del precio del transporte en las nueve áreas metropolitanas andaluzas, que será del 100% para familias numerosas. Esta medida no tiene cuantificación. Moreno sigue la estela del gobierno central, que anunció bonos culturales de 400 euros para los de 18 años y ayudas de 230 euros para el alquiler de pisos.

La concreción de estas medidas debe figurar en los Presupuestos de la Junta para 2022, cuyas negociaciones están al borde del fracaso. Moreno ha pedido a todos los grupos remar en el mismo sentido y ha prometido negociar «hasta el agotamiento» para sacar adelante las cuentas, pero «sin vetos», advirtió. Las dos vías abiertas de acuerdo están bloqueadas: el PSOE, tras ofrecer su ayuda, considera que la rescisión de 8.000 contratos en salud pública imposibilita su apoyo absteniéndose; y Vox exige la convocatoria anticipada de elecciones y ha anunciado que esta vez no brindará su apoyo.

Tras la pandemia, la salud es el principal dolor de cabeza de la Junta de Andalucía. Moreno ha dedicado gran parte de la hora y media de su intervención a dar un repaso de la gestión sanitaria. Los sindicatos han convocado protestas para fortalecer la atención primaria, la primera puerta de acceso a la salud donde se acumulan los retrasos para ver al médico de cabecera. Esta situación preocupa, porque en la anterior legislatura las calles se llenaron de mareas blancas que contribuyeron a poner fin a casi 37 años de mandatos socialistas.

Moreno ha asegurado que en tres años ha invertido 34.000 millones de euros en salud, una cantidad que alcanzará los 50.000 cuando finalice el mandato. “Nunca en la historia se habían utilizado tantos recursos”, ha repetido hasta en tres ocasiones.

El presidente ha respaldado las banderas que los socialistas han ondeado como propias desde hace décadas: salud, educación y políticas sociales. En el proyecto de ley que está preparando la Junta de Andalucía, estos partidos batirán récords y esas cifras serán incautadas por el PP para exigir que el PSOE apoye los Presupuestos para seguir adelante. «Seamos valientes y tomemos la mano extendida del adversario», pidió Moreno a todos los grupos.

Otra gran parte de su intervención se ha centrado en exigir más fondos al gobierno central. Moreno ha insistido en la necesidad de un nuevo sistema de financiación autonómica y ha defendido su política de alianzas con otras comunidades autónomas, como Valencia y Murcia, para reclamar «un fondo de compensación urgente» hasta que se apruebe otro modelo. «No se trata de un frente ideológico ni de un bloque de confrontación, sino de sentido común y diálogo», dijo.

También ha advertido contra los «privilegios», un clásico en todos los debates comunitarios, ya sea con un presidente del PP o del PSOE. «Si Cataluña puede tratar de forma bilateral con la Generalitat, Andalucía no será menos. Andalucía nunca va a admitir una España multinivel, lo que significa consolidar privilegios y romper la igualdad entre todos los españoles ”, dijo Moreno, refiriéndose a que Andalucía ya impidió una España a dos velocidades en los años ochenta. Otra bandera del PSOE a la que se ha aferrado Moreno.

El mandatario, en línea con la estrategia de enfrentamiento con el gobierno central, ha reprochado las políticas del Ejecutivo de Pedro Sánchez en turismo, agricultura –a causa de la reforma de la PAC– o la gestión de fondos europeos. Moreno ha condenado el trato desfavorable en cuanto a ayudas al sector turístico durante la pandemia y se ha referido a la nueva PAC como «un ataque frontal al campo andaluz». En este caso, ha desafiado al PSOE andaluz a posicionarse a favor del sector que representa el 36% de toda la producción agraria en España o con el Ministerio de Agricultura, asegurando que si el ejecutivo central fuera el PP, él también lo estaría. oponerse a. En línea con lo que exigen otras comunidades gobernadas por los populares, Moreno ha reclamado una mayor intervención de los territorios en la gestión de los fondos europeos, tras reprochar al Ejecutivo Sánchez por «falta de coordinación, agilidad y cogobernanza real», «Son ¿Van a ser cómplices? ”, ha vuelto a indagar al banquillo socialista.



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