‘Guerra’ en los colegios públicos de Nueva York por la resistencia de algunos profesores a vacunarse | Sociedad


Niños con máscaras, el primer día de clase en las escuelas públicas de Nueva York, el 13 de septiembre.BRENDAN MCDERMID / Reuters

De los 70 millones estadounidenses no vacunados -un dolor de cabeza para la Administración Biden, dado el empuje y el contagio de la variante delta-, muchos son profesores dispuestos a llevar su derecho individual a no ser inmunizados contra el covid-19 hasta las últimas consecuencias. Después las controversias registradas en varios estados del sur sobre el mandato de la máscara en el aula, la obligatoriedad de la vacuna para la fuerza laboral de los centros educativos tiene a los docentes de las escuelas públicas de Nueva York, la red más grande del país, en pie de guerra.

Dos semanas después del inicio del año académico, el primer cara a cara después de 18 meses de pandemia, con un mandato de mascarillas para estudiantes, un tribunal federal de apelaciones suspendió el mandato de vacunación para maestros a última hora de este viernes, suspensión que entrará en vigor a partir de la medianoche del próximo lunes. El fallo afecta a unos 150.000 trabajadores de la red pública y contraviene la orden emitida por el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, que ha sido ferozmente impugnada por los poderosos sindicatos docentes.

El plazo dado por el tribunal coincide con el plazo que la alcaldía había dado a los profesores para que se vacunen con al menos una dosis contra el covid-19. El juzgado de apelaciones del Segundo Circuito, que subraya el carácter provisional de la sentencia, ha remitido el caso a otro juzgado, pero muchos dudan que pueda resolverse a tiempo, aun cuando los tres jueces encargados de revisarlo deliberaron durante todo el fin de semana. . Altos funcionarios municipales citados por el periódico Los New York Times confían en que la sentencia firme confirme la obligatoriedad de la vacunación de los adultos –maestros y auxiliares– empleados en los centros públicos.

A diferencia de ciudades como Los Ángeles, que requerirá la vacunación de todos los niños mayores de 12 añosNueva York tiene limitadas las medidas de seguridad para los estudiantes frente al coronavirus al uso de mascarilla, la higiene de manos y la separación entre pupitres, cuya incidencia empeora significativamente en Estados Unidos, con un aumento de la mortalidad del 26% en los últimos 14 días. A la lucha politica generado en el país por el plan de vacunación obligatoria lanzado por la Administración BidenA ello se suma el preocupante panorama de una posible escasez de personal y servicios en las escuelas donde un número importante de docentes y personal auxiliar no está vacunado. El miedo de los padres y la desgana sindical han chocado durante semanas.

Pero la polémica también ha atraído a la justicia. Luego de una primera sentencia dictada el día 10 por el sistema arbitral, y que fue favorable a los maestros irredentistas, obtuvieron permiso para realizar otras tareas fuera de las aulas y no ser castigado con un recorte de nómina por rechazar la vacuna, la semana pasada, recuerda el periódico, un juez de la Corte Suprema del estado de Nueva York dictaminó, no obstante, que la ciudad podría mantener el mandato en vigor, después de considerar una nueva demanda sindical. El juez destacó que los tribunales estatales y federales habían confirmado las órdenes de vacunación obligatorias. Este jueves, un juez federal del distrito de Brooklyn insistió en que el mandato de vacunación es «una decisión política racional sobre la mejor manera de proteger a los niños durante una pandemia». Insatisfechos con ambos fallos, los docentes apelaron ante la Corte de Apelaciones federal, que ha dejado la orden en el aire.

Mientras tanto, la efectividad de las mascarillas para prevenir infecciones ha sido destacada en los últimos datos proporcionados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en sus siglas en inglés; agencia federal de salud). Las escuelas que han impuesto la obligatoriedad de la mascarilla tienen muchas menos infecciones que el resto, como demuestra el caso de Arizona, donde no se requiere su uso y que registra hasta 3,5 veces más infecciones. Las conclusiones pertenecen a un estudio realizado en mil comarcas del país.



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