Guatemala disuelve por la fuerza una caravana de más de 6.000 migrantes hondureños


El Gobierno de Guatemala disolvió este lunes por la fuerza a una caravana migrante compuesta por más de 6.000 hondureños que huyen de la pobreza en su país e intentan llegar a Estados Unidos en busca de trabajo.

Más de 500 agentes de la Policía Nacional Civil y decenas de soldados del Ejército de Guatemala desalojaron al mediodía de este lunes la carretera donde los migrantes se encontraban parados en el departamento de Chiquimula, cercano a la frontera con Honduras y ubicado a unos 200 kilómetros al este de la capital del país.

Los hondureños, imposibilitados para avanzar desde el sábado por la barrera policíaca, fueron desalojados a empujones por parte de las fuerzas de seguridad guatemaltecas, que habían dado un plazo de 10 minutos a la multitud para que liberaran el paso.

Soldados y policías guatemaltecos forman una barrera humana para detener a la caravana de migrantes hondureños en Chiquimula (Guatemala).
ESTEBAN BIBA / EFE

El enfrentamiento no reportó heridos de gravedad e hizo retroceder a los migrantes, quienes quedaron desperdigados por el lugar a la espera de encontrar una ruta alternativa.

Desde la semana pasada, el Gobierno guatemalteco había advertido de que no dejaría avanzar a los hondureños sin cumplir con los requisitos migratorios, principalmente una prueba negativa de la COVID-19.

La caravana quedó disuelta después del operativo y cientos de hondureños se adentraron en un poblado de Chiquimula, Vado Hondo, acorralados por los disparos de gases lacrimógenos lanzados por la policía.

«No quiero volver, no tengo nada, ¿de qué voy a comer?»

«Miren, los niños llorando, esto no puede ser», dijo a periodistas un migrante hondureño acompañado de su familia, incluidos dos menores de edad asustados.

«Yo no quiero ir a Honduras, no quiero. ¿Para qué me voy para allá? No tengo nada. ¿De qué voy a comer?», añadió otra migrante que tampoco quiso identificarse, procedente del departamento de Yoro en Honduras.

El Instituto Guatemalteco de Migración señaló mediante un breve comunicado al filo de las 16.35 hora local (22.35 GMT) que la multitud se ha refugiado «en poblados cercanos».

Policías guatemaltecos y migrantes hondureños, frente a frente en Vado Hondo, Chiquimula (Guatemala).
Policías guatemaltecos y migrantes hondureños, frente a frente en Vado Hondo, Chiquimula (Guatemala).
ESTEBAN BIBA / EFE

Los hondureños forman parte de una caravana migrante conformada por más de 9.000 personas, según cálculos oficiales, que salió desde San Pedro Sula, ciudad del norte de Honduras, en distintas fases los pasados miércoles, jueves y viernes.

El grupo que fue disuelto este lunes estaba compuesto por alrededor de 6.000 migrantes, mientras que los otros 3.000 hondureños que conforman la caravana han logrado avanzar en algunos casos y en otros la multitud se ha ido diluyendo o ha emprendido el viaje de vuelta a su país.

Controles migratorios y sanitarios

«Se ha hecho el llamamiento a los migrantes a realizar los controles respectivos tanto migratorios como sanitarios. Sin embargo, no acceden», justificó el Instituto Guatemalteco de Migración este lunes para respaldar el desalojo de la caravana.

Los 6.000 migrantes estaban parados en Chiquimula desde el pasado sábado cuando las fuerzas de seguridad impusieron una barrera y detuvieron su paso para evitar que lleguen a México y a Estados Unidos posteriormente.

Bomberos atienden a una mujer que se desmayó por el calor, durante el bloqueo de una caravana de migrantes hondureños por parte de la Policía guatemalteca, en Vado Hondo, Chiquimula (Guatemala).
Bomberos atienden a una mujer que se desmayó por el calor, durante el bloqueo de la caravana de migrantes hondureños por parte de la Policía guatemalteca, en Vado Hondo, Chiquimula (Guatemala).
ESTEBAN BIBA / EFE

La caravana de 9.000 hondureños entró ilegalmente entre la noche del viernes y el sábado por el puesto fronterizo El Florido, en el mismo departamento de Chiquimula y a solo unos 20 kilómetros de donde se encuentran detenidos este domingo.

Su objetivo es llegar a Estados Unidos para tener mejores condiciones de vida, alejados de la pobreza y la violencia que azotan el istmo centroamericano, especialmente después de la pandemia y los huracanes Eta y Iota, que tocaron tierra en noviembre pasado.

La primera caravana de este tipo salió en 2018 procedente de Honduras y desde entonces varios grupos migrantes han intentado repetir el trayecto junto a miles de compatriotas, aunque sin éxito en muchos casos. 

Migrantes hondureños rezan frente a los policías guatemaltecos que les impiden el paso en la aldea fronteriza de Vado Hondo, en Chiquimula (Guatemala).
Migrantes hondureños rezan frente a los policías guatemaltecos que les impiden el paso en la aldea fronteriza de Vado Hondo, en Chiquimula (Guatemala).
ESTEBAN BIBA / EFE



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